Llevaron la conversación tan al extremo sin darse cuenta que la sirvienta no aguantó despierta. Terminó durmiendo apoyada sobre la pared.
—¿Ya es de mañana?—la princesa vio las cortinas recibiendo luz del exterior.
—Parece ser. Creo que se nos pasó la hora.—Kail respondió.
La mesa estaba llena de hojas con muchos escritos, era tan caótico que el suelo a su alrededor también estaba repleto de hojas que se cayeron. A ambos pronto les golpeó la somnolencia y no pudieron evitar bostezar.
—...creo que debería volver a la posada.—Kail ya estaba visualizando la cama.
Con eso en mente se dirigió hacia la puerta. Aún le quedaba más de una hora caminando a paso ligero, cuanto antes llegase antes podría caer en los brazos de Morfeo.
—Espera.—la princesa rápidamente lo agarró de la muñeca.
—...tengo sueño.—Kail entiende que el cuerpo de diez años tenía poca resistencia al sueño.—¿Qué quieres?
—Te prepararé una habitación aquí para que descanses.
Kail agradeció eso y después de que la princesa despertase a la sirvienta, esta mujer fue servicial y guio amablemente a Kail a una de las habitaciones de invitados.
La sola habitación de invitados era más pequeña que la habitación de la princesa pero seguía siendo enorme y lujosa en comparación a donde se estaba quedando en este mundo.
Sobre el medio día llamaron a su puerta despertándolo. Debido a tener el cuerpo de un niño, Kail se sintió renovado solo por dormir alrededor de siete horas.
—¿Sí, quién es?—Kail salió de la cama para vestirse.
Ayer estaba tan cansado que lanzó la ropa por cualquier sitio de la habitación quedándose en calzoncillos. Toda la ropa de cama que había comprado estaba en la posada así que decidió dormir en calzoncillos.
—Que bien que ya estés levanto, esperaba...
La persona al otro lado de la puerta había entrado para perder el habla. No era otra que la princesa. Kail estaba subiéndose los pantalones pero aún no había encontrado la camiseta, cuando levantó la vista allí vio a la princesa.
—Ah...—Kail también se quedó parado.
Nunca se interesó en ninguna mujer y ahora había una frente a él mientras tenía los pantalones a medio poner. Tal vez se hubiera puesto nervioso en su antiguo cuerpo de treinta y tres años pero sorpresivamente ahora no le importaba en lo más mínimo, tal vez porque se veía joven o tal vez porque seguía sin sentirse su cuerpo del todo. Siguió colocándose sus pantalones y se puso las botas.
—¿Me buscabas para algo? Estoy escuchándote.—Kail le dijo para que la princesa no se quedase callada en la puerta.
—Ajem—La princesa le dio la espalda mientras intentaba controlarse—Solo vine a decirte que mi padre quiere verte... pero ni siquiera se tu nombre ¿Podrías decírmelo?
—Me llamo Kail, tampoco tengo idea de tu nombre ¿puedo saberlo?—Kail recordó que nunca se presentaron debido a la interesante conversación.
—Mi nombre es Leyla von Birdwhistle, la primera princesa.—Dijo la princesa sin voltearse.
—¡Wow!—Kail se quedó helado al escuchar que es la princesa—Así que eres una princesa, nunca había visto y mucho menos conversado con una. Bien, al fin estoy vestido.
La princesa se volteó encontrándose con Kail que tenía toda la ropa puesta, al igual que ayer no podía entender que era lo que pensaba. Aunque nadie hablaría tan casual al escuchar que ella era la princesa, esta vez sintió que estaba mejor así.
Hoy es el único día de la semana que las instituciones de enseñanza quedan sin trabajo. Aunque Kail prefería que fueran dos días, los humanos de este mundo hicieron sus propias reglas. Por lo tanto mañana tenía que ir a dar clase, quería conseguir su recompensa por haber ganado y marcharse.
—Vas a ver al rey, te recomiendo que seas formal y no hables de manera casual.—explicó la princesa mientras iban a la sala del trono.
—Ya veo... sería algo como 'Oh mi rey, su servicial vasallo está para servirle, dígame para que me ha llamado'—Kail recordó las películas donde ocurría una escena de la realeza.
—¿Hah? ¿Qué clase de estúpido vocabulario es ese? Suena como si te estuvieras burlando al decirlo.—La princesa sintió que si hablaba así irritaría al rey—Mejor empieza con un '¿me ha llamado su alteza? Disculpe la tardanza pero la princesa me estuvo evaluando durante el día de ayer.'
—Suena bien,—Kail escuchó recordando su antigua vida—así que es más parecido a entrar al despacho del director de la compañía que hablar con un dictador. Lo tendré en cuenta.
—¿Qué tipo de comparación es esa?—La princesa no creía que comparó al rey con un simple jefe de alguna compañía.
—Da igual las comparaciones, lo importante es que en vista a como me dijiste de hablar sé como me debo comportar durante toda la visita.—Kail estaba bastante seguro ahora mismo.
—Como digas, en verdad no importa.—A la princesa nunca le importó como la gente se refiriera a otra—Solo debes decirle al rey que no. Si te propone un trabajo dile que no lo harás.
—Estamos hablando de un rey ¿Acaso podré negarme y salir ileso?—Kail no se la jugaría en esa situación.—No quiero perder mi cabeza.
—Sigh~ entonces tendré que hacer algo.—La princesa sacó una carta sellada y se la dio a Kail.—La habitación del trono está siguiendo el pasillo a la izquierda, no tiene perdida. No pasa nada si te niegas a su petición.
La princesa entonces volteó sus pasos y volvió por donde habían estado caminando.
—¿Y esto?—Kail señaló la carta.
La princesa miró a Kail que estaba sin saber nada y solo sonrió para seguir su camino y desaparecer tras una esquina. Kail no sabía nada sobre la princesa pero bien podría confiar un poco en ella, va a hacer algo para que no le den alguna clase de trabajo aparentemente dudoso.
Tal vez si no tenía trabajo hubiera mirado las posibilidades pero es profesor y su sueldo más la recompensa del torneo son suficientes para su comienzo.
ESTÁS LEYENDO
The Engineer
Science FictionUn hombre de treinta y tres años se da cuenta que ya no se encuentra en su despacho ideando un método revolucionario. No se encontraba en la Tierra ni tampoco tenía su antiguo cuerpo. Es solo un ingeniero en otro mundo en el que existe la magia. ¿Po...