Capítulo 1

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El capítulo es completamente nuevo, el que antes era el cap 1, pasó a ser el 2. Sentía que era necesaria esta parte, así que sí, léela, porque no lo has hecho. Se vendrán algunos otros cambios, pero no se preocupen, nada alterará drásticamente lo poco que ya hemos leído. 

Nebul. 

(Neblina).

Michelle.

La neblina que cubre mi entorno se ha vuelto una de las cosas que más aprecio, o una de las cosas a las cuales me he acostumbrado de ver cada día de mi vida estando en Berlín, cualquiera de las dos cosas, no importa, de igual manera sigue siendo algo que no puede faltar; sin neblina, mi vida no es lo mismo, así que cuando los rayos de sol emerjan de entre las nubes alumbrando plenamente sobre mí, sin ningún obstáculo que pueda bloquear el reflejo, es porque las cosas van a estar yéndose por el abismo.

Así es, la neblina para algunos puede transmitirles aquella sensación de miedo, de misterio, de angustia, puede transmitir una señal de problemas venideros, o de guerras catastróficas para nuestra civilización, sin embargo, he estado en tantas guerras, en tantas desgracias, que he aprendido a usar la neblina a mi favor, la he vuelto mi aliada, mi amiga, mi sombra. La neblina, para mí, significa aquella barrera que les dificulta a los demás verme a través de ella, significa un refugio para lo que soy, un refugio al que no todos pueden cruzar, la espesa nube de humo blanco y húmedo solo permite ver lo que yo quiero que vean los demás, permite que me esconda entre ella para ir, atacar a mi oponente, y cumplir con mi objetivo sin ser vista.

La neblina significa un lugar seguro en donde las bestias más peligrosas se refugian, un lugar que alberga a los demonios más extraños y letales, un lugar en donde los espectros más despiadados y sangrientos comenten sus mejores coartadas, un lugar en donde aviva a los dioses de lo inmoral más crueles que hubiesen existido, y un lugar en donde el mejor gana, y el cobarde muere.

Efectivamente no soy una que va a morir, esto es una especie de campo de juego, en donde te meten dentro a lo peor que pudiste creer, para luchar y demostrar quién es el mejor, quien es el que tiene el poder más grande; la república parece eso, un centro encerrado en donde todos los Agentes protegen al creador del juego, y todos los ciudadanos son los esclavos menos prestigiosos en comparación con los Agentes.

Mis ojos entrecerrados observan cada movimiento de Franco, quien intenta tocarme el rostro con sus movimientos agiles en este enfrentamiento, mientras que somos cubiertos por una espesa neblina que me sube la adrenalina. Demasiado. Muevo mi rostro con rapidez a un lado, esquivando su fuerza en el puño. Su sonrisa es algo que me causa gracia también, porque es tan ilógico, y aunque podría demostrar la misma expresión que él, no lo voy a hacer porque mi forma de distracción no es esa, sin mencionar que lo molesta que estoy es parte de no querer sonreír.

Y quien provoca mi enojo es nada más y nada menos que la república, para ser más específicos, Stella Donovan, la presidenta. No puedo hacer mucho, con ella no, pero que cuestione en forma muy indirecta mis logros es algo que no me gusta, peor cuando nadie puede decirle algo a ella porque la RDLA la respalda.

No puedo quejarme, por la república y mi trabajo es que me mantengo en una sociedad alta, el sueldo es mucho mejor que otro, y además, puedo hacer lo que me gusta, ¿qué más puedo decir? Me gusta joderme a la gente demostrando que soy mucho más de lo que me catalogaron, me gusta subir de mérito, me gusta ir e intentar ganarme un pañuelo de honor, fallando en algunas, para así volverme más letal y conseguir cada una de ellas con el sudor de mi frente.

La RDLA me debe mucho, así como yo le debo a ella, sin embargo, la deuda de ellos para conmigo es más grande, como lo es el haber perdido a mis padres que prestaban honor a la República; no solo eran los mejores Agentes Gran Líder, también eran dos personas que por la organización terminaron dando la vida, honorificando en nombre de la misma, muriendo bajo los talones de los japoneses.

Felonía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora