No te dejare.

Capítulo 7

Dentro del despacho, Caitlyn y Vi se hallaban rodeadas de informes y documentos sobre "C".

-No hay mucha información acerca de ese "C" -dijo Vi, frustrada.

-Lo sé. Nadie sabe cómo es su cara, ni siquiera su complexión. Nunca llegué a encontrarme cara a cara con él, es como un fantasma -Caitlyn dejó caer un fichero en la mesa, agotada por la falta de pistas que seguir.

-¿Y si buscas en antiguos casos de Demacia? -propuso su compañera- A lo mejor tienen algo que nos ayude a encontrar a ese cabrón.

-Los he estado revisando durante años y nunca he dado con nada -dijo-. Los casos sin resolver culpan a un hombre con máscara kabuki y como no se le ve la cara podría ser tanto Viktor como "C".

Vi observaba el rostro de frustración de Caitlyn desde su mesa. Ambas habían dado con un muro pero su compañera llevaba mucho más tiempo que ella intentando encontrar una forma de atravesarlo. Al verla así se dio cuenta de que este caso iba a ser demoledor para ambas, cada una tenía un motivo para verse involucrada de la forma en la que lo estaban y aquello dificultaría aún más mantener una moral alta. La falta de energía se sumaba a la falta de información y formaban un cóctel amargo y deprimente. Caitlyn se había portado muy bien con ella, la había hecho sentirse mejor tras haber experimentado cómo su pasado volvía a ella para torturarla de nuevo, así que no dudó cuando se levantó y se acercó a la sheriff para intentar reconfortarla. Estaba a punto de alcanzarla por uno de sus laterales, casi habiendo acortado toda distancia, cuando Jayce apareció de repente, tan oportuno como siempre.

-Caitlyn, he encontrado algo que nos puede ayudar -dijo Jayce sin ni siquiera llamar a la puerta-. Estuve revisando las cámaras de la ciudad junto con otros agentes y encontramos varios lugares donde Viktor se reunía con otro hombre. Todos son lugares concurridos.

Caitlyn cogió la carpeta que Jayce le había tendido. Dentro había numerosas fotos de un hombre junto a Viktor en un restaurante.

-Podría ser "C". ¿Sabemos quién es? -le preguntó Caitlyn.

-No, por desgracia no se le ve la cara y no tenemos ninguna ficha de él en la base de datos. Solo tenemos una lista de los lugares donde se solían ver. No se escondían de las cámaras, precisamente -Jayce miró a Caitlyn con sonrisa seductora, orgulloso de su hallazgo, Vi lo contemplaba con cara de asco.

-Revisemos cada uno de los lugares de encuentro por si los reconoce alguien -comenzó a ordenar la sheriff-. Vi, asigna la búsqueda a dos pares de agentes. Por mucho que me moleste, debo mantener reposo como mínimo un mes -esperó a que Vi hubiera salido de la habitación para continuar hablando con Jayce-. Mientras esté de baja te quedas a cargo. Infórmame de cualquier nuevo hallazgo que surja en la investigación.

-¿Me quedo al mando de Vi? -preguntó emocionado-. Este es el mejor regalo de navidad atrasado que me has hecho nunca, sheriff -le era imposible ocultar o incluso disimular la gran sonrisa que tenía en el rostro.

-No te regodees -dijo riendo un poco y golpeandolo suavemente en el hombro-. Terminaré hoy lo que quede de papeleo y me marcharé a descansar junto con Vi. Ella volverá a la comisaría cuando le quiten los puntos de los brazos. Probablemente antes que yo.

-Estoy ansioso porque llegue ese día y mandarla a hacer fotocopias -no podía contener su felicidad-. Voy a torturarla un poquito los primeros días -se inclinó hacia delante balanceándose con los pies y sonriendo como un niño.

-No te pases -le advirtió de nuevo en tono firme-. Me gustaría volver con la comisaría intacta.

Jayce asintió demostrando que respetaba la autoridad de Caitlyn, aunque en su interior su mente ya estaba tramando mil maneras distintas de hacerle la vida imposible a Vi cuando estuviera bajo su mando. Nada serio, nada grave, lo justo para verla enfadada y frustrada por no poder devolver los golpes. Sería un juego peligroso, dado el historial de su compañera, pero aquello solo lo hacía más entretenido.