Impulso

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-¿Y bien, que te dijeron? - me pregunto la niña hadita susurrando en cuanto me senté junto a ella. Las clases ya habían comenzado y un enfermero me llevó hasta mi salón una vez que dejé la receta de los medicamentos en mi cuarto

-Me dieron unos calmantes nadamas en lo que empiezo las sesiones y me da diagnostico- respondí sin expresión mirando hacia el pizarrón

-Ahhh. ¿Pero, como te sientes? - estaba muy interesada pero mi mente solo pensaba en aquel chico de las escaleras.

¿Por qué había perseguido al enfermero?
¿Le habrá querido hacer daño? Además, Logan había dicho que su hermano también estaba aquí y quería cuidarlo. ¿Tan atrofiada estará su mente, para no poder lidiar consigo mismo?

Rayos, estaba actuando como una total vieja chismosa. Y no era bueno tener tanta curiosidad por que me haría ganarme problemas

La semana paso rápido. Unos días estaba de buen humor, otros me quería morir y a veces simplemente estaba tan cansada que no sentía nada. De verdad nada. Como si solo estuviera respirando para sobrevivir a pesar de que mi psiquiatra estaba volviéndose loco en un esfuerzo por despertar las ganas de vivir en mi ;por mi mente a veces paseaba la idea de que yo terminaría dándole terapias a él.

Llego el fin de semana y por reviví uno de mis temores: nadie fue a visitarme. Los chicos con los que me juntaba (por que no eran mis amigos. Convivía por ellos por que la gente a mi alrededor me decía que no era sano estar sola, aunque yo no confiaba en ellos) me dijeron que los fines de semana, desde el medio día los familiares llegaban a visitar a los pacientes y podían estar junto a ellos todo el día durante viernes, sábado y domingo. Espere pacientemente sentada bajo un columpio debajo de un árbol enorme durante varias horas

Viernes, nadie llego

Sábado, nadie llegó

Domingo...... Nadie llegó

Veía a los demás correr y jugar con la gente que los acompañaba mientras yo me la pasaba sola, observandolos. Y me pareció extraño por que a mi antes me aterraba....

Ahora, no sentía nada

No había tristeza, o preocupacion. Simplemente estaba existiendo; aunque debo decir que lo que pasó aquel domingo fue bastante bizarro

El día era muy soleado, por lo que me molesto por que el uniforme era de manga larga y se sentía un calor muy incómodo. Aún así me quedé bajo el árbol desde casi las 10 am. Habían unas mesitas tipo picnic y llegó una familia de varias personas : una mujer alta y rubia, vestida con un sombrerp y un vestido rojo que se veía muy cómodo llegó junto a una chica de cabello hasta la mandíbula. Eran endemoniadamente atractivas

Detrás de ellas, 2 hombres: uno amable que iba saludando a cualquier persona que se le atravesará. Y el otro estaba a una distancia considerable, pero a pesar de mi miopía fueron inconfundibles aquellos ojos azules. Tenía una expresión fría y probablemente iba cuidando que ningún loco se acercara a las mujeres;  si Artemis me llego a intimidar, hasta me reí

Se dirigieron a una de las mesas y vi como varias personas se les quedaban viendo con caras raras y cuchicheaban. Hicieron caso omiso y se sentaron platicando animadamente. Y mientras yo me sentía como una acosadora, por que me dedique a analizarlos aprovechando que no tenía nada que hacer hasta que una voz me interrumpió.

-¡Buuuu! - ¿recuerdan al Moreno de Ojos de color? Pues se llama Omar y ahora estaba jodiendome, sentándose justo en las raíces del árbol donde estaba el columpio después de intentar asustarme. Descubrí que este chico estaba ahi por tener crisis de ira incontrolables, así que trataba de evitarlo lo más posible.

La próxima CashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora