Contexto:
Juliette Blackwood y Draco Malfoy esconden mutuamente un secreto importante sobre su vida privada....
- Entonces estarás ocupado el fin de semana- reitero con Draco mientras elegimos una fecha para vernos en las vacaciones mientras empacamos.
- Sí y probablemente todo el mes que viene- me giro a él extrañada.
- Yo también- sube las cejas sorprendido y asiente.
- Entonces la primera semana de Diciembre será que nos podemos ver- asiento.
- Es lo más probable, de todas maneras, ya sabes que tienes que avisarme, no puedo desaparecer de mi casa así como así- asiente.
- Ya lo sé, de eso tú no te preocupes, hablaré con tus padres sobre las vacaciones- sonrío mirándolo.
- ¿Y qué harás ése mes?- pregunto, suspira y sube los hombros.
- Ya sabes, cosas de mi padre, no es nada importante- mira a su maleta y la cierra.
Miente.
Cuando desvía la mirada de mis ojos cuando da una explicación, miente.
- Oh, que bien- aprieto mis labios.
- ¿Y tú?- pregunta sin mirarme.
- Mi madre, ya sabes, quiere que estemos en familia y todo eso- miento, me mira y entrecierra los ojos.
También sabe que miento, pero no dirá nada, porque él también miente.
- Bien- no dice nada más, suspira - Iré con los chicos, ¿te dejo?- mete las manos a sus bolsillos.
- Claro- asiente y espero a que se acerque a mí para darme un beso, pero no lo hace, toma su chaqueta y sale sin mirarme.
A ambos nos molesta que mintamos, pero no hay manera de exigir.
Por la noche, Draco llega y entra a la ducha enseguida, abro un espacio para él en la cama y cierro mi libro para al fin cerrar los ojos e intentar dormir. Siento a Draco recostarse y me giro para mirarlo.
Me mira.
- ¿Está todo bien?- pregunto, asiente.
Tengo un muy mal sabor de boca desde que tuvimos esa conversación falsa en la mañana.
- ¿Por qué no lo estaría?- niego.
- Nada mas, preguntaba- me mira sin expresión, me acerco un poco y doy un beso suave y corto en sus labios, hoy no llena mis mejillas de besos como ayer.
- Descansa- murmura y cierra los ojos jalando las cobijas hacia arriba para arroparnos.
- Igualmente- digo en voz ahogada.
Cierro los ojos inconforme con la situación y me quedo dormida.
...
Hemos evitado hablar sobre el tema de las vacaciones, hasta que nos vimos obligados a hacerlo el día de regreso a casa.
- ¿No me dirás nada? Antes de irte, ya sabes- digo a Draco, estamos en un vagón vacío.
Y además, el romanticismo se ha apagado los últimos días, solo existe tensión, pero no pienso mencionarlo, tengo suficiente con mis temas familiares como para hacer de nosotros un problema.
- No, no hay nada especial que decir, ¿y tú?- pregunta, niego, estira su mano a mí y toma la mía, lo miro y sonrío.
Odio ocultarle cosas, también odio que me oculte cosas, pero éste tema es muy delicado, no puedo solo decirle, no solucionaría nada, es más, lo haría un problema.