Tras ese emotivo momento, estuve esperando con ansias que llegase el día de puertas abiertas de La Colmena. Solo faltaba una semana, pero ese poco tiempo fue el suficiente para que se me hiciese eterna. Sin embargo, no desaproveché ni un solo minuto, pues me pasaba todo el día entrenando mi don; no quería hacer el ridículo el primer día en el caso de que nos pidiesen una demostración de nuestras habilidades.
En ese caso no tendría mucho de que presumir, no porque mi don no fuese útil, sino porque hasta ese entonces sólo me había molestado en utilizarlo como una ayuda en mis actividades del día a día y no como un arma ni nada parecido. Así, en esos siete días pasé de simplemente usarlo para alcanzar los lugares a los que no llegaba en mi casa a intentar utilizarlo para lanzar objetos cada vez más pesados desde la distancia. De esta manera, al final de la semana ya era capaz de levantar objetos de alrededor de 20 kilos y lanzarlos con precisión a unos 4 metros de distancia, algo que, aunque no parece muy impresionante, supuso una enorme mejora para mí en ese entonces.
Después de esa intensa semana de entrenamiento llegó por fin el 3 de enero. Ese día me puse más alarmas de las que me gustaría reconocer y me preparé lo más rápido posible; ni en el fin del mundo hubiese llegado tarde a mi primer día en una academia de héroes.
Así, y gracias a mi marcada insistencia, salimos de mi casa bastante más temprano de lo necesario y por lo tanto llegamos a la academia cuarenta minutos antes de lo que marcaba la circular. Sin embargo, no éramos los únicos en llegar tan pronto. Según parecía, al menos cuatro o cinco alumnos más habían pensado como yo y ya se encontraban a las puertas del edificio de La Colmena junto a sus familiares y demás acompañantes. En mi caso eran mis padres y mi hermano los que me acompañaban hoy, aprovechando que nos encontrábamos durante las vacaciones de invierno.
Nada más salir del coche los cuatro nos quedamos embobados con la infraestructura del lugar. Tres enormes edificios se encontraban en el área frente a nosotros. El central, siendo el más alto del grupo, estaba conectado con los otros dos mediante unos bonitos pasillos al aire libre decorados con setos y arcos de flores, como si fuese el jardín de un rey o algo parecido. En sus fachadas se podían ver grandes cristaleras que reflejaban el cielo dándole un bonito toque azul. Además, estos cristales tenían forma hexagonal, como panales, haciendo referencia al nombre de la academia.
Tras ese momento de impresión, los cuatro nos despejamos y nos dirigimos directamente a la puerta principal. Sabíamos que aún faltaba algo de tiempo para que empezase la visita, pero queríamos ver si había una recepción o algo parecido en donde nos pudiesen dar algo más de información extra. Tampoco fuimos los únicos en pensar así puesto que otro grupo de personas se encontraban también hablando con el conserje.
Nos acercamos para ver si podíamos meternos en la conversación y enterarnos un poco de lo que hablaban. Según entendí, estaban hablando de un tema de la residencia. La verdad es que no me interesaba demasiado, por lo que me senté en unos sillones que había a la derecha de la entrada y agarré uno de los panfletos que se encontraban en la mesa. En él había información varia sobre la academia; sus instalaciones, su fundador, algunos de sus profesores, etc. Ésta era la misma información que se encontraba en su página web y aún así no dejó de sorprenderme. Realmente no me podía creer que uno de los mejores héroes de los Estados Unidos, Arster, fuese a darme clase en unos pocos días.
-El mismísimo Arster, ni más ni menos.-dijo de repente mi hermano-. Es increíble, ¿a que sí?
-La verdad es que sí. Espera, ¿cómo has sabido que-? Sabes que no me gusta que utilices tu don en mí, Hayato.
-Sí, lo sé, pero compréndeme.-se justificó mientras se sentaba a mi lado-. Estabas tan absorto mirando ese folleto que tenía curiosidad con qué te había enganchado tanto.
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La Colmena (Fanfic de Boku no Hero Academia)
Hayran KurguEn este universo alternativo, un científico decide transformar su laboratorio en una academia de heroísmo: La Colmena. Sin embargo, esta academia no es como otras, esta academia busca a un tipo de alumnos en específico. ...