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Ya eran las seis de la mañana y todos los invitados se estaban yendo del salón. Nosotros, ya cansados, los saludamos y entregamos el souvenir a cada uno de ellos.

-Chicos, no quieren que nos quedemos a ordenar con ustedes?-preguntaron nuestras mamás a coro

-No, ma, no pasa nada- respondí

-Pueden irse, nosotros podemos con todo- les dijo Julian

-Bueno, salió todo precioso!- me dijo Diana antes de irse y me dio un beso en la mejilla

-Bueno, ahora ordenamos un poco y nos vamos a dormir

-Sí, gordito, no sabes lo bien que me haría dormir aunque sea tres horas

Con Juli nos pusimos a levantar todo lo que había quedado y ordenar todo lo que pudimos, porque los mozos se ofrecieron a ayudarnos. Así, hicimos mucho más rápido.

-Muchas gracias, por todo, por el lugar, la comida- les dije a los mozos y la dueña del lugar

-Gracias a ustedes chicos, felicitaciones y que sean felices!

-Gracias- respondió Julian y salimos en busca el auto. Lo reconocimos muy rápido ya que le habían puesto un moño blanco en el centro.

-Esta re lindo el mono

-El mono?- dijo Julian riéndose

-Tengo sueño, volvamos a casa

-Como tú digas

Nos subimos al auto y arrancamos. Puse un poco de música, pero se me cerraban los ojos y no aguantaba más. Estábamos bastante lejos de mi departamento. En un momento, a Julian se le cerraron los ojos y casi chocamos.

-Así no podemos ir manejando, gordo- le dije

-Tenes razón-me dijo y paró el auto

-A dónde vamos?- bajamos del auto y empecé a seguirlo

-Acá, mira hay un parque- dice agarrando una manta del baúl

-Que hace eso ahí?

-Es para emergencias, como esta

La verdad es que estaba tan cansada que no me importó que Julian tire una manta en el pasto y así como estábamos, con vestido y traje, nos tiremos a dormir ahí. Sólo quería dormir y abrazarlo muy fuerte a él. A mi esposo.

Narra Julian

Como necesitaba descansar un poco... No daba más! Empecé a abrir los ojos y un ruido me hizo saltar del susto. Era una sirena. Era la policía.

-Señor no se puede dormir acá- me dijo uno de ellos

-Perdón, yo no sabía y además era para no manejar cansado, volvía de mi casamiento

-Perdón pero voy a tener que ponerle una multa

-Que paso?- preguntó Ori con la cara de recién levantada y la voz ronca

-Nos quieren multar por dormir acá

-Qué???!!! Policía le juro que no quisimos hacer nada malo

-Voy a hacerles la multa y además los voy a llevar a la comisaria porque este chico tomo un poco- dijo señalándome

-Fueron tres copas y por el brindis, dale Poli

-No soy Poli y suban al patrullero

Nos hicieron subir y sentarnos atrás en el patrullero. No sé si alguna vez entraron, pero tiene rejas negras adelante separando de atrás. Me sentía como si hubiera cometido un robo o algo así, pero no habíamos hecho nada. Bueno, sí, dormir.

ORIAN- Miedo a perderloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora