Capítulo Cinco

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Debía llegar a la estación King Cross y él estaba más perdido que Marco buscando a su mamá, bien eso fue cruel.

Cof, como decía estaba muy perdido ya que nunca había estado en otro país, pero un "buenos días" y poner ojitos de cachorro me salvaron la vida -esto no es del todo cierto pero dejemoslo ahi-, un joven no mayor de veinte -o eso aparentaba- me acompaño a tomar el tren y me dejo en la estación, le dediqué una de mis mejores sonrisas como agradecimiento y creo que lo vi devolverme la sonrisa, como sea, había llegado a mi destino.

Casi, porque el boleto decía "estación 9 ¾" estaba por buscarlo yo mismo cuando mis ojos captaron a un señor parado al lado de una pared de ladrillos con una mirada severa, una escena inusual porque solo gente con ropa muy anticuada o extraña pasaba por ahí.

-Oh vaya, parece que no debo buscar. -me encogí de hombros y empuje mi carrito hasta quedar frente a esa pared, el señor me miró interrogante y yo le mostré mi boleto para el expreso a hogwarts, él apenas lo vio cambió su trato y me dio instrucciones para pasar.

Preguntó por mis tutores, respondí que venían atrás mío y me pidieron que me adelante, no se lo pensó mucho y me dio las instrucciones para pasar.

Parece ser que todo resulta muy conveniente, o tal vez solo hay niños que vienen solos.

Tomé un gran bocado de aire y corrí esperando no chocarme. Cuando mis pies pararon y no senti dolor abrí los ojos, frente a mi estaba un gran tren escarlata con detalles en negro y dorado, muchas familias con sus respectivos hijos ayudandolos a subir y mover sus baules. Mi corazón dolió un poco al ver esa escena tan conmovedora y familiar, por un momento desee que Lise estuviera aquí, me mordí mis labios para intentar desviar mis pensamientos pronto sentí un conocido sabor metálico, una vez dentro intenté buscar un lugar vacío, no fue hasta estar en la mitad del tren que llegue a uno completamente despejado, comencé acomodando mis maletas y una vez listo me dejé caer sobre el asiento.

Me apoye sobre la ventana esperando que el expreso comience a moverse, una leve sacudida me anunció que el tren estaba listo y para no aburrirme decidí sacar uno de mis libros para pasar el viaje, todo era silencio cuando alguien abrió las puertas del compartimiento.

-Mira George, uno de primer año.

-Lo veo, Fred. Hola ¿te importaría dejarnos entrar por un rato?

No quite la mirada de mi libro pero conteste con un "pasen" muy seco, estaba concentrado en mi libro y los requerimientos de invocación. Para haberme costado unos galeones era muy entretenido, desde almas hasta demonios todo parecía poder ser traído a este mundo.

Había uno muy retorcido en particular, se llamaba "spirituum in dolore" nunca he tratado con invocaciones pero pienso que a veces es mejor simplemente no alterar ciertas cosas.

Claro que el que no lo vaya a hacer no signifique que no pueda saberlo.

Los siguientes materiales deben ser tratados con sumo cuidado. No permita que nadie toque sus pertenencias a menos que quiera ser poseído. Precauciones: No todos los espíritus serán amables, asegúrese de tener varita en mano.

Una daga de plata con runas (muy específicas, que no diré por si algún ser "imprudente" se atreve a hacerlo) en los bordes.

4 velas bañadas en gotas de sangre (estas previamente cortadas con la daga)

Averiguar previamente sobre el alma/ente que deseas traer.

Un poco de sangre o algún objeto especial para este.

1 varita de regaliz, grageas de colores y bombas fétidas-

Espera, esto no es lo que pone en el libro.

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Ambos gemelos pasaron y cerraron la puerta detrás suyo, puede que estén escapando después de pintar accidentalmente el cabello a uno de los chicos de grado superior. El niño ni siquiera los miró y el libro que tenía en manos se veía un poco extraño, la portada era brillante y parecía un libro nuevo pero las hojas amarillentas decían lo contrario.

Así que decidieron preguntar.

-¿Ese libro es nuevo? -Pregunto Fred con un tono incrédulo.

-Si. -Una respuesta concisa pero él ni siquiera levantó la mirada

- No lo parece ¿estas llevando libros de contrabando? -George, quien ahora había decidió ir directo al grano le soltó la pregunta que sonaba a una afirmación.

- Mhm. -Para sorpresa de ambos él no negó nada o solo no prestaba atención.

- ¿Cuántos años tienes? - ambos sabian porque era de primero pero decidieron preguntar de todas formas.

- Aja. -En definitiva no estaba prestando atención, fue un poco grosero.

- ¿Eres seguidor de quien-tu-sabes-quien?- George se sorprendió por la pregunta de Fred pero no le reclamó en ese momento.

- Por supuesto...

Ambos se vieron unos segundos como si hablaran por telepatía y una sonrisa pasó por sus rostros, Fred se sentó al lado de Killian y acercándose un poco logró estar cerca a su oído.

Comenzó a susurrar cualquier cosa que le pase por la mente, mientras George con ayuda de su varita trataba de lanzar un revelio.

- ¿Entonces nos compraras una varita de regaliz, grageas de colores y unas bomba fétidas?

- Claro- ¡no espera!

Killian sacó la vista de su libro y vio al gemelo que tenía frente a él, pelirrojo y pecoso.

Una zanahoria fue lo que se le vino a la mente.

- ¿Qué hacen? -vio que la varita del contrario apuntaba a su libro y se alarmó, intentó sacar su varita pero lo interrumpieron .

- ¡Alto, alto pequeño inops! No te asustes, solo queríamos que nos prestes atención llevamos hablando desde hace unos veinte minutos -Uno de ellos tenía un puchero un tanto adorable.

Al escuchar eso me sentí muy avergonzado y sabía que era cierto ya me había pasado antes. Cuando me enfoco en un libro tiendo a contestar pequeños monosílabos, a veces simplemente no contestó pero no puedo evitarlo leer es tan entretenido.

- Lo lamento mucho ...- Me quedé callado al no saber sus nombres, los mire buscando información.

- Fred y George Weasly- Dijo quien estaba a mi lado, el que estaba al frente mío dijo -O puede que yo sea George y él Fred.

- Un gusto jovenes Weasly, soy Killian Schwarz es un gusto poder conocerlos y pido disculpas de nuevo por mi mal comportamiento-

- Eres muy- Su gemelo lo interrumpió.

- educado, si eso. -Le lanzó una mirada a Fred.

- ¿Eres alguna clase de heredero?

- No creo serlo -mintió descaradamente- pero por favor no le den mucha importancia a ese tema... ¿Así que ahora les debo varitas de regaliz y grageas de todos los colores?

- Y unas bombas fétidas.

-Y unas bombas fétidas. -Repitió la oración confirmando el pedido, dejó escapar un suspiro y se dijo que la próxima vez debía estar más atento- Bien, ¿Les gustaría contarme un poco sobre Hogwarts?

- Claro que sí, Hogwarts tiene muchos misterios...

- Y casas en las cuales quedar...

La conversación con los gemelos fue muy entretenida y aunque no se vean diferentes ambos tienen distintas personalidades, tal vez con el tiempo pueda diferenciarlos. Y lo más importante el tema del libro quedó olvidado.

Voogd || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora