William
Es jueves, mañana sería el día en el que hablaría las cosas con Christian para arreglarlo, pero tras la última discusión dudo que se presente. Miro al techo durante horas y me doy asco por lo que acabo decidiendo pero hay personas que nacemos rotas y malditas y solos sabemos jodernos hasta nuestra muerte. Así que me visto con lo más sexy que tengo y salgo con el objetivo de beber, follar y con suerte morir de un coma etílico. Siento como voy cayendo en esa espiral oscura en la que estuve atrapado durante años. Ojalá se acabara el verano, quiero irme a Linston y empezar de cero.Cuando termino de vestirme, salgo de casa. Miro a mi alrededor y entro en el primer bar que veo, empiezo bebiendo cerveza y fumando en la calle cada poco tiempo. No hay ningún tipo con el que merezca la pena liarse. Así que salgo de este bar y me voy a otro y a otro después de ese.
A las tres de la mañana entro en otro bar, me acerco a la barra y pido una cerveza, a lo lejos me doy cuenta de que un joven me mira varias veces. Cojo mi cerveza y le doy un buen trago. Me levanto y salgo a la puerta a fumar. El joven que me miraba sale, creo que me busca. Cuando me giro lo tengo delante, me pide fuego y yo le doy. Tras fumarnos el cigarro me esta follando duro en uno de los baños del bar.
Salgo del bar y me meto en el metro buscando mi próximo bar con buena reputación según Google.
A las cinco de la mañana estoy comiendo una porción de pizza en un local de no sé donde en no sé donde.
—¿Will? -me llama una voz en susurros.
No sé por qué pero dejo de masticar mi pizza, me giro lentamente hasta que veo a la chica que me ha llamado.
—Emma -murmuro.
—¿Qué haces aquí? Vives al otro lado de la ciudad.
—Me han recomendado este local -me excuso.
—Will tengo dieciséis, no soy tonta -se aguanta la risa—. Además, apestas a tabaco y alcohol. ¿Estás bien? -me mira preocupada.
—Estoy bien, estoy bien, bien, bien, bien -la miro fijamente—. De hecho, muy bien, muy bien –a quién quiero engañar estoy en la mierda absoluta porque soy gilipollas y la he vuelto a cagar con Christian, ahora que todo iba estupendamente.
—Si necesitas algo, búscame, estoy en ese bar.
Media hora después me encuentro por las calles gritando y cantando canciones pop con Emma los dos completamente borrachos.
—¡Te quiero Will! -grita Emma.
—¡Te amo! -grito y nos abrazamos fuertemente.
A las diez de la mañana me despierto sobresaltado y Emma se despierta del susto. Miro a nuestro alrededor.
—¿Dónde estamos? -murmuro desconcertado y la cabeza empieza su gran musical, esta vez quiere matarme de verdad.
—¿No es tú casa? -susurra Emma desconcertada.
—Que yo sepa, no -ahogo una risita.
La puerta se abre y entra Arisha. Me muestro aliviado.
—¡Eres un irresponsable Will! -me grita—. Emma tiene dieciséis años, como se te ocurre emborracharla.
—¡Eh! -le grita Emma—. Que yo ya iba borracha antes de encontrarme con él -suena indignada.
—Tú hermano está a punto de llegar -le espeta Arisha.
Los dos nos sobresaltamos y alteramos, sinceramente no sé quién de los dos debería estar más asustado, si Emma por haberse emborrachado con el ex de su hermano. O yo por haberme emborrachado con su hermana menor de edad.
—Solo viene a recogerla, tranquilos -nos advierte Arisha—. Os he hecho tortitas están en la cocina.
Emma y yo nos levantamos de la cama de un salto bajamos corriendo. Nos ponemos a comer como cerdos, incluso usamos las manos. En serio, nunca antes había tenido tanta hambre, esta vez me he pasado bebiendo. No vuelvo a salir nunca más. La voz de mis consciencia rompe a reír, los dos sabemos que volveré a salir.
Al cabo de media hora, llega Christian, abraza a Emma y la manda para el coche, me mira entre enfadado y decepcionado.
—Está bien, tal vez, no sepa beber Christian, ni querer, pero si sé cuidar de las personas importantes de aquellos que me importan.
—No he dicho nada, no me alegro de que se emborrache, pero me sentí aliviado al saber que estaba contigo -una sonrisa intenta aparecer en su rostro pero tuerce el labio para hacerla desaparecer.
Christian se dirige a la puerta, se detiene y se gira.
—He decidido que me iré a la residencia de Linston. Me quedan solo unos pocos días en la ciudad.
Christian sale y cierra la puerta principal.
—¿A qué ha venido eso? -me mira Arisha completamente desconcertada.
—Eso, es una oportunidad más -murmuro y lentamente se va dibujando una amplia sonrisa en mi rostro.
Christian quiere que vaya mañana al hotel, es posible, que tras una conversación, podamos solucionarlo todo y empezar de cero en Linston.
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Tú, Yo & El Verano [Chicos Malos 3]
Teen FictionTras pasar lo que han pasado Chris y Will, ellos todavía tienen la esperanza de que estarán juntos y tienen el verano por delante para demostrarlo.