El mandaloriano.

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Me tomé unos días de descanso, en una semana tenía mis primeras citas con los proveedores para mi línea de maquillaje, lo que significaba que a partir de ese momento ya no tendría tantos descansos y tenía que aprovechar este tiempo al máximo.

Por fin me di el tiempo de ver 'El mandaloriano" la serie donde Pedro actúa y que me insistía en verla. Nunca había sido fan de Star Wars pero puedo decir que comencé mi obsesión con esta serie.

Cada vez que salía su cara me debatía en si llamarle o no, al final lo hice. El teléfono sonó tres veces y mis nervios aumentaban cada que no contestaba hasta que lo hizo.

-Buenas noches Harper- Habló serio y algo frío.

-¿Adivina qué estoy viendo?- Pregunté emocionada.

-No tengo ni idea- Siguió hablando serio.

-Es una serie de Disney, su protagonista es guapo y puede o no que me haya acostado con él.

-¿Loki?

-Haha- Reí sarcástica- Estoy viendo El Mandaloriano.

-Oh me parece bien, dale una buena reseña en Google, así puedo ganar más dinero.

-Ven a mi casa, te invito a cenar. Creo que debemos hablar- Minutos de silencio se hicieron presentes.

-Yo llevo el vino- Y colgó.

Al cabo de una hora y media tuve lista la lasaña , Pedro llegó media hora después.

-Pasa- Le abrí la puerta y entró a la sala- ¿Quieres cenar de una vez?

-Me parece bien.

Nos dirigimos al comedor, puse todo en la mesa, corté un trozo de lasaña para él y lo emplate, le serví ensalada y se dispuso a cenar. Hice lo mismo para mí.

Todo estaba en silencio, lo que incrementaba la incomodidad.

-Supongo que tu novio no está, por eso me has invitado a tu casa está noche- Finalmente habló sin mirarme.

-No, Tom no está. Pero el que no esté no es el motivo por el cual te invité.

-Entonces ¿Cuál es?- Descansó sus cubiertos en el plato y me miró inquisitivo.

-Dijiste que tenías algo que decirme y no lo hiciste, esperaba que ahora que estamos solos me dijeras que era eso.

-¡Ah eso! Lo he olvidado- Hizo un ademán de desdén y siguió comiendo.

-Parecía importante- Insistí.

-Creí que lo era, en su momento pero no vale la pena- habló sin verme.

-Tendrás que darme más información- Seguí insistiendo.

-Si vamos a tener está conversación al menos abre la botella de vino.

Eso hice, nos serví un poco a ambos, tomó su copa y se la acabó de un solo sorbo. La volví a llenar y le di un trago a la mía.

-¿Me dirás ahora?

-Harper- Su semblante parecía un poco relajado ahora- Eres bonita, muy lista y honestamente no creo que no hayas tenido una minúscula sospecha de que era lo que tenía que decirte.

-Agradecería que fueras más específico, Pedro- Lo miré mal- Ya no somos críos, tenemos nuestros añitos como para andar jugando.

-Efectivamente, eso pienso. Ya no somos niños y algunas veces hacemos cosas imprudentes como ellos.

-¿El haber tenido sexo conmigo fue algo imprudente?- Me comenzaba a sentir molesta.

-¡Bah!- Alzó los brazos al aire- Mira dónde estamos, éramos buenos amigos y ahora las cosas se han complicado- Se quejó.

-¡¿Disculpa!? ¿Complicado?- Oficialmente estaba muy molesta- Tú eres el que está complicando las cosas.

-¿¡Yo!?-Alzó la voz- ¿No se supone que teníamos algo?

No sabía que me tomaba más de sorpresa si su declaración o el hecho de que entre está discusión ya nos habíamos acabado la botella. Sentía las mejillas arder del calor del vino y de la molestia.

-Disculpame Pedro pero definitivamente no recibí el memo. No teníamos nada, al menos no formal. Nunca me lo pediste, nunca fuiste claro y pensé que estábamos bien con eso.

Me miró unos segundos que se sintieron años, mis palabras le dolían y lo podía ver en sus ojos pero ya estaba dicho.

Lentamente dejó todo en la mesa, los cubiertos, la copa. Se paró de la silla y se acercó a mi, no voltee a verlo, me quedé quieta en mi lugar.

Solo beso mi cabeza, fue un beso largo. Las lágrimas corrían por mis mejillas.

-Buenas noches Harper.

Se encaminó a la salida de mi casa y desapareció en la noche.

El camino así es.

Cosas de Tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora