En los pocos meses de vida siendo un niño de diez años en otro mundo ocurrieron pocas cosas. Nunca supo que a la edad de diez años podían ponerse a trabajar, más bien la mujer que cuidaba el orfanato no podía mantener una boca que no trabajaba nada.
Suerte que no siguió a los otros más adultos, que ni siquiera superaban los quince años, hacia un edificio que servía para luchar.
Más bien, en ese edificio se recogía el dinero de los pedidos de los cuáles muchos son de cazar monstruos.
—Ni de coña me juego la vida en batallas. Ni siquiera se pelear.
Esa fue la respuesta cuando le llevaron allí para que se inscribiera. Durante estos pocos meses sólo podía enterarse de todo lo que podía sobre este mundo. No tenía papel y bolígrafo así que diseñar o hacer cálculos de sus creaciones eran imposibles.
Trabajar tampoco era algo malo pero no quería poner su vida en ello, trabajar para cumplir su meta es suficiente. El dinero es importante pero si pierdes la vida no vale la pena.
—Realmente tengo suerte de que no existan currículums.—dijo Kail suspirando.
Ahora mismo había sido contratado como un profesor en una pequeña escuela sin mucho prestigio. El requisito que pedían era saber sumar y restar para enseñar en los primeros cursos pero Kail les demostró que también sabía multiplicar y dividir y cuando llegó a las raíces se detuvo, decidió no explicar las ecuaciones e integrales ya que no estaba seguro de si existían en este mundo.
Sintió que le estaban dando un trato preferencial y actualmente está dando clases a veinteañeros. El cincuenta porciento son hijos de gente relativamente rica como comerciantes, soldados e incluso algún que otro noble inferior, los demás trabajan mientras se pagan sus estudios.
—Profesor, tengo una pregunta.—un hombre levantó su mano.
Kail que estaba escribiendo en estos momentos sobre la pizarra volteó a ver. Mayer es hijo de un noble aunque después de todo es solo uno de baja nobleza e incluso algunos plebeyos son más ricos que su familia. Al parecer estaba aquí porque escuchó que había un profesor que rivaliza con los grandes academias y no tenían dinero para otra academia.
—Adelante pregunta.
Cuando Kail escuchó eso se sintió algo nervioso ya que es la primera vez enseñando y las palabras, 'el profesor que rivaliza con profesores de grandes academias' solo le dio más presión. Ahora después de unos pocos meses sentía que no había pregunta que no pudiera responder.
A excepción de magia y cosas de fantasía.
—Si, entonces ¿Tiene alguna idea de como puedo realizar cálculos más rápidos? En papel puedo hacerlo si me esfuerzo, ¿Pero cómo lo haces tan rápido incluso de cabeza?
Mayer es un buen tipo que solo quiere elevarse haciendo grande a su casa noble. Si pudiera tener una rapidez como Kail estaba seguro que crecería mucho. No era imposible que le dieran tierras y le pidieran impuestos, tal vez incluso cree que podría tener un trabajo en el castillo.
—¿No lo dije ya?—Kail sabe que no podían creerlo—Solo apréndete la tabla de multiplicar hasta el número diez. Luego podrás hacer lo mismo que haces en el papel en tu mente.
Mayer al igual que todos tenían rostros dudosos. Kail solo tenía diez míseros años, todos los presentes doblaban su edad y aunque perdían confianza las clases de Kail eran fáciles.
El que verdaderamente lo entiende es capaz de expresarlo de manera sencilla. Kail dominaba los números de toda la vida, no puede ser más sencillo para él enseñar a personas acerca de las cuatro operaciones básicas.
—Estoy seguro que podrán hacer multiplicaciones de varios dígitos mentalmente.—Kail dijo para intentar animales.—Yo puedo así que ustedes podrán.
«¡Imposible! ¡Eso es monstruoso!»
Por primera vez no había distinción entre nobles y plebeyos en sus corazones. Nunca supieron y no querían preguntar como o dónde pero estaban seguros que ni siquiera el tesorero o los eruditos podrían hacerlo tan rápidamente.
La clase terminó y Kail escribió sobre la pizarra veinte multiplicaciones, veinte divisiones y añadió un ejercicio más. Había explicado levemente el concepto así que añadió una raíz algo simple y de solución no decimal.
—Bien, copien estos ejercicios y tráiganlas hechas para mañana.
—¿¡Eeeeeeeehhh!?—toda la clase.
—Quien no lo entregue para mañana le tendré apartado de la clase haciendo otros ejercicios más difíciles.—Kail tenía que reformar la mentalidad de los estudiantes que no querían estudiar fuera de clase—También haré preguntas mañana así que copiar no sirve de nada.
«¡El profesor es un monstruo!»
Todos los que se apuntaron sabían que era un gran profesor pero también sabían de la carga infernal que les ponía a todos los estudiantes al terminar el periodo académico.
Después de que los estudiantes salieron Kail se sentó en su silla de profesor y se quedó en su escritorio. Abrió el cajón sacando un libro que tenía una portada azul oscuro.
Comenzó a leerlo durante toda la tarde pero aunque entendía la información no sabía el porqué. Kail determinó que la magia es muy ambigua y muy poco estudiada.
En realidad creía que es igual a tener una extensión de más, al final se utiliza se quiera o no por instinto.
La idea de la magia primero lo emocionó pero poco a poco entendió que tenía muchas limitaciones y no era omnipotente como él creía.
No tiene idea de como el cuerpo humano recarga maná pero este maná es el tipo de combustible necesario para la magia. El cuerpo lo regenera de manera natural así que lo clasificó parecido a los músculos y su fatiga muscular, con el tiempo todo vuelve a su estado original dándole al usuario nuevamente el combustible para ejercer su cuerpo.
Luego está el hechizo, esto fue aún más desconcertante porque no había hechos científicos. El usuario con cierta 'aptitud' podría realizar algún tipo de magia pero otra no. ¿Qué significa la aptitud? ¿Es genético o simplemente algo mental? ¿O es algo más que no conoce?
El canto no es inmediato, casi podía decirse que es largo y esto entorpece en combate ya que necesitan protección antes de lanzar su magia.
El canto podría deducirse a la idea de un comando u orden a una computadora para realizar una función específica.
Y la tercera parte es el catalizador mágico, dependiendo el catalizador la magia puede ser más o menos poderosa. No sabía que propiedades cambiaban entre esos objetos, ¿Era el tamaño? ¿El método de fabricación o los materiales?
Aunque las varitas son más débiles que los báculos, las varitas son usadas en las academias de magia para una mayor seguridad.
—Por lo tanto...esto es defectuoso y no ofrece explicaciones racionales ni científicas.
Kail solo podía suspirar en disgusto al pensar que no sería tan fácil ayudar a la humanidad. No es como si se viera obligado o algo por el estilo pero aún mantiene su sueño de ser como esas personas que cambiaron el mundo. Si no puede cambiar el mundo anterior entonces solo debe cambiar este.
Para la guerra es mil veces mejor un arma de fuego. Aunque el poder de los magos son fuertes siguen teniendo muchas debilidades.
Si los usamos para construir no todos tienen el atributo y los que no son magos de guerra son desprestigiados.
—Bueno ya no, al parecer hace poco menos de diez años dejaron la discriminación.—Kail encontró algo que le llamó la atención—Son usados de muchas maneras para dirigir el ejército. Ya veo.
Al parecer leyó como eso había sido revolucionario en ese libro y no pudo evitar reírse de la gracia que le dio.
—Jajaja parece como si un niño pequeño lo hubiera propuesto. Realmente imprudente, que caótico debe ser ahora el campo de batalla. Jajajaja.—Kail sentía que no se relajó tanto desde hacía tiempo.
La idea de usar a magos de diferentes atributos para comandar al ejército no era otra cosa más que imprudente. Es como usar bengalas en una guerra mundial para dirigir a cientos de miles de tropas.
No todos podrán verlos en medio de la batalla, las señales de diferentes atributos deben significar varias cosas así que pensar mucho podría alejarlos de la batalla y terminar muriendo pero había algo mucho peor.
Si el enemigo imitaba las señales con sus propios magos entonces el ejército terminará descoordinado a tal punto que será muy difícil obtener la victoria. Solo es cuestión de tiempo que la tragedia ocurra y se cambie el método de dirigir en batalla.
—Oh, se me hace tarde.—el cielo fuera se estaba oscureciendo—Me entretuve algo más que normalmente.
Guardó el libro y se marchó de la academia después de pasar por el aula de profesores a despedirse.
Al caminar por la calle ya no era un huérfano más que vive en el orfanato. Es verdad que le dejaron quedarse hasta los quince mientras trabajase para ahorrarse la vivienda pero no quiso.
Esta trabajando de profesor y no le pagan mal. Incluso tenía un poco más que otros profesores en esa academia. Entonces había decidido independizarse y buscar una posada.
—¡Bienvenido profesor!
La posada que había encontrado de calidad-precio estaba bastante bien pero sobre todo fue porque la hija del dueño estaba en su clase y no le timarán al profesor que tiene su hija.
—Ya llegué Colette.—Kail recibió la llave después de enseñar la tarjeta.—Nos vemos.
Colette es una mujer de veinte años de cabello castaño que trabaja en la recepción de la posada de su padre a tiempo parcial. Más bien solo ayuda a su padre y su padre le da una paga. Ni siquiera tiene horario así que realmente Kail no sabe si a eso se le llama trabajar o ayudar a un pariente.
Subió las escaleras y abrió la puerta número 18, su habitación estaba frente a él y se echó a la cama. Su cama por meses en este mundo, aunque en realidad no era nada más que lana compacta bajo una tela pero no podía esperar más de este mundo.
En su trabajo está ganando tres monedas de plata cuando un profesor en la academia que se encuentra gana solo dos monedas y media de plata.
Una moneda de plata son cien monedas de bronce, y solo una moneda de plata es suficiente para un mes de alquiler en la posada. Serían necesarios otras cien de bronce para alimentos y ropa así que realmente vive una vida digna.
No muchos jóvenes de diez años pueden conseguir tanto dinero al mes. Lo que no sabe es que el 'joven sabio' es un apodo y ya es bastante conocido por el sur de la ciudad.
Ahora vestía con una simple camiseta de manga larga de tonalidad verde y unos pantalones largos de color negro. Podía tener unas botas gruesas y no pasar el frío que pasaba con la ropa del orfanato, realmente se siente agradecido con el orfanato pero no quiere estar ahí más.
—Tengo treinta y tres años realmente.—incrustó su rostro en la almohada—si no pudiera trabajar e independizarme sería una vergüenza.
Se revolcó de un lado para otro con su almohada para quedarse embelesado con la mirada a través de la ventana. La luz de la luna desprendía un pálido azul marino que no se vería en la tierra.
—Pero un mundo diferente eh~.—por momentos se quedó embaucado con la hermosa luna azul—¿Te ves así tal vez porque tienes cristales de hielo sobre tu superficie? Que mundo tan extraño...
Kail se preguntó a si mismo al ver a la luna con ese color azulado. Nunca lo sabrá porque no es posible llegar a la luna con este tipo de civilización sin siquiera la existencia de productos informáticos. Aunque por algún casual consiguiera acelerar la civilización actual a la civilización moderna no estaba seguro de conseguir ver un cohete despegar durante el resto de su vida.
Y así llegó la mañana siguiente, Kail se despertó y como siempre bajó a desayunar, ya había pagado por todo el mes así que podía pedir lo habitual.
—Aquí tienes.—un hombre fornido le entregó un par de platos—¿Entonces qué tal va mi hija?
—¡Qué rico!—Kail tenía esta conversación todos los días por lo que pasó del hombre—como siempre delicioso.
Al principio pensó que ese hombre rapado y fornido era alguna clase de mala gente pero en realidad no es así. Es verdad que su hija tiene veinte años pero estaba seguro que es un padre demasiado cariñoso, sino fuera porque no hacía nada creería que la acosaba. Bueno, con esos músculos estaría muerto antes de intentar ayudar a Colette.
—Sus estudios van bien viejo, además estoy sabiendo que ella ya está haciendo la contabilidad de la posada. ¿No deberías saberlo?—Kail ya había tenido esta esta conversación.
«Viejo, hace un mes que ella está llevando las cuentas de tu posada. ¿¡No la ves suficiente o es que aún sigues sin creértelo!?»
—Jajaja! ¡Es verdad! ¡Ya es mucho mejor que yo con números!—el viejo se rio mientras Kail comía en la barra.
—Si si.—Kail asintió al padre de Colette—Además no va causando infartos a los nuevos clientes. No sabes que susto, pensé que eras un bárbaro.
—No me lo puede decir un pequeño mocoso recientemente llegando a ser adulto.—Dijo el padre de Colette.
—Jajajaja ¿Entonces no soy apuesto?—Kail sacó algo de orgullo al verse joven nuevamente.
—En lo más mínimo chico.—el padre de Colette dijo.
—Entonces estamos igual, viejo.—Kail respondió.
Poco después de una mirada comenzaron a reírse a pleno pulmón. El padre de Colette no tendría más de cincuenta años pero Kail sentía que son amigos, tal vez porque es un adulto como él en su interior o porque tuvieron un gracioso primer encuentro del que más tarde hablaron.
—Bueno, me tengo que ir. Después de todo tengo que estar antes que mis alumnos.—Kail dejó limpio ambos platos.
—¡Muy bien joven sabio! ¡No olvides que si le molestan a Colette debes decírmelo!—El padre de Colette dijo mientras se despedía.
—¡Por supuesto! ¡Y no me llames así!
«¿Qué demonios crees que harás viejo? ¿Acaso entrarás y serás el abusón de abusones o algo así?»
Kail sintió que en vez de ser un profesor estaba yendo a la escuela como lo hizo cuando era joven. Se sentía renovado al pensar en ello tanto que estaba más contento de lo normal.
Cuando fue a mirar un puesto abierto se encontró con un cartel pegado que estaba cada varios pasos de distancia.
[Concurso regional de inteligencia]
Solo es necesario veinte monedas de bronce para participar. Pon a prueba tu inteligencia y demuestra que eres el mejor. Puedes elegir apuntarse entre las varias aptitudes intelectuales que existen.
- Conocimiento matemático -
- Conocimiento lingüístico -
- Conocimiento mágico -
- Conocimiento comercial -
- Conocimiento de batalla -
- Conocimiento sobre monstruos -
El ganador de cualquier categoría obtendrá cuarenta monedas de plata. El segundo obtendrá veinte monedas de plata. El tercero obtendrá cinco monedas de plata.
Kail observó el cartel y no pudo despegar los ojos del premio. Eso serían los ahorros de cuarenta meses de trabajo como profesor, algo más de tres años que podría conseguir en un momento. Comprar una casa simple que pudiera albergar un despacho para él no sería solo un sueño a cumplir en el futuro.
Podría comenzar a diseñar sin molestias después de haber llegado a este mundo. Tal vez sea suficiente para empezar un negocio. No sabe como son las personas en este mundo pero tiene confianza en no perder si se trata de cálculos.
No era por alardear pero ni siquiera este mundo tiene ecuaciones complejas por lo que es imposible que no pudiera saber más que el resto.
—El dinero me será útil. Solo ganaré y ya.
Arrancó el cartel y siguió el camino para apuntarse, llegar un poco justo a clase por un día no repercutirá mucho en su reputación como profesor.
El dinero ahora es más importante, además ¿Cuántas personas hay que cambiaron el mundo manteniendo su imagen? Todos sacrificaron sus vidas por el progreso, a Kail tampoco le importa mucho su imagen mientras se mantenga su nombre en la historia.
Gente como Marie Curie murió a causa de su propio descubrimiento, ¿Qué es la reputación comparado a eso?
—Destruyamos a los demás matemáticos de esta región. Los haré llorar sangre.—Kail se decidió a vencerlos usando los números.
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The Engineer
Science FictionUn hombre de treinta y tres años se da cuenta que ya no se encuentra en su despacho ideando un método revolucionario. No se encontraba en la Tierra ni tampoco tenía su antiguo cuerpo. Es solo un ingeniero en otro mundo en el que existe la magia. ¿Po...