ꗃ៹ chapter 12 ֺ ָ⋆

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ꗃ៹ un zorro astuto que quiere
divertirse. 𓂃

Soobin no era alguien malo

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Soobin no era alguien malo.

Soobin era un chico bueno en un mundo lleno de personas malas. Un mundo que era una completa mierda donde nadie podía confiar ni de su propia sombra.

Él solo quería ser feliz.

Él solo deseaba dejar de verla, dejar esas pesadillas, dejar de escuchar esa maldita voz repitiendole que debe tener modales.

Repitiendole que debe de ser un buen chico con cualquiera porque la bondad hace al humano.

Porque Dios estará feliz.

Nunca hagas cosas malas Soobin, Dios va a ponerse decepcionado y sabes que los chicos malos merecen un castigo, ¿verdad?

Él no quería más castigos, los odiaba.

Aunque, en algún punto, esos castigos ya no lo hacían sufrir. Solo odiaba algo y era a ella.

—Soobin, cariño, baja a comer. —le decía con aquel tono dulce.

El niño de cabellos castaños asintió y corrió hacia las escaleras para bajarlas y dirigirse al comedor. Un delicioso plato de espagueti con albóndigas le esperaba y sonrió.

No pudo resistirse y tomó el tenedor para dar un primer bocado y

Oh, oh.

Olvidó lo más importante. Y fue muy tarde para darse cuenta porque ella lo veía con furia.

—¡¿Cómo te atreves a comer sin antes agradecer a Dios por el alimento?! —siseó la mujer de cabellos del mismo color que los de Soobin.

Sus piernas comenzaron a temblar.

—Eres un mocoso malagradecido. —masculló la mayor y jaló del brazo del niño con fuerza haciéndolo caer al suelo.

—Perdón mami, tenía hambre. —sollozó.

—Sabes que no es bueno y que los niños que se portan mal merecen una lección, ¿no?

Ahí iban de nuevo. Era rutinario.

Soobin, compórtate. Soobin, si alguien te golpea no debes de defenderte. Soobin, si alguien te hace mucho daño, quédate callado. Soobin, si alguien te grita y te dice insultos, solo escucha.

Soobin, si matas a alguien, manda todo a la mierda y huye.

Lo último es lo que él pensaba, no lo que su madre le decía.

—¿Por qué eres así conmigo? Yo solo quería hacerte feliz, solo quería ser un buen hijo para ti. —musitaba con tranquilidad, viendo a la persona en aquella mesa.

Estaba acostada boca arriba con las manos y pies atados a una superficie que conectaba a un torno.

—¿Soobin? Maldito bastardo. —como pudo, pronunció esas palabras.

や 𝗣𝗲𝗲𝗸 𝗔 𝗕𝗼𝗼 𖥨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora