7. Las diferentes formas de la vida

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Pocos días transcurridos Kail tenía una máquina de vapor en su taller. No tenía esas delicadas y pulcras superficies de metal realizadas por robots y tenía de tamaño dos metros de profundidad por metro y medio de ancho por tres metros de altura.

El rendimiento en cuanto a tamaño y potencia sería no mucho más a 0'1 de 1, esta no supera la potencia de un motor normal de carburación del siglo XXI. No gana en nada a un motor de ese siglo a excepción de su gran tamaño.

Ya había sido instalado en una esquina del taller y se implementaron maquinas como un taladro de mesa o prensas. Esta prensa tenía planchas con moldes para embutir el metal incandescente y darle la forma más fácil. Esto hizo el trabajo de la fabricación de bicicletas más fácil aumentando el rendimiento diario a casi el doble.

Aunque claro está, Kail invirtió todo sus beneficios hasta ahora en producirlo todo.

—Una proeza de la ingeniería, un hito en la historia humana, la primera máquina de vapor funcional de este mundo.—dijo Kail mientras llevaba más de media hora mirándola.—Necesita una denominación si voy a realizar más y mejores.

Los demás herreros se habían ido ya que terminaron sus turnos, ninguno quedaba en el taller excepto Kail. Lo habían celebrado con alegría y vítores, sobretodo los más ancianos ya que la prensa fue de gran ayuda para su decadencia física. La prensa moldeaba la mayoría de piezas y ellos se ahorran cientos de golpes para darle la forma.

—La serie M11 será la denominación para la primera máquina de vapor.—dijo Kail sin dejar de mirarla—¡Sí! ¡Es apropiado y me gusta!

Ya es comenzada la noche pero aún no podía dejar de mirarla. Estaba viendo el primer prototipo de una máquina que cambiaría el mundo por completo. La belleza que se formó a través de la inteligencia humana recogida y cultivada por miles de años. Aunque el émbolo era grande y fue hecho con mucho cuidado al igual que el cilindro, seguía teniendo pérdidas pero esas pérdidas estuvieron dentro de lo esperado.

Estaba contento de lo que él mismo había diseñado y se había construido. En la tierra no podría realizar estas cosas, incluso para la más mínima creación tenía que pasar por protocolos y realizarse mucho papeleo. Kail pensó que en este mundo sea probablemente mejor respecto a los trámites para realizar cualquier proyecto. Podría realizar todo lo que quisiera sin que nadie le pusiera pegas.

—Fufu...jajajajajajaja! ¡Esto es solo el comienzo! ¡Le demostraré a esa maldita diosa como la raza humana puede arreglárselas sin ellos!—gritó después de recordar como la diosa le miraba con incredulidad ante sus palabras—¿Magia? ¿Bonus de trabajo? ¡Que se joda mil veces! ¡Yo no necesito nada de eso!

El desprecio salía de sus labios pero con él la determinación de demostrar la verdad que Kail creé férreamente. Que los humanos pueden prosperar por sí mismos.

Poco después se dio cuenta de lo tarde que era y decidió volver a la posada.

"Debería implementar bicicletas más pequeñas para niños. Expandir el nicho de mercado para un futuro es una solución para mis finanzas"

Cuando llegó a la posada se lanzó sobre la cama en la que había dormido desde que apareció en este mundo protegido por una diosa. Aunque no era cómoda desde el comienzo, poco a poco se acostumbró. Aún así, uno de sus futuros planes converge en crear una cama occidental con un sistema que se adapte al cuerpo, una cama que llegue a ser parecida a la que tenía en la tierra.

A la mañana siguiente se tomó su tiempo para despertarse porque había cumplido su primer plan para optimizar la fabricación de bicicletas. Los herreros irían a trabajar como cualquier día, Alan tenía un juego de llaves de la tienda por lo que no necesitaba ir a primera hora de la mañana.

"Todo se volverá humo si las cosas continúan en este orden. Necesito diseñar algo para mantener esta ciudad a salvo de la guerra ¿Pero qué podría crear con la actual falta de tecnología y escasas herramientas?"

* * * *

La princesa estaba plácidamente tumbada en sus aposentos. Su mirada estaba perdida sobre el techo sin saber que hacer. El rey le dijo hace pocos días que no podía salir así como así del castillo, ahora no tenía manera de visitar a Kail para seguir escuchando todo lo que podía enseñarle.

¿Hablar?

No podría hablar con las demás personas por su excesiva capacidad intelectual.

¿Podría retomar los libros?

No habría manera de retomarlos después de haber entablado una conversación tan enriquecedora con Kail. No había punto de comparación en lo entretenido que cada cual la proveía.

—Hah~ No por otra cosa lo llaman posición.—suspiró la princesa sin salir de la cama.—cuanto más alto se está, más encerrado se siente. Encasillada en la posición de princesa...

Como la heredera del trono y la futura reina, necesita tener precaución y esto conlleva a muchas prohibiciones. Fuera del castillo debe llevar un importante tamaño de escolta, muchos estudios sobre etiquetas y modales además de los básicos y en profundidad sobre economía y negocios. De no ser por su inteligencia no tendría nada de tiempo libre ni para pensar.

Había leído muchos libros para saber que nunca hizo amigos ni amigas de la infancia, nunca tuvo ningún romance, siempre tenía que controlar sus acciones ya que desde que nació ha sido una figura pública importante.

No ha necesitado preocuparse sobre su vida pero tampoco ha experimentado la llamada vida como tal. Un cascarón vacío que fue nutrido con una inteligencia por los cielos y un entorno con innumerables libros para poder leer, por primera vez conoció a alguien con el que realmente podía entablar una conversación agradable.

El primero con quién podría crear una amistad, su primera amistad. En ese momento llamaron a la puerta.

—Princesa, ya le traje su infusión por su dolor de cabeza.—dijo desde fuera la sirvienta que siempre la acompaña.

—Si, entra.—respondió la princesa.

El carro de ruedas fue llevado hasta el borde de la cama. Había un juego de vasos y una tetera con bordes de color jade pero la sirvienta no sirvió la infusión. En cambio la princesa levantó la tetera y sacó un fino papel de la base.

La princesa estaba en cama por dolor de cabeza pero todo era una farsa para poder recibir información más fácilmente. La habitación era segura y su sirvienta la conoce de toda su vida por lo que no había casi ninguna posibilidad de que alguien se enterase.

Día x mes xx
El joven fue a su tienda y estuvo en el escritorio todo el día. Una niña sin llegar a dos dígitos le trajo algo de comer.

Día x mes xx
Desde primera hora de la mañana entraron muchos paquetes de diversos metales. Durante el día, el joven estuvo en el taller junto a los herreros dirigiéndolos.

Dia x mes xx
Puedo apreciar una gran silueta a base de metal pero no puedo describirlo con palabras. Los herreros siguen añadiendo piezas y el joven solo los dirige y lleva consigo varias hojas sueltas.

Dia x mes xx
El artefacto cada día se vuelve mayor, ningún cambio en sus movimientos.

Dia x mes xx
Al comienzo de la tarde el artefacto comenzó a producir humo que salía por la ventana gracias a una especie de rollo de tela. Están celebrando el éxito de haberlo construido.

Día x mes xx
Crearon otros artefactos de metal mucho más reducidos que también celebraron al final. Cuando el joven estaba solo, pude acercarme a la ventana y escuchar : ¿Magia? ¿bonus de trabajo? ¡Que se joda mil veces! ¡Yo no necesito nada de eso!

The EngineerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora