No More Masks [TRADUCCIÓN]

Capítulo 11

No More Masks

KouriArashi

Capítulo 11

Confesar un asesinato que no había cometido (un asesinato que había querido cometer desesperadamente y ahora nunca tendría la oportunidad, maldito Xue Yang al infierno y de regreso) probablemente no fue la mejor idea que Meng Yao había tenido.

Pero era la mejor idea, la única idea que tenía en ese momento. No podía evitar el hecho de que se trataba de él. Que Xue Yang había cometido este asesinato por su culpa. Xue Yang se había vengado en última instancia de Meng Yao (quitándole la propia venganza a Meng Yao, la venganza con la que había fantaseado durante años, todo mientras lo incriminaba por haberlo hecho realmente). Lo único que Xue Yang no había anticipado, o probablemente ni siquiera le había importado, era todo lo que había sucedido con Wei WuXian  en las últimas cuarenta y ocho horas. El asesinato que se suponía que debía atribuirse a Meng Yao, en cambio, se atribuiría a Wei WuXian, y Meng Yao sabía que no podía permitir que eso sucediera.

Nadie iba a creer que era Xue Yang a menos que realmente mostrara su rostro, por eso Meng Yao estaba ahora en la prisión del clan Jin, esperando a ver si aparecía.

Lan XiChen odiaba absolutamente todo sobre esta idea, lo odiaba con intensidad. Si Xue Yang no aparecía para regodearse, entonces Meng Yao terminaría retorciéndose al final de la cuerda. Meng Yao insistió en que lo haría. Que Xue Yang nunca se iría sin burlarse de él.

Cuando escuchó pasos acercándose a su celda, permitió que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro. Él había tenido razón.

Pero no fue Xue Yang quien se acercó a la puerta de la celda. Era Nie MingJue.

Meng Yao lo miró fijamente durante un largo minuto, luego miró hacia otro lado.

"¿Lo mataste?" Preguntó Nie MingJue.

"No", dijo Meng Yao. “No digo que no lo habría hecho, si hubiera surgido la oportunidad. Pero le prometí a Lan Huan que no le causaría ningún problema mientras estuviera aquí como invitado de su clan”.

El rostro de Nie MingJue se retorció de ira. "¿Cómo te atreves a dirigirte a él tan informalmente?"

"Él me lo permite", dijo Meng Yao, y luego agregó, "no es que sea asunto tuyo".

"Por supuesto que es asunto mío", gruñó Nie MingJue. “Yo te acogí, pequeña serpiente. Te enseñé cosas solo para que lastimaras a otros. Permití que mi lástima por ti me cegara a lo que realmente eres".

“Sí”, dijo Meng Yao, “y luego le contaste todo a Lan Huan. Como deberías. Me enfrentó con tus palabras después de que Xue Yang llegó a Cloud Recesses y casi me mata. Le dije la verdad. Soy exactamente lo que dices que soy. Soy un mentiroso y un asesino. Pero entendió algo que ninguno de nosotros entendió. Que no tenía que ser así”.