CAPÍTULO DOCE

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Aidan se despidió de mis padres quienes habían cocinado una cena muy buena, a decir verdad. Y me hizo un gesto para que fuese con el.

Iba a desmayarme, de eso estoy segura. Por mi mente pasaron muchas cosas que posiblemente pasarían en este momento.

— La cena estuvo excelente — mencionó Aidan.

— Si — le dedique una sonrisa.

— Moon — mi nombre se escucha tan bien cuando el lo dice — Quiero confesarte algo...

Agrande un poco los ojos — Lo que sea.

¿Estaba apuntó de decirme que yo le gusto y que quisiera dos hijos conmigo?

— Me gusta una chica.

— ¡Aceptó! — me calle — Espera... ¿Qué?

— Si, me gusta una chica. Trinity, la rubia que ha estado viniendo, y bueno... Cómo tu eres una chica, quería preguntarte. ¿Qué te gustaría que te dieran?

Podía sentir el nudo en mi garganta. No quería llorar frente a él, de verdad este chico me gustaba y trataba de demostrarle eso pero el simplemente no lo captaba.

Aidan me miro — ¿Pasa algo?

— N-No... Seguramente le gustarían las flores.

Sonrió — Me pareció algo cliché, pero gracias. Nos vemos después Chaffee.

Este entro a su casa.

Quedé en medio del pasillo que separaba nuestros departamentos. Apreté la mandíbula y traté de no llorar pero al entrar a mi casa mis padres me miraron y no pude evitar romperme en llanto. Mi madre sin decirme nada me abrazo fuertemente.

Mis lágrimas salían sin control de mi, podrías llamarme exagerada pero dolía demasiado, el de verdad me gusta. Y mucho.

Pero me separé después de algunos segundos y corrí hacia mi habitación, cerré la puerta con llave y me aventé a mi cama para tratar de dormir, pero las lágrimas aun salían.

Levante un poco la mirada, encontrándome con la gran foto de Aidan en mi pared.

Volví a encoger la mirada, hasta que el suelo invadió mi cuerpo y quedé completamente dormida.

...

Aidan Gallagher

Salí de mi casa al escuchar la puerta de Moon cerrarse, efectivamente era ella y no se miraba muy bien, sus párpados estaban cansados, no traía maquillaje y sus ojeras eran un poco notables, se miraba terrible.

— ¿Estás bien?

Me miró — Si, si... Tengo que irme — se marcho sin decir mas.

La miré hasta que desapareció de mi vista y volví a entrar a casa, creo que lo que le había dicho le había afectado... Es que ya no encontré otra forma para quitármela de encima. Tuve que mentir.

Minutos después de estarme debatiendo en si hice bien o no, —porque me sentía mal por ella— Wyatt entro a casa con una gran sonrisa en su rostro.

— ¿Por qué esa gran sonrisa?

— Estoy feliz por ti, por conseguir alejarla y romperle el corazón. ¡Estoy feliz! — mencionó.

— ¿Estás feliz?

— ¡Claro que no idiota! Esa chica tiene el corazón más roto que tus calzoncillos. ¿Cómo pudiste haber hecho eso?

— Wyatt, no quiero a una chica detrás de mi cada segundo, quiero paz, y solo podía conseguir esa paz si le decía que me gustaba alguien más.

— Aún sigues siendo un idiota.

— ¿A que vienes?

— Buena pregunta, ahora con todo esto olvide a que venía — bufó sentándose en el sofá — Aidan, hasta tú mismo sabes que romperle el corazón a esa chica no fue lo correcto, debes hablar con ella y decirle como te sientes.

— No.

— ¿No?

— Wyatt, por fin me dejo en paz. Seguro se le pasará en unos días.

— Si, seguro — habló sarcásticamente.

— Ahora, pon algún videojuego, no quiero pensar en ella.

— De acuerdo.

Mientras que Wyatt ponía un videojuego, yo miraba con firmeza la puerta ¿de verdad hice lo correcto?. Tal vez no, pero no la quería como mi sombra por el resto de mi vida, por el tiempo que me queda aquí hospedado.

— Aidan...

Volví a la realidad, me acerqué a Wyatt y comenzamos a jugar. Esto siempre me distraía.

...

Era ya algo de noche, Wyatt se había ido ya hace algunas horas y Moon había regresado a casa también hace algunas horas, pero me ignoró completamente. Sentía extraño. De verdad quería alejarla, pero me duele verla de esa manera.

— Carajo.

Me levante del solfa y apague la televisión, camine hacia la puerta y la abrí, me acerqué a la puerta que estaba frente a mi, pero volví a imaginarme como me acosaba día y noche, esa chica esta loca...

— Vamos Aidan.

Toque la puerta. Esta puerta fue abierta por ella. Que al verme su semblante cambió drásticamente.

— Moon, lo siento, mentí. No me gusta Trinity, ella es sola una amiga. Solo... — respire — De verdad quiero que haya un límite. Tu me agradas, en serio... Pero no soporto que me vigiles día y noche. Yo, lo siento, espero puedas perdonarme.





Maratón 2/3

Muy mal Aidan, pésimo.

Obsesión | Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora