🐀 capítulo once:

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Visión en un sueño...

   Junto a Mauricio los meses pasan rápido. Lo que empezó en octubre llega a diciembre y Bruno no debe de pensar más sobre qué siente por él.

[...]

La familia Madrigal se encuentra de fiesta, celebrando el cumpleaños diecinueve de Luisa. Mauricio, obviamente invitado, llega por la noche a la casa. Zigzagueando entre la multitud, logra llegar a la cocina para dejar los postres que ha llevado.

—¡Primo! —de inmediato es sorprendido y atrapado por un fuerte abrazo de Mariano, acompañado por Dolores de camino a la cocina. —Llegaste, que bueno.

—Sí. —se suelta del fuerte brazo del Guzmán, mirando a Dolores para regalarle una sonrisa. —¿Sabes dónde está Luisa? Quiero desearle un feliz cumpleaños.

—Esta en el patio con los demás. —responde para luego acercarse y susurrar: —Y el tío Bruno está en su habitación. —salta en un pequeño chillido para luego despedirse y seguir su camino al lado de su pareja.

Con una sonrisa bastante feliz, Mauricio va primero a saludar a los niños antes de ir corriendo a la torre. Cuando estos le ven, de inmediato se acercan a saludarlo, y él le desea un feliz cumpleaños a Luisa dándole su regalo. Y antes de irse, le dice a Camilo que en la cocina dejó algo, viendo como el chico se emocionaba para salir en dirección al lugar mencionado.

Despidiéndose por un rato, todos saben a dónde va.

—Sabía que estarías escondido aquí. —Bruno es sorprendido del otro lado de la puerta de arena en su habitación. Girando rápido, se encuentra con Mauricio. —Toque antes de entrar. —afirma con una sonrisa divertida.

—No estoy escondido. —el azabache menciona desviando la vista al piso.

—¿Entonces que haces en vez de estar en la fiesta? —acercándose con pasos seguros y rápidos, hace que el Madrigal lo vea cuando está frente a él.

—Tener... visiones.. —claramente miente.

—Por supuesto. —el castaño asiente falsamente convencido. —¿Puedo ver alguna? —pide pruebas que el hombre mayor no tiene, haciendo que comenzara a ponerse nervioso. —Bruno, no puedes mentirme. Y tampoco es necesario, te conozco, sé que no te gusta estar rodeado de personas, pero es el cumpleaños de Luisa y yo sé que ella quiere que estés allí. Como todos.

Con todo el tiempo que llevaban pasando el rato, Mauricio podía decir con seguridad que conocía al hombre frente a él.

—Lo siento. —ofrece Bruno acariciando a la rata en su mano.

—No te preocupes. —Mendoza dice, tomando con delicadeza al pequeño animal de las manos del mayor, sorprendiendole. —Toma, come eso y luego podremos ir a la fiesta. —en su lugar coloca una taza con arroz con leche.

—El tan famoso arroz con leche de los Mendozas, que- que honor. —bromea con una sonrisa de dientes. —Lo comeré antes de que Camilo aparezca y me lo quiera quitar.

—No te preocupes, debe estar ocupado con los que dejé en la cocina. —asegura acariciando a la rata en su mano. Al pasar tanto tiempo con Bruno en casa Madrigal, su miedo e inquietud hacia ellas se había ido en su totalidad.

"En un sueño una visión" | Bruno Madrigal [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora