𓂃tal vez, Soobin nunca debió ir a esa casa a entregar aquel pedido de pizza.
︎ ☆★
҂contenido sensible, trastornos, asesinatos, etc.
҂no copias/adaptaciones.
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Eran ya las doce, ¿por qué seguía sin responderle? Era tan inusual que Soobin no le contestara.
Entonces comenzó a preocuparse más, ¿y si realmente le había pasado algo a su amigo? No quería imaginárselo. Estaba inquieto y pensando en qué podría hacer.
Soobin sentía sus piernas temblar y el ardor en su espalda era terrible, murmuraba casi en un hilo de voz que alguien pudiera rescatarlo.
Ni siquiera habían llegado a la mejor parte y Soobin se estaba rindiendo.
—¿Nunca has tomado un arco? —habló Hyori alejándose unos metros del chico, alistando aquellas flechas.
—¿Qué vas...? —su pregunta se vio interrumpida cuando sin previo aviso, una flecha pasó tan cerca de su rostro y se incrustó justo al lado de su mejilla, a tan pocos centímetros de haberla rozado.
—¿No es obvio? Espero realmente no darle al blanco, ¿sabes? El blanco eres tú así que —hizo una mueca. —puede doler un poco.
Estaba loca, tan loca que se repetía una y otra vez cómo carajo no pudo sospechar de ella.
¿Por qué gustaba de alguien que necesitaba urgentemente un psiquiatra?
Lo necesitaba más que él.
—Alguien vendrá y te meterán a un maldito psiquiátrico. —masculló y solo provocó que ella riera.
—No es como si tú tampoco irás, no soy la única loca aquí.
¿Por qué mierda hablaba como si lo conociera? Como si habría investigado tanto de la vida de Soobin como para llegar a esa conclusión.
Soobin estaba bien, perfectamente bien. ¿Verdad?
—¡Yo no estoy mal! —gritó sin haber sido esperada esa reacción.
En verdad que fue sorpresa para ambos. Lucía tan enojado por primera vez desde que despertó en el sótano.
Hyori no le tomó importancia y solo lanzó una flecha más con poco cuidado. Eso no resultó muy bien para Soobin.
Esta vez gritó pero no por estar enojado por las palabras de Park.
Una flecha se incrustó en su mano y aunque al principio su reacción fue únicamente respirar aceleradamente y voltear su cabeza para observar esa cosa estar traspasando la palma de su mano y también estar incrustada en la madera, soltando bocanadas de aire, segundos después gritos de histeria y dolor reemplazaron el silencioso sonido de la noche.
Hyori comenzó a reír mientras se complacía de ver como Soobin se volvía más desesperado y gritaba que quería irse de ese lugar, insultos hacia ella también llegaron y fingió decepción.
