Daylight

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¿Era hipócrita que me gustará Taylor Swift y ahora fuera novia de su ex? Espero que no, por qué ambos me encantan.

Íbamos de regreso al hotel de Tom por sus cosas ya que lo convencí de quedarse en mi casa los días que todavía estuviera en Los Ángeles.

En algún momento de la noche nos escapamos y en el jardín de ese hermoso hotel me pidió ser su novia.

-Se que apenas y nos conocemos pero para eso son las relaciones, para irse conociendo y no quiero volver a Atlanta y arrepentirme de no habertelo pedido; ¿Quieres ser mi novia?

Lo miré unos segundos, medio había hecho los cálculos, Tom era 14 años mayor que yo. ¡Debía dejar de obsesionarme con la edad! Ya que a él no parecía importarle. Lo miré fijamente ¡Qué precioso es! No podía creer que ahora es mío.

-Si quiero Tom- Apenas dejé de hablar me besó.

Y esa escena se repetía en mi cabeza incluso ahora que estaba recostada en él. Llegamos a su hotel y mi chófer y yo lo esperamos en lo que bajaba con su equipaje.

Llegamos a mi casa casi a las 4 am, solo cerramos la puerta y comenzamos a desnudarnos, mi vestido cayó al suelo, Tom se agachó y me quitó los zapatos, besó mis piernas al tiempo que iba subiendo, pasando su lengua por ellas y se detuvo en mi vulva, me quitó la braga y comenzó a besarme, yo gemía mucho; estaba demasiado excitada por su lengua y su boca en todos lados y una vez más acabé en sus labios.

Lo guíe a un mueble en lo que le quitaba el traje, le desabrochaba el cinturón y el pantalón. Le quité el bóxer y acaricié su pene está vez no me detuvo cuando lo metí a mi boca.

Sabía delicioso, lo metía despacio hasta mi garganta al tiempo que le pasaba la lengua y jugaba con sus testículos, echó la cabeza hacia atrás y empujaba la mía. Desués de un rato yendo lento fui aumentando velocidad y eyaculó en mi boca, sabía muy bien. Rápidamente se paró, me acomodó de rodillas en el sofá y me penetró.

Al principio me alarme, yo no dejaba de usar condón con nadie pero comenzó a moverse de la manera más deliciosa en la que había sido penetrada y esos pensamientos se fueron lejos.

Estuvimos en esa posición un rato, después él se sentó y yo lo monté, estábamos muy sudados, excitados y con ganas de más, hasta que de un movimiento a otro tuvimos nuestro orgasmo juntos.

En mi sala solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas, después de unos momentos recuperamos la cordura.

-Lo... Lamento- Dijo lentamente aún cansado- No suelo dejarme llevar y no usar condón, solo que me pusiste muy caliente y lo olvidé.

-Supongo que puedo tomar alguna pastilla de emergencia y si quieres que lo empecemos a hacer sin preservativo debería de tomar un método anticonceptivo, digo si no es demasiado pronto para ti.

-No lo es, pero si te incomoda por lo de las enfermedades podemos ir al ginecólogo mañana y ver qué nos recomienda hacernos y que método utilizar.

Lo miré extasiada, nunca había tenido un novio que se preocupara de esa manera, que fuera bueno en la cama y que además responsable de nuestra sexualidad.

-Me parece bien- Lo besé una vez más cuando la luz del sol iba asomándose- ¿Podemos tomar una ducha juntos?

-¿Y dormir después? Estoy muy agotado- Ambos reímos.

-Es un trato justo- Me paré y le tendí mi mano, desnudos fuimos a la ducha.

Nos bañamos y posteriormente fuimos a la cama, había estado durmiendo demasiado en una noche oscura de veinte años y ahora veo la luz del día

Cosas de Tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora