CAPÍTULO VEINTICINCO

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Al llegar al edificio baje del auto y tome la guitarra que anteriormente me había conseguido mi chofer.

Entre al lugar, habían algunas chicas y personas que me conocieron al instante e intentaron acercase a mi. Pero uno de los guardias de seguridad lo impidió. Las chicas estaban gritando mi nombre mientras sacaban su celular para grabarme y tomarme fotos.

Abrí el ascensor rápidamente y subí, seguro que esto se sabra muy pronto por las fans. Sentía mi corazón latir a mil por hora y tenía muchas emociones encontradas, solo pensaba en que ella pudiera perdonarme.

El ascensor se abrió, solté un grito ahogado de lo nervioso que me encontraba. Mi estómago estaba revuelto, creo que no me siento bien...

Vamos Aidan... Tu puedes.

Me un gran respiro y caminé con rapidez al departamento de Moon. Al llegar visualicé la puerta por algunos segundos, sujete con fuerza la guitarra. Toque la puerta.

Momentos después se abrió, era la madre de Moon quien estaba apunto de llamar a su hija pero la detuve haciendo una seña de silencio.

— Buenas noches señora Chaffee, ¿está Moon?

Asintió — Si, solo que no ha salido de su habitación desde que llegamos a casa...

Los chicos de unas chicas no la dejaron terminar, corrí hacia adentro y cerré la puerta. Respire profundamente.

— ¿Podrías explicarme que esta pasando? ¿Quienes son ellas? —pregunté consternada.

— No son importantes ahora, necesito ver a Moon.

— Claro, quizá cuando sepa que eres tú quiera salir de su habitación.

O tal vez quiero correrme.

Asentí y caminé hacia el pasillo donde se encontraba la habitación de ella, el padre de Moon venía detrás de mi a solo unos metros  junto a toda su familia. Me coloqué la guitarra y levanté mi mano a la altura de las cuerdas, hice los primeros sonidos con esta.

Y por alguna razón las palabras salieron de mi, sin si quiera pensar en que canción debía dedicarle a ella. Pero esta era perfecta.

Ella... cambió mi forma de ver las cosas, y cada que cantaba más podía sentir que mi corazón latía al ritmo de la guitarra. Al terminar, baje un poco la cabeza y me quede callado por un segundo y levante la mirada.

Allí estaba ella, mirándome fijamente con los ojos marrones más hermosos que haya visto nunca, lo admito... Ella es hermosa.

El silencio en la atmósfera me hizo sentir incómodo por un momento, tome la valentía de ponerme sobre una rodilla y mirarla. Esto era... extraño.

— Antes de que digas algo —hable— Quiero decirte que cuando llegue a este edificio jamás me paso por la mente conocer a alguien como tú, lo admito, no me caías bien —reí levemente— Pero con el tiempo... tu forma de ser, tu dedicación, hacia enamorarme más de ti.

— ¿E-Enamorarte?

Sonreí — Si Chaffee, estoy enamorado... —el nudo de mi garganta se hizo más grande— Moon, espero puedas perdonarme.

— Aidan —me tomo de la mano y me levanto con una sonrisa algo decaída.

— No te sientas presionada yo...

Me interrumpió juntando sus labios con los míos formando un beso tan dulce y apasionado al mismo tiempo. Tome sus mejillas y la acerque más a mi para profundizar más aquel beso tan necesitado.

Al separarnos juntamos nuestras frentes y sonreímos al mismo tiempo.

El flash de una cámara me hizo volver a la realidad, miramos hacia la izquierda donde se encontraba una gran multitud de chicas detrás de la familia Chaffee, toda tenías sus teléfonos mientras grababan todo.

Mierda.







El fina está a la vuelta de la esquina 🏃🏻‍♀️

Obsesión | Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora