William
Me paso toda la mañana nervioso, moviendo las piernas, dando golpecitos en el suelo con el pie, mordiéndome las uñas. Arisha me trajo a mi paso por la noche. Como los nervios no se me calman decidido ducharme, me masturbo en la ducha y cuando acabo, salgo, me visto y voy a la cocina. Puedo sentir los nervios devorándome por dentro, preparo un té, nunca he hecho uno pero supongo que me calmará aunque lo dudo, estoy muy nervioso.
Mientras me tomo el té, se me ocurren un par de ideas para una segunda parte del libro, la editorial está encantada con la recepción que están teniendo mi libro y el de Arisha. En algunas redes sociales y blogs leo que proponen hasta hacer crossovers con ambos libros y la mayoría de los comentarios son pidiendo secuelas de ambos libros.
Para comer me hago una ensalada y pescado, me vuelvo a poner a escribir ideas, las apunto en un cuaderno de cuero, dónde escribo todo lo que se me ocurre en cualquier momento, lugar y a la hora que sea.
Me subo a la habitación y preparo la ropa que voy a ponerme, decido por unos pantalones chinos negros, zapatos, camisa blanca y americana negra. Parece que voy de boda pero necesito estar perfecto, esta conversación es importantísima para mí, quiero que todo salga perfectamente.******* ******* *******
Arisha me lleva hasta el hotel, me despido de ella y le doy las gracias por traerme. En recepción pregunto por la habitación y me dicen que es la trescientos once. Inspiro y espiro durante todo el camino para tranquilizarme. Cuando me planto delante de la puerta me doy cuenta que mis intentos de relajación han sido completamente inútiles porque estoy más nervioso que cuando llegué.
Abro la puerta con la tarjeta metálica que me ha dado la rubia de recepción, un pitido suena y la luz se enciende en verde. Presiono la manivela, esta cruje y abro la puerta. Al entrar me quedo boquiabierto, las luces están tenues hay un corazón gigante formado por pétalos rosas. Dos botellas de champán metidas en una cubitera con dos copas de diseño al lado. La habitación huele de maravilla creo que es lavanda. Pero, mi rostro se entristece, Christian no está. Me dejo caer en el sillón de cuero blanco que tengo detrás, no quiero romper el corazón de pétalos. Miro el teléfono y no tengo ninguna notificación de Christian. Igual he sigo un ingenuo y ese comentario no significaba nada, soy idiota, me he hecho ilusiones para nada. Me muerdo el labio para contener las lágrimas, aunque decido esperar, no sé por qué pero tengo la esperanza de que aparezca.Son las diez de la noche y Christian no ha aparecido, me desabrocho la pajarita y el botón del cuello.
Menuda puta mierda.
Cojo mi teléfono el cuál está completamente muerto. Salgo de la habitación, bajo a recepción y entrego la tarjeta. La mujer parece preocupada. Salgo del hotel decaído, decepcionado y sobretodo, dolido. Siento como si me hubieran arrancado el corazón y lo hubieran pisoteado. Espero en la acera mientras fumo, empieza a llover pero me da igual es una puta tormenta de verano, las odio. Hago un gesto con el brazo para detener a un taxi. Tiro el cigarro con movimiento brusco porque estoy enfadado, mi móvil se cae y por culpa del agua se desliza hasta una rejilla que lleva a las alcantarillas; no me doy ni cuenta, entre el enfado, los ojos vidriosos y el dolor que siento en mi interior no puedo pensar en otra cosa salvo irme a casa y beberme una buena copa de vino. Me subo al coche y le digo la dirección al conductor. Si en vez de ponerme a llorar en ese maldito taxi me hubiera girado, podría haber visto a Christian llegar corriendo a la entrada del hotel con un ramo de rosas amarillas. Si hubiera cargado el móvil ese día, hubiese leído los mensajes de Christian diciéndome que tenía que llevar a su hermana a la otra punta de la ciudad que llegaría sobre las diez y cuarto, que le esperara, que quiere intentarlo mil veces porque quiere una vida conmigo porque me ama. Pero por desgracia, no tomé ninguna de esas decisiones ese día, así que me alejé del hotel subido en ese puto taxi, llorando, hundido y completamente roto, creyendo que a Christian, no le importaba ni sentía nada por mi. Cuando en realidad, fue cosa del destino o del karma que ni quiso que aquel día, nos volviéramos a juntar.La historia entre Will y Christian continúa en CLIMAX.
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Tú, Yo & El Verano [Chicos Malos 3]
Teen FictionTras pasar lo que han pasado Chris y Will, ellos todavía tienen la esperanza de que estarán juntos y tienen el verano por delante para demostrarlo.