Apología de la belleza

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Llega el gran día, todos los de la banda están listos para entrar al Banco de España con tanquetas militares, esperan la señal del profesor para proceder, todos están demasiado ansiosos en ese hangar, nadie habla ni se mira están sumergidos en sus pensamientos, los meses en el monasterio en verdad fueron geniales, entendieron todos el plan pero era hora de la práctica, Berlín y Palermo confiaban en lo que tanto tiempo soñaron pero la adrenalina del momento abrían una ventana de miedo.

-Palermo, sois el sexto pelotón de la BRIPAC tenéis 16 minutos para llegar al Banco-

-Recibido- Somos el sexto pelotón de la BRIPAC- grita y todos se disponen para subir a los camiones y colocar los símbolos, vamos carajo, a la puta guerra.

Una vez llegan hay miles de personas en las calles, gracias a los billetes que tiraron desde los dirigibles, sus Dalís están ahí apoyándolos, Palermo, Tokio y Estocolmo bajan para hablar con la guardia civil, pasan algunos minutos bastantes atormentadores ya que se les impedían el ingreso del convoy donde venía Bogotá, Nairobi y Berlín con el material del atraco, sin embargo todo sale bien gracias al Profesor que intercepta la radio.

Después de casi media hora, tienen 150 rehenes a su disposición, la carga adentro, Tokio y Nairobi son las encargadas de interceptar al Gobernador del Banco, mientras cada uno se va acomodando con sus monos rojos y organizan a los rehenes en la biblioteca para quitarles sus teléfonos y pertenencias.

-Palermo, Berlín tenemos un problema- dice Estocolmo agitada.

-Denver, Bogotá acá con estos, Helsinki con nosotros- grita Berlín y salen corriendo siguiendo a Estocolmo- ¿Qué está pasando?-

-Es Tokio y Nairobi, no tienen al gobernador y las van acorralar en la principal-

-Boludas, no pudieron, coloquémonos las máscaras- resopla Palermo llegan y cada uno se posiciona en un balcón, están rodeadas con los 5 escoltas.

-Bajen las armas hijos de puta- grita Berlín quitándose la máscara- no están en las mejores condiciones para empezar un tiroteo no es así Palermo?

Si llegase a suceder algún incidente, Berlín no tardaría en corregirlos y poner su autoridad sin perder el control o eso creía, esta vez ya conocía a sus compañeros bastante bien, pero tenía al amor de su vida allí y eso lo cambaría todo.

-Exacto, así que hablemos un poco de anatomía....- inicia un discurso bastante interesante, menciona a la familia de Gandía uno de los escoltas más violentos que bien lo habían estudiado- entonces bajen las armas y háganlo más fácil para ustedes... un empate-

-Bien... bájenlas- dice Gandía mientras los demás se van agachando- pero..- gira rápidamente y dispara hacia el lado de Palermo, impactando un cristal que todos los restos van directamente a sus ojos. Todo se va a la mierda en ese instante, Tokio y Nairobi quedan aturdidas por los disparos en su chaleco al igual que los guardias que recibieron los impactos de la banda, Berlín sin dudarlo sale corriendo y ve a su prometido con su rostro lleno de sangre y sus ojos cubiertos de cristales.

-Amor, tranquilo- sostiene su cabeza para apoyarlo en su pierna, Palermo está inconsciente- Una puta camilla, Helsinki, ya!- grita desesperado.- Martín- toma sus manos y las aprieta para esperar una reacción, lo llevan corriendo a la biblioteca y Martín recobra la conciencia, retorciéndose de dolor. Estocolmo le aplica morfina para aliviar y tranquilizarlo.

-Martín, necesito que abras los ojos, despacio- dice Berlín tomando su rostro- Ves la luz?-

-No veo una puta mierda, ¿Qué esta pasando?-

-Déjame mirar, apártate- grita Tokio, toma una lupa y abre lentamente el ojo del argentino- veo los cristales, los puedo sacar, Estocolmo trae el botiquín quirúrgico.

Soulmates (Martín and Andrés)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora