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-Estoy bien- me dijo antes de que llamara al médico

-Seguro? Para mí no estas bien, tenes un feo color

-Toda mi vida con culpa, eso es, toda mi vida creyendo en mentiras. Todos me engañan, te das cuenta?

-Todos no. Solo dos personas, yo estoy acá

-Ya sé, vos siempre estas. Pero es increíble lo mal que viví pensando que ya había perdido un hijo y después todo se da vuelta

-Ya esta, vos no tuviste nunca la culpa de nada y te puedo asegurar que mis hijos si son tuyos

-Gracias. Me voy a dar una ducha

-Pero no te habías bañado?

-No importa, voy a necesitar otra.

-Si necesitas estar solo....

-No. Quedate- me dice antes de irse hasta el baño y cerrar la puerta.

Leí varias veces la carta mientras Juli se bañaba... No entendía porque le hacían esto pero sí sabia que no era malo saber esto. Se enteró tarde, sí, pero más vale tarde que nunca. Ahora yo tenía que subirle el ánimo y hacerle entender eso.

-Hola ma, seguís con Ali?

-No, ya estoy en casa, paso algo?

-Les parece de juntarnos a cenar?

-Sí! Buena idea. Los esperamos acá, vengan temprano

-Dale ma, los vemos pronto- respondo y corto la llamada.

Como tardaba Julian era impresionante. Empecé a preocuparme, entonces le pregunté si estaba bien del otro lado de la puerta, y me dijo que ya salía. Pero tenía voz de haberse llorado la vida en media hora...

-Puedo pasar?- pregunté

-Ya salgo- me repitió y entré. Ya estaba vestido, con el pelo mojado y los cachetes empapados en lágrimas

-Gordo, no podes estar así, ya está.

-No es fácil para mí, no es fácil

-Ya sé, pero acá estoy, siempre voy a estar y tenes que estar bien

-Voy a estar bien, solo estoy shockeado todavía

-Bueno, tranquilo que va a estar todo más que bien, si?

-Sí... Pero- dice levantándose del piso- No te molesta si quiero estar solo?

-Queres quedarte encerrado en el baño todo el día?

-No, voy a salir un poco a la calle, a tomar aire

-Te acompaño- salgo del baño para buscar mi cartera

-No. Quiero hacer esto solo. Perdón.

-Ah. Bueno, hace tranquilo, no importa- respondí aunque era una completa mentira.

-Gracias- dijo poniéndose su campera y se fue. Se fue. La idea era que yo le suba el ánimo pero prefirió estar solo. Sentí como si mi compañía no fuera suficiente para él. Eso sentí. Yo soy exagerada. Sí. Pero esto, fue demasiado para mí.

Narra Julian

Salí de ahí, necesitaba despejarme y estar solo. Ori siempre está, pero yo ya ni sabía lo que quería o no entendía todavía lo que me estaba pasando. Me sentí mal cuando la dejé. Sí. Pero esto, era demasiado para mí.

-Hola! Que sorpresa tu llamada- la voz de la mujer que me engañó. Sabrina. Se escuchó del otro lado de la línea.

-Sí. Digamos que dejaste una carta para mí.

ORIAN- Miedo a perderloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora