Mila

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-Y pues así están las cosas - termine contándole a la mujer rubia para que tomara una desición. Los Hidalgo no parecían malos, pero a final de cuentas ella ahora era su mamá y tenía fe en que sabría que es lo mejor para Adhara.
Aunque en cuanto me gire a mirarla, me di cuenta que tenía su mirada perdida en la pared

-Entonces ellos estan buscándola....

-Si - recordé la desesperación de aquellos chicos. Apenas iban para su tercer día en Londres y estaban volviéndose completamente locos, pues Christopher no había encontrado nada y ellos salían a las calles a buscar pistas sin intentar hacer mucha propaganda que pudiera levantar sospechas.

-¿Sabes cuanto tiempo estarán aqui, Nick? - al fin me miró

-El suficiente para no irse con las manos vacías - le contesté sincero.

-Mierda - se tapó la cara con las manos y se levanto, caminando en círculos por el patio. Quería saber que pasaba por su mente, si iba a dejar que se reencontraran o pensaba llevársela lejos. Y a pesar que era lo correcto, me arrepentí de hablar con ella, pues independientemente de su desición, Adhara iba a terminar de una u otra manera lejos de mi; ya sea yéndose a vivir a otro lado con los Stein o regresando a su lugar de origen con los Hidalgo.

Pero lo que me importaba más es que estuviera sana, salva y feliz. Se lo merecía después de toda la mierda que había pasado en su infancia

-Di algo- le suplique a Mila al ver como se sentaba derrotada mientras uno de sus esposos salía a acompañarnos

-¿Que hago? - le preguntó la rubia a Valter

-No sé a que te refieres corazón mío - respondió con amor mientras ella se escondía en su cuello

Cuando iba a explicarle, se escucho un estruendo dentro de la casa

-¡Carajo! ¡Mamá va a matarme! - Dijo heist junto a un jarrón roto mientras sus hermanas lo miraban con pena

-Mamaste- le contestaron

-Deberías salir del país y cambiarte el nombre - el las miró mal

-Si, gracias por su apoyo niñas- ambas levantaron los pulgares y entró su madre a ver que pasaba

-Oh, vamos. Ya es el segundo en la semana- su hijo mayor le pedía perdón, pero ella no escuchaba. Su cabeza aún se mantenía en la conversación que tuvimos minutos atrás

-Mamá ¿estás bien? - le pregunto Adhara y solo recibió una sonrisa de boca cerrada como respuesta

-Si, solo pensaba. No te preocupes por mi cariño - dijo recogiendo los pedazos más grandes de vidrio mientras su hija adoptiva se acercaba a ayudarle

-¿En que piensas? - se miraron intensamente algunos segundos hasta que le respondió -

-Deberíamos hacer nuestras maletas...-

Iba a entrar a la casa, pero sentí un empujón y termine retrocediendo varios pasos

-Mantenlos alejados- me dijo Peerce en con un tono de voz grave

-Está desición no se puede tomar a la ligera. Tienen que hablarlo con la niña- le dije frunciendo el ceño

-No. Que ni se entere; ha estado trabajando muy duro para seguir y no podemos dejar que recaiga ahora - no sabía si estaba haciendo lo correcto. No se sentía bien

-¿Y Mason? - le pregunté para ver que haría con el otro marido de su mujer, ya que de seguro no estaría de acuerdo. O quien sabe, después de todo, era el único que seguía siendo impredecible para todos

La próxima CashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora