Plaza...
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Atrapado en el restaurante de sus padres desde temprano, Mauricio se sentía ansioso. Se suponía que ese día se vería con Bruno Madrigal, pero no habían determinado una hora o lugar. Había estado demasiado emocionado para enfocarse en los detalles. Ahora allí, no sabía si el azabache le estaría buscando o simplemente se había ido al no verle.
—¡Mauricio, apresúrate y toma la orden de los Gómez!. —su madre grita desde algún lugar, haciendo que saltara rápido a atender a los clientes con su mejor sonrisa. De todos los días en los que podía ayudar a sus padres, ese era el que tomaban. —¡Espabila mijo! —la mujer que le dió la vida le golpea detrás de la cabeza cuando entra en la cocina y le da la orden. Ella habla y habla de lo lento que estaba siendo ese día, con la cabeza en las nubes. —¿Es acaso que estás enamorado? —luego menciona dándole una mirada curiosa, hay una pequeña chispa de esperanza.
Aunque su madre no era tan insistente como su abuela, ella mantenía el sueño de que un día encontrara a alguien.
—¡Mira! —el castaño salta apuntando a la ventana de la cocina. —¡Es Luisa! —menciona viendo una salida de escape. —Iré a llevarle algo de tomar, debe estar cansada por todo el trabajo que hace. —se apresura de llenar un vaso con jugo y huir.
Por supuesto que su distracción era por amor, en parte, pero no podía decirle eso a su madre. Primero, la persona en la que tenía el ojo ni siquiera era una chica, y si se enteraban de que era el tan "famoso" Madrigal del que todos temen, le dejarían en la calle.
—¡Luisa! —llama mientras se acerca. —¡Hey Luisa! —sacude su mano para atraer su atención, consiguiendolo luego de que ella lanza una enorme roca al otro lado de Encanto. —Eso fue asombroso. —todos los Madrigal lo eran, sin duda alguna.
Luisa, sorprendida por el elogio, se muestra algo tímida. —G- Gracias...
—Ten. —ofrece el vaso con jugo. —Trabajar todo el tiempo bajo el sol es agotador. —él lo sabía bien, a veces ayudaba en el campo de arroz de la familia.
La chica lo toma dudosa, dándole una mirada al hombre frente a ella. Entonces Mauricio actúa rápido y se presenta.
—¡Oh! —Luisa parece reconocerlo de algún lado. —¿No eres el amigo del tío Bruno? ¿El que estaba ayer en casa? —por supuesto que había estado atenta a todo lo que su familia había estado hablando desde que Camilo descubrio a su tío con alguien. ¡Era todo un escándalo! Porque hasta el momento, nadie parecía aún querer tener contacto directo con él. ¡Lo cual era injusto! Porque su tío era una muy buena persona.
—B- Bueno... No diría que amigo... —divaga un poco desviado la vista. Apenas y ayer habían hablado correctamente por primera vez, era muy pronto para esa etiqueta. Sin embargo, estaba contento de que la familia Madrigal pensara que lo era.
Luisa estaba por preguntas a qué se refería, intentando encontrar una explicación entonces a la relación con su tío, pero alguien la llama y debe apresurarse a ir.
—¡Te acompaño! —Mauricio se apresura a decir, comenzado a caminar al lado de Luisa. —Y dime ¿Qué tal el trabajo?
[...]
Inesperadamente Luisa y Mauricio habían encontrado en el otro una persona para quejarse sobre cuan agotador a veces era ser ellos. Luisa como la más fuerte de la familia, y Mauricio como hijo único.
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"En un sueño una visión" | Bruno Madrigal [BL]
Fanfic›Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para alguna persona tú eres el mundo. →Gabriel García Márquez.