Capítulo Dos

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¿Cómo iba a llegar hasta escocia?

Si tan solo hubiera un tren que viajase por todo el mundo sería genial pero los muggles aun no inventan eso, estoy acabado. El problema número dos era que no sabía cómo debía estudiar en dicho colegio si no podía entender el idioma, ¿Qué tan diferente es el idioma? , no lo sabia,

 Aun tengo unos meses ¿puedo aprender aunque sea los saludos o lo mas básico, cierto?

Deje salir un suspiro, no acostumbro a tomar las decisiones tan a la ligera y es justo por estas cosas... Rayos, en qué lío me estoy metiendo.

Ni siquiera pude alistar mis maletas y ya debo decirle adiós a la vida escolar. Aparte que madre aún no viene, Lise no ha aparecido durante tres días y ya se me estaba acabando el pan.

Debe estar en un trabajo importante.

Estaba decepcionado por no ir a Hogwarts y estar en esta casa que tenía la calidez de una arpía no servía de nada, agarré mi sudadera, las llaves de mi departamento y salí a dar una vuelta.

Primero pase por una quesería, realmente amo los queso que venden en ese lugar, lastimosamente no traje dinero, estaba por irme cuando vi algo brillante, a lado mío había varias monedas lo suficiente para comprar un buen Edamer, quisiera acompañarlo de algunas uvas o fresas pero así esta bien, no soy quisquilloso.

Ahora con queso en mano caminé más contento, puedo decir que no me cansaré de recorrer las calles y a veces el tiempo se me va cuando me quedo ensimismado viendo a las personas.

El cielo se oscureció y como siempre debía regresar a casa, tal vez debería tomar un baño mientras escucho algo de música, debo aprovechar que Lise no está.

La bañera tenía agua caliente con unas hierbas aromáticas, se sumergió en este y se relajó por completo, el tocadiscos reproduce las canciones de las cuales se sabía toda la letra, le encantaba la música "muggle".

Los vecinos comenzaron con su puntual alboroto, gritos provenientes de la televisión, está decía algo sobre un extraño caso de búhos en Inglaterra, no le pudo importar menos y en vista que no pensaban bajarle el volumen, decidió que por esta noche podría hacer un alboroto.

Alzó casi todo el volumen y agarró el envase de su shampoo mientras fingía que tenía un concierto desde su ducha, era lo más divertido que había hecho en sus 11 años.

Con suerte su madre no llegaría justo ahora con un mal humor, tenía suerte porque nadie se presentó hasta el día siguiente.

La mañana siguiente se levantó con ánimos renovados, mientras estaba en su adorada tienda pensaba como iba hacer para llegar hasta Hogwarts, si madre salía tanto tiempo y siendo realistas no debía pasarlo en un lugar con muggles entonces debía haber algún "barrio secreto de brujas". Mientras analizaba cómo encontrarlos no se percató que cierta persona lo veía con una sonrisa casi dulce, el señor Fischer estaba de regreso.

El veía como el niño se mordía los labios y escribía varias cosas en su pequeña libreta, podía hacerse una idea de que lo tenía tan preocupado así que decidió intervenir.

—buenos días, Killian ¿que te tiene tan preocupado? ¿Qué cosas pasan por esa cabecita tuya?

—Oh, buenos días señor, en realidad estoy bien. Solo hacía planes para un viaje.

— ¿Irás de viaje con tu madre? —Fischer alzó una ceja y lo miró divertido, para nadie era sorpresa que Killian y su madre no eran precisamente una familia cariñosa.

— Bueno, algo asi, señor

— Si tu lo dices... por cierto estoy aquí porque mi querida Vania quedó fascinada por tus rosas, ella ha estado insistiendo desde la primera vez que compre tus flores, quiere que vengas a tomar una merienda con nosotros. —Él vio el rostro de sorpresa del niño que pronto cambió a una sonrisa— Ya estás a punto de cerrar tu puesto, podrías venir un rato.

Voogd || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora