ꗃ៹ tocado, tú las traes𓂃
Se suponía que eso no debía acabar así.Se estaba preguntando en qué momento de la noche, él perdió la cordura para hacer tal atrocidad. Soobin odiaba cuando no lograba controlarse.
Las pastillas, las malditas pastillas no estaban ahí con él para ayudarlo en aquellos momentos y ahora debía enfrentar su desastre con mucho remordimiento.
Observaba su mano herida por la flecha que la cruzó, el vendaje estaba bañado en sangre y ahora comenzaba a sentir nuevamente las punzadas de dolor de los cristales encajados en sus pies.
No supo en qué punto de la madrugada comenzó a tener varias cortadas en las piernas. Eso, sin contar que también tenía cortes provocados por esa persona en los brazos.
Soltando un suspiro, trató de calmarse para no llorar, abrazando sus piernas y parpadeando repetidas veces para que sus ojos no derramaran esas lágrimas acumuladas.
Desde pequeño, Soobin no llevó una vida fácil. El trato de sus padres hacia él era tosco, sin cariño, lo trataban como si fuera un adulto cuando seguía siendo un niño.
Su padre maltrataba a su madre, su madre se desquitaba con él, eso sin mencionar lo religiosos que ambos eran. Una mierda, eran unos hipócritas.
Entonces, muchas reglas se interpusieron en Soobin creadas por su madre, no hagas esto, no hagas el otro.
Lo que más le afectó fue el hecho de que ella le decía que no debía defenderse de los niños que lo molestaban, porque además de estar en una casa donde al parecer, lo aborrecían sus propios padres, en la escuela, todos lo veían como un objeto de burla.
Le hacían bromas, le quitaban sus cosas, lo golpeaban.
Y corría a decirle a su madre entre lágrimas todo lo que le hacían y ésta solo respondía que debía ser fuerte y soportar esos golpes.
¿Un psicólogo? Eso es para locos. Eso pensaba la señora Choi.
De igual forma, no es como si le interesó mucho su hijo.
Y ella odiaba tanto a su esposo, que no le importó tener a su hijo de ocho años presente para encajarle un cuchillo tantas veces hasta tener el rostro bañado en sangre.
Soobin no sabía quién le hacía más daño, si aquellos niños o su madre. Pero entonces, a medida que crecía, algo ya no estaba bien en la mente de él, todo empeoró desde el día en que su padre murió frente a sus ojos.
Fue sumiso desde pequeño por todo lo que le decían, sin embargo, también se hizo masoquista, pero él odiaba aceptarlo.
Perdió la cabeza cuando un chico de catorce le dijo aquello y lo asesinó, para evitar problemas, Soobin lo desmembró junto a su amigo para no dejar cómplices y... se atormentó mucho por ello.
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や 𝗣𝗲𝗲𝗸 𝗔 𝗕𝗼𝗼 𖥨
Fanfic𓂃tal vez, Soobin nunca debió ir a esa casa a entregar aquel pedido de pizza. ︎ ☆★ ҂contenido sensible, trastornos, asesinatos, etc. ҂no copias/adaptaciones.