William
Christian y Stacy se despiden de nosotros y se marchan en coche. Arisha se viene a mi piso, su casa está demasiado lejos como para ir a estas horas de la madrugada.Una vez llegamos a mi piso le dejo una camiseta ancha y larga para que la use de pijama, le dejo que duerma en mi habitación y yo me quedo en el sofá en el salón. Me quedo mirando el techo y pienso en Christian, hemos cambiado tanto, creo que esta vez lo nuestro podría funcionar, alejados de todo, en esa nueva academia. Una nueva vida está a punto de comenzar. Mi teléfono vibra, es Christian dándome las buenas noches con el emoji del beso. No puedo evitar sonreír, desde que le conocí supe que era mi debilidad. Tengo una notificación de un número que no tengo guardado, he conseguido el trabajo espero que así pueda permitirme la academia. Mientras miro distintas redes sociales me quedo dormido.
A la mañana siguiente, un olor dulce me despierta. Voy hasta la cocina, Christian y Arisha están cocinando tortitas y han hecho smothies. Stacy me mira y sonríe mientras pone la mesa. Christian se acerca con una sonrisa majestuosa y me besa la mejilla, me sonrojo. En ese momento me acuerdo de lo que le dije a mi madre, << Yo ya tengo una familia>>. No puedo evitar emocionarme, así que disimulo y me limpio los ojos antes de que las lágrimas nazcan.
—¿Soy la única que tiene resaca? -susurra Stacy y le da un trago largo a su botella de agua.
—Sí -contesta Christian con una sonrisa—. Oficialmente eres una borracha -añade haciéndole burla.
—¿Has encontrado trabajo? -me mira Arisha interesada.
—Sí, empiezo a finales de agosto -le digo para tranquilizarla—. Y pagan bastante bien.
—¡Genial! -lo celebra Arisha.
Christian me guiña un ojo, se alegra de que haya conseguido trabajo y pueda ir a Linston con él.
—¿Cómo vas con la novela? -me mita Stacy y esboza una sonrisa placentera.
—Empiezo a tener ideas, creo que hoy podría a avanzar lo suficiente para enviárselo a las editoriales interesadas.
—Eso es genial -Arisha esboza su mejor sonrisa—. Puedo enviársela a la editorial en la que trabajo, pagan muy pero que muy bien y por adelantado -me guiña un ojo.
—Cuando lo acabe te lo envío -le sonrío.
Tardamos una hora en desayunar entre hablar y recordar los mejores momentos de la noche. Cuando terminamos de recoger la cocina, deciden irse. Christian y Stacy irán a una visita guiada de Linston, que envidia. Arisha tiene que ir a su casa y prepararse para una comida familiar. Cierro la puerta principal, camino por el pasillo y entro al salón. Cojo el ordenador, los saco de su funda plateada y me pongo a escribir. Al principio me cuesta, me vuelvo a bloquear, así que decido ir a por una Cocacola, espero que el azúcar despierte mi cerebro y me inspire. Y por raro que parezca, lo consigue, en tres horas consigo escribir el doble que un mes, casi puedo saborear el final del libro. Sin pensármelo dos veces, le envío un mensaje a Arisha y le paso los diez primeros capítulos para que los mande a su editorial. Seguidamente, le paso el archivo con los diez episodios a las editoriales que estaban interesadas. Doy un sorbo al refresco y continúo escribiendo. Cuando me doy cuenta son casi las tres y media y no tengo nada para comer. Suelto un suspiro, no me apetece cocinar. Así que pienso y me decanto por pedir a domicilio, decido comer comida china y en un cuarto de hora más o menos llega. Pago con un billete y le digo que se quede con el cambio.
Huele de maravilla. Llego al salón, me siento en el suelo, quito el ordenador de la mesa de centro moderna y como ahí mismo. Le envío una foto a Christian, sé que le gusta la comida china. Me responde en cuestión de segundos, me dice que le doy envidia en mayúscula y con muchas exclamaciones y emojis llorando. Esbozo una sonrisa.Acabo de escribir, son las seis de la tarde y oficialmente he acabado de escribir mi primer libro. Mi teléfono vibras varias veces, la editorial que publicó a Arisha quiere publicar mi libro. Nos ponemos a gritar como locos, puedo escucharla desde el otro lado del teléfono.
—Cuando puedas ven a mi piso, nos vamos a beber una puta botella de champán -le digo—. ¡Estoy hay que celebrarlo! -grito eufórico.
Tras colgar con Arisha, llamo a Christian y le digo que publicaran mi libro, me felicita con mil veces, no para de decirme que está orgulloso y de repente de calla.
—¿Sigues ahí Christian? -mascullo preocupado.
—Tenemos que quedar y solucionar las cosas -susurra y en su voz puedo notar que se ha puesto triste.
—¿Dónde quieres que quedemos?
—En el hotel de la plaza del centro -susurra.
—El hotel de nuestros sueños -murmura y sonrío.
—Te dije que acabaría llevándote allí -sé que está sonriendo.
—Nos vemos allí, el viernes que viene, ¿te parece?
—Deseando de que llegue el viernes.
—¿A las ocho? -le pregunto y me muerdo la uña del dedo índice, los nervios me están matando.
—Perfecto -vuelve a sonreír.******* ******* *******
Arisha saca una botella de vino, Stacy y yo lo celebramos con ruidos ya que no podemos articular palabra del pedo que llevamos.
—¡Somos escritores cabrones! -grita Arisha.
Descorcha la botella, y bebe directamente de ella. Se la pasa a Stacy y ella a mí.
A las dos de la mañana, Arisha abre cuatro tercios de cerveza. Dos para ella y dos para mi, estamos en la terraza fumando. Stacy se quedó dormida con la botella de vino.
—Tengo ganas de empezar el curso en Linston -murmura Arisha.
—Yo también, quiero empezar lejos de las movidas que viví en esta ciudad. Quiero ser un nuevo yo.
La verdad que a veces todavía tengo pesadillas en las que todos los tíos con los que me he acostado se vengan de mí y me torturan. Sigo viendo a Matt pegando tiros intentando matarme, a Ana gritando y gimiendo mientras se folla a Christian una y otra vez y se ríe de mi mientras el le chula las tetas.
—Pienso igual que tú -susurra Arisha—. ¡Por un nuevo yo! -alza el tercio y lo choca con el mío.
A las siete de la mañana, los rayos del Sol empiezan a despertarnos. Arisha y yo nos quedamos dormidos en la terraza, tenemos demasiados tercios a nuestro alrededor.
Tengo que aprender a beber urgentemente, aunque no creo que lo haga nunca. Nos levantamos del suelo, la cabeza me da vueltas y creo que me va a explotar en cualquier momento. Cuando entro al salón me encuentro a Christian mirándome fijamente.
—¡Buenos días! -grita con fuerza.
—¡Cállate gilipollas! -le chilla Arisha y se lleva las manos a la cabeza.
—¿Cuándo vas aprender a beber? -me mira decepcionado.
—Es mi vida Christian -le espeto—. Deja que la viva como quiera.
—Eres un inmaduro.
Me doy media vuelta y le miro desafiante.
—¿Yo soy el inmaduro? Nuestra historia es un sinfín de cuernos, alcohol, sexo, mentiras, control y toxicidad -recupero el aliento—. Y todo porque eras un heterosexual que no quería admitir que le ponía cachondo otro tío y que se acabó enamorando de él.
—¡Si me enamoré de ti! -grita.
—¡Tenías que habérmelo dicho en vez de follarte a otras!
—¡Y tú deberías de haber dejado de chuparla por tabaco!
—¡Eso es un golpe bajo! ¡Eres un cabronazo!
—¡Tú eres el que quiere dejarme de malo! -chilla—. ¡No eres un santo William!
—¡Tú tampoco Christian! ¡Eres un tóxico de mierda!
—¿Eso piensas de mi? -Christian me mira con ojos vidriosos—. ¿Crees que soy tóxico?
—No lo creo, lo sé -le espeto.
—¡Vete a la mierda! -me grita.
—¡Huye como haces siempre! -le vocifero.
—¡Tú te fuiste! -me espeta.
—¡Tú dejaste embarazada a Ana!
—¡Se acabó! -grita enfurecido—. ¡No quiero volver a verte en mi puta vida!
—¡Ni yo a ti! -le espeto.
—¡Me has arruinado la vida! -me grita y las lágrimas brotan de sus ojos. Siento una punzada en el corazón, mi mente no deja de repetirme que le he arruinado la vida.
—¡Eres un monstruos Christian! -le espeto y sé que acabo de sentenciar la relación. Christian me mira dolido, decepcionado, se limpia las lágrimas y se larga.
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Tú, Yo & El Verano [Chicos Malos 3]
Teen FictionTras pasar lo que han pasado Chris y Will, ellos todavía tienen la esperanza de que estarán juntos y tienen el verano por delante para demostrarlo.