La Compleja vida de las Mujeres con Poder

Te amo

Lena se sorprendió gratamente de que ella y Winn se hicieran un favor mutuo. Centrarse en conseguir que el dispositivo de dispersión estuviera operativo y evitar que Winn se entristeciera por la marcha de su enamorado le dio a Lena una razón para ignorar sus propios problemas. Le impresionaba que aún fuera capaz de hacer gala de humor ante todo esto.

"Quiero decir, sí, sé que probablemente vueles con Kara todo el tiempo, pero ¡vamos! Tengo que volar con Superman. ¡Incluso recordó mi nombre! Si no fuera por todo lo demás, este sería el mejor día de mi vida". La sonrisa en su cara era genuina, incluso si había una pizca de tristeza en la parte de "todo lo demás". Por desgracia para Lena, el tema de Superman era un tema delicado. A Kara podría habérsele escapado, pero a ella no. Esa mirada de desconfianza en su rostro cuando la miraba. La misma mirada que le dio a su madre.

Debe pensar que soy igual que mi madre y mi hermano... o al menos que tengo el potencial. Y lo tengo, ¿no? Sé que soy capaz de hacer cosas horribles si lo necesito. Asesiné a ese guardia sin pensarlo dos veces en la nave Daxamita. Incluso cuando trato de hacer el bien, resulta en violencia y destrucción generalizada. Lena sabía que Kara probablemente le daría un puñetazo a Superman en su cara de santurrón si intentaba sugerir que Lena le haría daño alguna vez, pero eso era lo que le preocupaba. Estaba segura de ello. Pero, ¿y si tiene razón? ¿Y si algún día hiciera daño a Kara? A Lena se le cayó el estómago. Hiciera lo que hiciera, seguía siendo una Luthor, y hacer daño a la gente era lo que mejor hacían los Luthor.

Casi como si pudiera ver cómo se ahogaba, Winn le ofreció: "¿Sabes que Cat Grant se dio cuenta casi de inmediato de que James es el Guardián?". Lena levantó la vista del aparato que tenía delante y le sonrió, realmente agradecida por la divertida distracción.

"Por supuesto que sí. Es Cat Grant. Seguro que descubrió el secreto de Kara tan rápido como yo".

Winn resopló, pero no levantó la vista de la tableta en la que estaba trabajando. "Oh, no tan rápido; no creo que estuviera prestando tanta atención a Kara Danvers como tú". Lena soltó una risita ante su insinuación. "Pero no le llevó mucho tiempo. ¿No te dijo Kara que la señora Grant intentó despedirla al principio?"

"¡¿Qué?! Pero a Kara le encantaba ese trabajo, seguro que Cat no era tan despistada". Lena no conocía extremadamente bien a Cat Grant, pero se habían cruzado en varias ocasiones, y siempre le pareció observadora y compasiva bajo esa fachada exterior.

"Lo era, al principio. Entonces J'onn hizo todo su acto de cambio de forma de Supergirl para convencer a la señora Grant de que Kara no podía ser Supergirl, y ella dejó que Kara conservara su trabajo."

"Espera, ¿eso realmente funcionó?"

"¿Quién sabe? Al menos fingió estar convencida, y desde entonces no ha vuelto a intentar despedirla". Por su tono, parecía que Winn pensaba que Cat aún sabía la verdad. Lena se inclinó por estar de acuerdo. Y por primera vez en el día, tuvo ganas de bromear.

"Bien. Quizá pueda hacer entrar en razón a Snapper Carr ahora que ha vuelto a la ciudad. Ese imbécil ya ha intentado despedir a Kara dos veces, a pesar de que es una de sus mejores reporteras jóvenes".

"Sí, porque no eres nada parcial". Lena lo fulminó con una mirada juguetona, sin importarle su ironía. Se dio cuenta de que estaban a punto de tener el dispositivo listo, lo que significaba que no iba a pasar mucho tiempo antes de que tuviera que enfrentarse a él con un hecho desagradable que, al parecer, aún no había considerado.

Sin embargo, él habló antes de que ella pudiera hacerlo. "¿Sabes que no eres la única con un psicópata criminal en tu familia?" Ella no pudo ocultar la sorpresa en su rostro mientras miraba hacia él. "Sí. Mi padre es Winslow Schott, padre. O "El hombre de los juguetes", como le apodaban los periódicos de forma tan pintoresca".