•Ten•

1.4K 209 46
                                    

—Algo me dice que estamos perdiendo el control—comenta William

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Algo me dice que estamos perdiendo el control—comenta William.

—¿En serio?—Sherlock deja de darle besos en la mejilla y baja por su mentón y la línea afilada de su mandíbula hasta llegar a su cuello.

El omega, incapaz de resistirse a esas dulces caricias, ladea el cuello ofreciéndose al detective.

Estaban en el 221b de Baker Street. Desde su primera salida, Sherlock iba a diario por William con la excusa barata de salir a dar un paseo pero realmente lo llevaba a su casa para besarlo a su antojo.

William no podía creer la osadía del detective y menos que él dejara que hiciera lo que quisiera.

Aunque, la situación no le disgustaba del todo. Él nunca había besado a nadie en su vida así que no podía, objetivamente, decir si era un buen beso o no pero se sentía satisfecho.

Tomó la mejilla de Sherlock y elevó su cara para darle un beso en los labios. Un pequeño roce que el alfa pronto convirtió en algo más profundo.

—Wow, ustedes sigan con lo suyo nosotros estamos disfrutando del show.

—Señorita Irene...

William y Sherlock se separan de golpe. El alfa se coloca frente el rubio para bloquear la vista de Irene y John.

—Ustedes dos...—Sherlock los apuñala con la mirada—¿No saben tocar?

—Yo le dije que lo hiciéramos y ella no quizo—se excusa el doctor.

—Will, ¿por qué besas a ese zopenco? Te va a pasar alguna enfermedad.

—¡No le voy a pasar nada!

—John ve a darle un chequeo a Will por si las dudas.

El beta solo se cubre los ojos con la palma de sus mano.

—¡Estoy limpio!—insiste el alfa.

William se aclara la garganta y se levanta del sillón. Su saco quedó sobre el reposa brazos y aunque no está del todo desaliñado se siente un poco expuesto. 

—Señorita Adler, doctor Watson, lamentamos haberlos recibido en estas condiciones...

—Yo no lamento nada—escupe el detective por la bajo.

William le da un golpe en la espalda para que se calle—Prometemos que no volverá a pasar.

—No se preocupe, señor Moriarty—John le da una sonrisa tranquilizadora.

—Yo no veo el problema—la mujer se encoge de hombros—Después de todo hasta un bebé van a tener.

—¡Cállate!

Sherlock no quizo contarle a Irene sobre su plan para romper el compromiso de William con Milverton, solo dijo que este sería infalible y que funcionaría.

Compañeros de Crimen//Moriarty The Patriot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora