Nacer en la familia Cullen fue lo mejor que le pudo haber pasado a Jumelle Cullen. Pero ciertos eventos la llevan por un camino que la aleja de su familia y la lleva a las garras de los legítimos Volturi.
Al conocer a Tristen Jensen y sus extraños p...
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Jumelle se rió entre dientes.
- No se - Se arrastró hasta el final de la cama y se inclinó para que sus caras quedaran a escasos centímetros de distancia. - ¿Lo soy?
- Lo tomaré como un sí.
- - -
Un golpe en la puerta sobresaltó tanto a Alec como a Jumelle mientras los dos yacían abrazados. Alec maldijo por lo bajo mientras saltaba de la cama y se ponía unos pantalones. Jumelle se incorporó y sonrió mientras observaba a su pareja tirar ropa frenéticamente en el armario. Levantó la vista y miró a Jumelle. Ella sonrió inocentemente.
- Ponte algo de ropa, JuJu - murmuró Alec.
Jumelle sonrió. Alec le dirigió una mirada suplicante que hizo que su corazón se derritiera. Jumelle hizo un puchero juguetonamente.
- ¿Pensé que te gustaba más cuando no tenía ropa?
Alec perdió la mirada suplicante y fue reemplazada por diversión.
- Créeme, lo hago - se rió por lo bajo. - Pero tu abuelo está a punto de estar en nuestra casa y estás desnuda. Por favor, ponte algo de ropa, Elle.
Jumelle hizo una mueca.
- Bueno, cuando lo pones de esa manera, lo haces sonar repugnante - murmuró. Alec le dio otra mirada. - Está bien, me voy - dijo rotundamente. Agarró una camisa al azar del suelo y se la arrojó a Jumelle.
- Quizás quieras ponerte algo de ropa, amigo - se rió Jumelle mientras se quitaba la camisa por la cabeza. Alec todavía estaba sin camisa.
- No es tan malo si no tengo una camisa puesta, Elle.
- Pero entonces sabrá que estábamos haciendo cosas inimaginables. Y los abuelos pueden ser casi tan aterradores como los padres cuando se trata de ese negocio.
Alec la miró fijamente.
- Buen punto - Lanzó unos pantalones de chándal en dirección a Jumelle. Jumelle se los puso rápidamente. Alec agarró una camisa para sí mismo.
- Quédate aquí, lo traeré arriba - Se quitó la camisa por la cabeza mientras salía del dormitorio.
Jumelle suspiró y se dejó caer sobre la almohada con una sonrisa aturdida. Ella era la persona más feliz del mundo en ese momento, y nada realmente podría quitarle eso ahora.
A menos que se confirmara que había contraído algún tipo de enfermedad. Eso sería horrible.
- Ella está aquí - escuchó Jumelle decir a Alec. La puerta del dormitorio se abrió para revelar a Alec y Carlisle. Jumelle sonrió suavemente y saludó a su abuelo. Carlisle sonrió y le devolvió el saludo.
- ¿Qué pasa con el pelo? - preguntó Carlisle mientras entraba al dormitorio y se sentaba en el borde de la cama. Los ojos de Alec se agrandaron y se tensó desde donde estaba apoyado contra el marco de la puerta.
- Me acabo de despertar - se rió Jumelle. Los ojos de Alec se suavizaron y se volvieron juguetones ante su afortunada salvación. - Y acabo de comer, así que no te sorprendas si te vomito - agregó Jumelle.
Carlisle frunció el ceño.
- ¿Ya has considerado las posibilidades? ¿Qué podría ser potencialmente?
- Pensamos que podría haber sido una enfermedad que contraje en alguna parte - dijo Jumelle, sin rastros de alegría. La conversación era seria ahora. - Pero tampoco he estado mucho con los humanos en los últimos meses, así que no sabemos qué podría ser.
Carlisle frunció los labios. Jumelle creyó ver un destello de miedo en sus ojos, pero desapareció después de que ella parpadeó.
- ¿Cuándo has estado vomitando?
- Toda la semana - Alec hizo una mueca. - Es horrible.
- Caramba, gracias - murmuró Jumelle. - Es bueno saber que soy amada.
Alec guiñó un ojo.
- Siempre.
- ¿A qué hora has estado vomitando? ¿Durante el día, o...?
Jumelle frunció el ceño, pensando mucho.
- A veces será muy temprano en la mañana. ¿Otras serán quizás las ocho o las nueve de la mañana?
Alec asintió en confirmación.
- Por lo general.
El ceño de Carlisle se profundizó.
- Alec, no te importa regresar a la casa, ¿verdad? Me gustaría hablar a solas con Jumelle por un momento.
Alec parecía vacilante.
- Estaré bien - le aseguró Jumelle. Alec no parecía completamente convencido, pero se fue de todos modos. Jumelle miró por la ventana mientras desaparecía entre los árboles hacia la casa principal de los Cullen.
- Jumelle - dijo Carlisle en voz baja, ganando la atención de Jumelle una vez más.
- ¿Sí?
- Um... Puedo estar equivocado en esta suposición, pero... creo que podrías estar embarazada.
