Esperame

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Los días después de eso, no fueron iguales. Cuando alguien se me acercaba, miraba sigilosamente a todos lados y apenas terminaban de interactuar conmigo para irse corriendo. Y no me había preguntado por qué hasta que encontré a Heist viéndome con una sonrisa macabra.

No me dio miedo pero supongo que a todos los demás si

Apenas entre a la cafetería, hicieron sus grupitos y me dejaron a mi sola en una mesa aparte. No me importaba, no iba a hacer amigos después de todo; lo único que me quitaba el sueño aún era que nadie de los chicos había dado señales de vida, ni siquiera Adrik. Me preocupaba por que el juicio sería pronto y no sabía en qué condiciones estaba el Cash

-Aww ¿por qué tan solita niña? - llegó Heist con su sonrisa de siempre, pero no iba solo. Frey se sentó sigilosamente a mí lado silenciosamente y me impacto, por lo que no despegue mi mirada de él a pesar de que Heist seguía hablando como cotorra - ¡Hey!
¡Estoy hablando!

Lo ignore y puse mis codos sobre la mesa, recargando mi cara sobre las manos para mirarlo con atención. El, que apenas y probaba su comida, se dio cuenta de mi acción y también se dedico a mirarme

-Como quieran, me largo- dijo el rubio hastiado para levantarse de la mesa y salir rumbo al patio. Frey y yo nos quedamos observandonos con cautela, pero no me sentía intimidada y al parecer el tampoco. Ya había visto algunas veces como ignoraba a la gente y seguía con su vida como si no existieran, pero no fue así conmigo

-¿Por qué estas aquí? - le pregunté con un tono bajo. No quería asustarlo y que terminará yéndose

En lugar de resolver mi pregunta,  desvío la mirada de vuelta al plato con puré de papa y encogió los hombros con una expresión divertida

-Oh vamos, no puede ser tan malo- le dije viendo como comía con asco. Y me ofendió, por que eso quería decir que estaba acostumbrado a mejores cosas pero a mi si me gustaba esa comida.

Soltó la cuchara de golpe, atrayendo la atención de varias personas y me miró serio

-Soy un asesino. Podría descuartizar a tus padres y tu ni siquiera lo notarias - sus ojos azules me miraban sin lograr perturbarme

-Wow, que fuerte- dije. Primero pensé que estaba jugando, pero luego una parte de mi se convenció que era verdad por que si no, no estaría aislado en el tercer piso

-¿No dirás más? ¿Te acabo de confesar que soy un jodido monstruo y no harás nada? - me miro con cierto desespero y acerco agresivamente las manos a mi cara como si quisiera jalonearme

-Hoy es un buen día para morir - estaba hablando sin pensar. Su cara cambió completamente y la seriedad volvió ; dejó una de sus manos sobre la mesa, apretandola hasta tronar sus dedos y aproveche. Con mi dedo índice, comencé a acariciar su dorso suavemente. Como vi que no puso resistencia, subí más y más las caricias hasta que mi mano se posó sobre la suya y la apreté ligeramente

-No pareces un monstruo, Frey - mi confesión lo tomó por sorpresa y me miró con la boca abierta. Y Estoy casi 100% segura, de que lo vi en sus ojos mientras se cristalizaban, era tristeza

Eso hasta que nos interrumpieron

-T/N Hidalgo, favor de pasar al área de contención - habló una mujer a través de una bocina y mis sentidos se alertaron

Están aquí. Han venido a verme

Quise alegrarme, pero no pude. Estaba tan decepcionada de que había pasado ya casi 2 semanas y apenas se signaron a visitarme; aún así me levante dispuesta a ir, quería darles el beneficio de la duda. Cuando me pare, Frey tomó mi mano fuertemente y me jalo hacia el, dejando mis rodillas entre sus piernas en la banca donde estaba sentado.

La próxima CashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora