CAPÍTULO "4":
Cuando llegué a casa, saludé a mis mascotas y fui directo a beber un poco de agua. Mamá todavía no había llegado de su trabajo, fue un alivio porque todavía seguía molesta con ella en ese momento por haberme obligado a ir al colegio.
Subí las escaleras rumbo a mi cuarto.
Me quité el sofocante y molesto uniforme. Pude sentir que podía respirar nuevamente. No es que me asfixiara por ser muy ajustado o pequeño, en realidad, algo raro me ocurría con ese uniforme. Algo psicológico. Tenerlo puesto me recordaba la rigidez que llevaba encima cada que pisaba ese lugar, el aburrimiento de tener que escuchar a los profesores y a sus absurdas materias, y el estrés de tener que estudiar y realizar trabajos todo el maldito día. Llevas el peso de fingir estar bien. El peso de sobrevivir en esa cárcel de tiza. Todo eso te sofoca a tal punto de sentirte aprisionada en ella. Y no, no exagero, ese colegio era un completo infierno, no tenia nada de bueno. Jamás disfrutaba ir allí, y sabía que jamás en la vida lo disfrutaría. Ya no veía el día de terminarlo pronto. Me estaba cansando y eso que recién comenzaba el nuevo año.
Me di una ducha, la cual me reconfortó hasta el alma. Salí de allí sintiéndome fresca. Relajada. Nueva.
Tardé como una hora haciendo todo eso y aun mamá no llegaba.
Bajé a prepararme mi merienda.
No me tomó mucho esfuerzo. Solo me serví un poco de yogurt en un vaso grande y le arrojé encima una cantidad abusiva de cereales frutales de colores ¡Amaba esa combinación de sabores!
Fui con mi deliciosa preparación al living. Me lancé al sofá y encendí el televisor. Mi telenovela favorita ya había iniciado. Fue bueno haber llegado a tiempo.
Toda embobada comencé a comer mi yogurt con cereal, llevando torpemente cada cucharada a mi boca, mas de una vez lo había derramado encima manchando mi ropa, pero poco me importó pues yo era medio puerca. Si mi madre estaba cerca, seguro me hubiera regañado.
Terminé de consumir mi merienda, pero sentí que no me había saciado nada. Dudaba en si ir o no a servirme más, pues no quería perderme ninguna escena interesante de la novela, entonces como por obra mágica del destino, dio una propaganda, el cual me dio la oportunidad de ir a por más yogurt con cereales.
Toda alegre, y como una niña chiquita, fui dando saltitos hasta la cocina. Me incliné al abrir la heladera y saqué el sachet de yogurt. Lo serví bastante lleno esta vez. Lo volví a guardar y rebusqué dentro el paquete de cereal. Lo encontré. Al sacar mi cabeza del refrigerador di un grito y un súper respingo hacia atrás, cuando la presencia de una persona se apareció de repente en la ventana, lo cual me hizo salpicar para todos lados los cereales.
Abrí los ojos como platos. Espantada por lo que estaba viendo.
_ ¿Cómo me haces una cosa así? _ pregunté molesta y con la respiración agitada, aun impactada por su repentina aparición_ ¿Qué haces aquí?
_ H-Hola, A-Ali _ saludó, tartamudeando e ignorando mis preguntas, el amigo raro de Jeiby. Tenía la cara totalmente ruborizada y con semblante idiota. Se veía como uno. Eso me desagradó.
_ Hola... _ lo miré con el ceño fruncida. Preocupada por la extraña e indescifrable cara que estaba poniendo en ese momento.
_ ¿C-cómo est-tt-ás? _ ¡Dios! Esa tartamudez me está irritando ¿Por qué no habla bien? Luego me sentí mal por pensar así y cambié mi pregunta mental ¿Tendrá algún problema? ¿Será tartamudo de nacimiento?
_ Estoy bien _ respondí seca, pero todavía ceñuda porque no sabía que quería
_ M-me alegro por ti
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"AMORES TÓXICOS" [PAUSADO]
Romance"Dicen que el primer amor nunca se olvida. Es verdad. Pero lo que no es verdad es que se los supera, porque al menos yo no he podido superar a mi primer amor" - Ali Amores tóxicos es una historia de romance sobre una peculiar pareja de adolescentes...