Capitulo 9

118 18 4
                                    


La convivencia en el piso de Caitlyn se había hecho tan amena que la última semana había pasado volando. La sheriff ya empezaba a notar una clara mejoría y su dolor había cesado ligeramente. Aún no se había recuperado del todo pero al menos ya no tenía miedo a estornudar. Vi no necesitaba llevar vendaje, los pequeños pero profundos cortes de sus brazos ya habían cicatrizado. En algunas zonas, los surcos se cruzaban entre ellos como trazos en un cuadro de Jackson Pollock. El caos atrae más caos. Aquellas marcas serían un recordatorio constante de lo poco efectivos que habían sido sus guantes contra las balas.

Para agilizar el proceso de recuperación de Caitlyn, Vi había cargado con todas las responsabilidades de la casa a excepción de pasear a Capitán. Podía encargarse de limpiar los platos después de la comida, sacar la basura, hasta tonterías como alcanzar algo en un estante alto, pero Capitán se negaba a ser paseado por alguien que no fuera Cait. Al coger la correa y el arnés, salía corriendo y regateaba a Vi. La desafiaba mirándola fijamente a los ojos con el culo en pompa y moviendo la cola. Si daba un paso, él ya estaba en la otra punta de la habitación. Si de milagro conseguía ponerle la correa, Capitán se tumbaba en el suelo y se negaba a moverse. Un día de intentos fallidos fue suficiente para resignarse y dejar que Caitlyn se ocupara de los paseos.

Vi estaba en la isla de la cocina dando los últimos toques a sus nuevos guantes, ahora antibalas, mientras Cait estaba tumbada en el sofá con Capitán recostado sobre ella. En la televisión, unos señores que parecían estar siendo obligados a sonreír a punta de pistola y cuya dicción gritaba que leían de un telepronter, hablaban sobre las nuevas posibilidades de la tecnología Hextech.

-¡¡Ay!! Joder -se escuchó gritar a Vi, seguido del sonido de metal chocando contra el suelo. Caitlyn y Capitán se incorporaron un poco para ver qué estaba pasando.

-¿Estás bien? -apartó un poco a Capitán para terminar de levantarse y acercarse a ella.

-Sí. Ha sido una chispa imprevista -dijo con retintín-. Eso ha sido señal de que deje los guantes en paz... -se fijó en Cait- ¿Por qué me miras así? -preguntó mientras recogía las herramientas del suelo.

-Tienes grasa en la cara y pareces un mapache -contestó-. Y no puedo aguantar más la risa.

Vi rebuscó en la cocina hasta encontrar la sartén más brillante y la puso frente a su cara a modo de espejo. El reflejo confirmaba el maquillaje que se había puesto sin querer. Cait le tendió un trapo para que pudiera limpiarse, pero cuando Vi empezó a frotar, en lugar de eliminar la grasa la extendió aún más.

-Lo mejor va a ser que vayas al baño a limpiarte o al final voy a tener que pedir una licencia para animales exóticos -dijo con un tono serio que amortiguaba la risa que se negaba a ahogarse en su garganta y amenazaba con salir a carcajadas violentas.

-Soy un espécimen en peligro de extinción -dijo Vi mientras se miraba de nuevo en la sartén-. ¿Cuándo has visto un mapache con el pelo rosa?

-Nunca, y eso te hace más especial -Cait sonrió durante la última parte.

Estaban bromeando, pero aquello lo había dicho en serio, lo cual hizo que el ambiente se tornara un poco incómodo. Ninguna sabía qué añadir, así que Caitlyn optó por la salida fácil. Una salida literal.

-Mmm, bueno, si te aseas puedes acompañarme a pasear a Capitán -propuso.

Vi miró a Cait, al cabo de unos segundos que a ambas se les hicieron eternos, asintió, soltó la sartén, guardó los guantes con cuidado y se fue al baño.

Intentó abrir el grifo con las muñecas, se había manchado las manos al intentar quitarse la grasa de la cara y no quería manchar también el lavabo de Cait. Levantó la manija con demasiada fuerza y el agua salpicó el espejo. Se miró reflejada entre las gotitas y suspiró. «Lo único que tengo de especial es que la mierda me sigue allá donde voy», pensó. Contempló el agua volverse negra mientras la grasa abandonaba su rostro y sus manos. Un charco oscuro y tóxico desapareció a través de las tuberías pero su recuerdo permanecía en la porcelana.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No te dejare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora