No More Masks [TRADUCCIÓN]

Capítulo 5

No More Masks

By KouriArashi

Capítulo 5

Lo siguiente, por muy largo que fuera, llegó en breves destellos de conciencia. Estaba alternando entre arder en fiebre o sentirse heladamente frío. Sus brazos eran demasiado débiles para mover las mantas y lloró de pura frustración. Le dolía todo el cuerpo, el dolor giraba en torno al la palpitación omnipresente en su estómago.

Había un hombre inclinado sobre él con una aguja. El dolor estalló en agonía. Mordió un palo que alguien le puso entre los dientes.

Alguien le metió un trapo en la boca. Sus labios estaban secos y agrietados y rogó por más agua. La persona lo hizo callar y le limpió la frente con un paño húmedo. Se sentía bien, y movió la cabeza hacia él.

A veces había música. Por lo general, Lan WangJi. Meng Yao podía notar la diferencia entre su forma de tocar; Lan XiChen fue más expresivo y creativo, mientras que Lan WangJi siempre siguió con precisión las notas.

Creyó ver a su madre sentada junto a su cama, tarareando suavemente. Podía oler su perfume. Pero cuando la alcanzó, ella se desvaneció. Él gritó por ella, y de nuevo se calmó en el silencio.

Los fantasmas de su pasado se burlaron de él, Xue Yang le preguntó por qué pensaba que Lan XiChen lo querría alguna vez, Jin GuangShan dijo que nunca reconocería al hijo bastardo de una puta. Fantasmas más literales, los hombres que había matado a lo largo de los años, cortando su cuerpo con garras afiladas. Les rogó que lo perdonaran, pero no se lo concedieron. Les rogó que lo mataran y acabaran con su tormento, pero tampoco se lo concedieron.

Finalmente, lo peor había pasado. Se despertó sintiéndose semilúcido y como si tuviera todo un desierto en la boca y la garganta. Miró a su alrededor y vio a Lan XiChen en la silla junto a su cama, pero cabeceaba. Meng Yao no quería molestarlo. Había una taza de agua sobre la mesa. Lo alcanzó y lo recogió, solo para dejarlo caer rápidamente y derramarlo por todas partes mientras sus miembros debilitados le desobedecian.

Lan XiChen se despertó de golpe. “A-Yao, no intentes moverte. Has estado muy enfermo. ¿Tienes sed?"

Meng Yao asintió y trató de decir algo, pero su garganta estaba demasiado áspera. Lan XiChen lo levantó ligeramente y le acercó una taza de agua a la boca. Bebió con sed y finalmente pudo susurrar "¿Cuánto tiempo?"

“Una semana y tres días”, dijo Lan XiChen, ayudándolo a recostarse y presionando una mano en su frente. "Tu fiebre parece haber desaparecido finalmente, gracias a Dios".

"Xue Yang", Meng Yao logró hacer que el nombre fuera una pregunta.

Lan XiChen negó con la cabeza. “Tuvimos discípulos que buscaron en toda el área circundante, pero se escapó. Seguiremos buscando.