Obsesión | Aidan Gallagher

CAPÍTULO UNO

— ¡Moon! — gritó mi hermano Cody — ¿Sabes que el maquillaje no hace milagros verdad?.

Rodé los ojos — En un momento salgo.

— ¡Eso dijiste hace una hora, Moon! — golpeó nuevamente la puerta.

Abrí la puerta del baño y este entro corriendo, fui a mi habitación y tomé mi mochila que se encontraba sobre mi cama. Mire hacia la pared, dónde posaba una gran imagen de Aidan Gallagher, mi cantante y actor favorito.

Estoy enamorada de él desde hace ya tres años, y no puedo creer que aún no lo supere.

— ¿Seguirás viendo a tu novio imaginario o nos llevarás a la escuela? — preguntó mi hermano pequeño, Nick.

Suspiré — Jamás, vuelvas a entrar a mi habitación —entrecerré los ojos.

Alzó una ceja — No te tengo miedo.

— ¡Mamá, adivina quien rompió tu jarrón favorito!...

— ¡Cállate! — suspiró — Fue un accidente a propósito.

Lo mire extrañada — Eso no existe.

— ¡Si existe! Búscalo en internet — se fue.

Me giré mientras sonreía, amaba a mis hermanos.

— Adiós, amor — me despedí de la foto de Aidan y cerré la puerta.

Camine tranquilamente hasta la cocina, Elli —mi otro hermano pequeño— se atravesó golpeando levemente mi brazo.

— Ten más cuidado — le hable pero pareció no importarle ya que entro a su habitación corriendo.

Llegué a la cocina, donde ya se hallaba mamá preparando el almuerzo de mis hermanos. Me acerqué a ella y besé su mejilla.

— ¿Y papá?.

— Está trabajando, se fue desde muy temprano y llegara muy noche — mostró una mueca.

— Trabajo y más trabajo — bromeó — ¡Oh! Mamá, en la escuela hay cursos de actuación y...

— Moon ya hablamos de esto, no tengo dinero para pagar una escuela de actuación.

— ¡Pero mamá! — hice un puchero — Podría trabajar.

— Eres menor de edad, no quiero que... ¡Elli tu almuerzo! — gritó — No quiero que seas una joven estresada.

— Tu siempre nos dices que debemos seguir nuestros sueños y este es el mío.

— Moon, estamos pagando las clases de piano de Elli, una gran mensualidad de las clases de futbol de Cody.

— Pero mamá...

— Última palabra, ten —me dio mi almuerzo.

Me miró por unos segundos y tomó mi rostro.

— Cariño, sabes que te amo.

Rodé los ojos con una sonrisa — Lo sé mamá.

Los chicos llegaron y tomaron sus almuerzos, salimos de casa, Cody se adelantó, Nick y Elli se iban conmigo, ya que la escuela me quedaba de pasada.

Nos quedamos extrañados al ver tantas cajas en el corredor, hasta la puerta que estaba frente a nuestra casa.

— ¿Alguien se va a mudar? — preguntó Elli.

— Tal vez.

— ¿Crees que sean raros los nuevos vecinos?.

Me encogí de hombros — No lo sé — toque el botón del ascensor pero estaba ocupado así que bajamos por las escaleras.

Tenía curiosidad de saber quién serían nuestros nuevos vecinos.

...

Antes de salir de la escuela mire desde la puerta el salón de actuación. Era increíble, siempre me había interesado en eso, pero mis padres no podían pagarlo.

Por eso estuve pensando en trabajar a escondidas de mi madre, pero no creo poder hacerlo, la escuela era suficiente.

Camine de regreso a casa, no sin antes pasar por mis hermanos pequeños, lleve rápidamente a Elli a clases de piano y fuimos a casa Michael y yo.

Al llegar subimos por el ascensor, caminamos por el pasillo, las cajas seguían ahí, aunque ya no era tantas.
Saqué las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta del departamento.

— Oye, disculpa.

Me giré tras el llamado que me hicieron.

Deje caer la llaves al ver a la persona que estaba llamándome, frente a mi con una sonrisa nerviosa.
Me quede boquiabierta sin poder creer lo que estaba pasando.

Debía ser un sueño.

— Un sueño — susurré.

— ¿Disculpa? — preguntó.

— ¡Nada! ¿Qui-Quién eres tú?.

Estúpida pregunta.

Iba a responder pero mi hermano lo interrumpió.

— ¿Cómo no vas a saber? — río — Tienes una foto de él realmente enorme pegada en la pared de tu habitación.

Y ahí fue cuando todo se vino abajo, sentí mi sangré enfriarse en una velocidad increíble, comencé a sentirme débil.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba? — me pregunto Nick. Se quedó pensando unos segundos antes de responderse a sí mismo — ¡Oh si! Aidan Gallagher.

No hable en ningún segundo, el chico frente a mi era Aidan Gallagher, mi hermano lo estaba mirando así que no es ningún sueño o algo salido de mi imaginación.

— ¿Estás bien? — preguntó Aidan.

Asentí — No — ¿Qué me esta pasando? — Digo si ¡Si!.

— Oh bueno — sonrió incómodo — Creo que iré a... — apuntó a su departamento.

— ¿Ocupabas al-algo?

— Ah... — hizo una mueca.

— "¡Aidan necesitamos esa llave rápido!" — gritaron.

Aidan cerró los ojos y apretó los labios — Necesito una herramienta, una llave específicamente.

— ¡Nosotros tenemos! — Exclamó Michael — Pasa, pasa. Estás en tu casa, Aidan Gallagher.