"AMORES TÓXICOS" [PAUSADO]

CAPÍTULO "2": Viejos sentimientos encontrados

CAPITULO "2"

"Hola" fue lo único que respondí. Así de sencillo y así de seco. No sabia que hacer, todo eso me había tomado por sorpresa.

_ Disculpa que venga a molestarte_ comenzó a hablar Jeiby, sonriendo y, al mismo tiempo, dirigiendo la mirada hacia el grupo de varones, como siendo cómplice de algún tipo de maldad que solo ellos entendían_ Pero es que mi amigo no para de insistir con que quiere tu número. ¿Me lo darías? Así se lo paso para que deje de joder

  Me quedé congelada de la sorpresa "¿Vino a hablarme solo para pedirme mi número?" Encima, para colmo, no era para él, sino para su amigo a quien ni siquiera conocía.

  Me sentía pésima. Cada vez el deseo de desaparecer se hacía más y más grande.

_ No, lo siento, pero no_ respondió Pame en mi lugar_ Mi amiga no está interesada en hablar con nadie, mucho menos con un desconocido que no se atreve a dar la cara_ terminó y le dio una sonrisa de boca cerrada muy forzada, como pidiéndole que se largue de la mejor manera que le salió.

  La miré agradecida, con un pequeño peso encima menos.

  Jeiby parecía estar disfrutando de la situación, porque en vez de asombrarse o asustarse por la reacción brusca de mi amiga, parecía mas bien contento de que le siguiera el "juego", aunque en realidad no era un juego, pero él lo hacía parecer así.

_ ¡Hey, Tomás! ¡Aquí quieren conocerte! ¡Ven! _ gritó, entonces tragué saliva con dificultad al reconocer esa voz. Había sido Jeiby quien desde un principio comenzó a pronunciar mí nombre y joderme con su amiguito. Anteriormente al escucharlo se me había hecho familiar su voz, pero no conseguí reconocerlo, hasta entonces, cuando volvió a hacerlo.

  Percibí desde el rabillo del ojo un movimiento.

  Alguien estaba acercándose hacia nosotros.

  "¡Mierda! ¡Mierda!"

  Finalmente, ese alguien llegó. Se paró a lado de Jeiby y comenzó a sonreír como un idiota. Estaba totalmente sonrojado y nervioso.

  "¡No puede ser!" grité para mis adentros. ¿Qué se supone qué se hace en esas circunstancias embarazosas? Era la primera vez que me ocurría, no tenia experiencia alguna, pero al menos estaba agradecida de tener apoyo conmigo: mis amigas.

_ Ya no es un desconocido_ habló Jeiby, pasando un brazo por encima de los hombros del tal Tomás, quien me miraba con tremenda cara de enamorado que logré hasta sentir pena por él. No era un chico feo, pero en ese estado en el que se encontraba en aquel momento no le favorecía en lo absoluto. Hasta Jeiby, el chico más precioso del barrio, se veía bochornoso ese día_ Bien ¿Qué te parece? Lindo ¿no? _ dijo eso ultimo con un tono sarcástico y burlesco.

_ Por favor. Mi amiga no está interesada en tu amigo, así que...

_ No_ interrumpí a Pamela antes de que continuará hablando. Un silencio se acentúo entre nosotros, como expectantes a mis palabras_ No hace falta que sigas hablando por mí, puedo hacerlo por mi cuenta...

  No recibí respuesta alguna, así que continué.

_ No eres feo

_ ¡Ehhhh! Viste, Tomás ¡También le gustas! ¡Ya está, amigo! ¡Ganaste!

_ ¡NO TERMINÉ DE HABLAR, IMBECIL! _ grité tan fuerte y, aparentemente, muy brutalmente, tanto así que, Jeiby se calló al instante y mantuvo la quietud casi que idéntica a la de una estatua, mis amigas soltaron un respingo hacia atrás y Tomás parecía despavorido. Muchas veces me han dicho que cuando me enojo, me veo muy brava y doy bastante miedo. Ese día me habían sacado de las casillas. Bajé el volumen de voz, pero no cambié el tono enfadado y serio_ ¡No eres feo, Tomás! Pero no estoy interesada en ti. No apetezco hablar con nadie en estos momentos, ni mucho menos empezar una relación amorosa. No te ofendas, pero tampoco eres mi tipo. Así que, por favor, váyanse los dos ahora y déjenme en paz. Se las digo a las buenas.