Desconcierto

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haroshi...haroshi...

Porque...porque permitiste todo estos, porque lo hiciste...

que tan poderosa es ella... 

haroshi...

Luego de escuchar aquella voz femenina, hanabi despertó abruptamente. Los latidos de su corazón eran acelerados y sus ojos estaban húmedos, como si hubiese estando llorando dormida. Pasado un rato se tranquilizo, miro el reloj de su habitación el cual indicaba las tres y media pasadas. 

Hanabi ya no podía conciliar el sueño asique se levando de su cama, se pego una ducha rápida y se escabullo de su casa para dar un paseo nocturno, total había vigilancia y seguramente se encontrada a alguien conocido del clan o posiblemente a hayabusa. Mientras caminaba por los tejados de las casas, pensaba en aquel sueño que  no la dejo dormir y en lo frecuente que se le hacia. Cada vez que lo soñaba sentía angustia, dolor  y  rabia. Aunque eso ultimo no se lo explicaba, ya que, solo la invadía un fuerte sentimiento de angustia y dolor en su pecho.

-si que es extraño todo esto...

-yo creo que es más extraño como hace equilibro, sempai.

Aquella voz saco de los pasamientos a hanabi, la cual se volteo viendo a uno de los jóvenes guerreros escarlata, el cual estaba sentado en el tejado de una casa.

-de que hablas?

El joven simplemente apunto hacia los pies de la chica, a lo esta miro hacia abajo y comprendió que por donde estaba caminando era un cable bastante fino que en cualquier momento se rompería, a lo que, en un rápido movimiento se posiciono hacia donde el joven ninja el cual aplaudió el acto de su superior.

-me sorprende lo hábil que eres, hana sempai. 

-mucho alago, no es para tanto- se sienta junto al joven- además, gracias a ti casi no me rompo una pierna o hago el ridículo cayendo de una gran altura.

-su padre aun no le permite regresar, no es así?- esta asiente- que mal...

- extraño el entrenamiento y las vigilancias- mira hacia el cielo mientras se recuesta en el tejado- ahora me debo de conformar de llevar una vida como...

-una joven normal?

-exacto!

Luego de unos segundo de silencio, el joven le pregunta:

-hana sempai.

-Hm?

-¿que sintió cuando se enfrento cara a cara contra el akuma ninja? 

Aquella pregunta la tomo por sorpresa, lo cual la hizo entrarse. 

-A que viene esa pregunta?

El joven tardo en responder pero al final dijo:

-es que siento curiosidad, algún día tendré la oportunidad de enfrentármelo. Tal ves si o no, no se pero si la tengo, quiero saber... que es lo que me espera...sempai.

Hanabi solo lo miro fijamente a los ojos, con aquella mirada quería transmitirle todo, que lo pudiera captar claramente.

-escucha...- esta dio un suspiro profundo antes de continuar- no es un tema que me agrade contar pero cada experiencia propia es única y tú deberás formar la tuya de acuerdo a lo que se te presente. Si tienes la desgracia o no de enfrentártelo, que ojala no, ya que aun no estas preparado para vivir una experiencia tan fuerte... aunque... nos entrenan para esto... para que demos la vida si es necesario.

Cuando hanabi miro al joven ninja, vio que a este le temblaba un poco la mano. Esta no dudo y se la tomo.

-tranquilo, okey?

Este asintió.

-lo siento por preguntar algo tan delicado sempai, es que... bueno...

- te entraron dudas, no es así?

-como es que...

-es fácil detectar como también que eres bueno en las artes medicinales- el chico la miro sorprendido- mira, no estoy muy seguro a como reaccionara mi padre pero si pretendes dejar esto, hazlo por una razón la cual sea razonable y justa, y no por cobardía. Ve de apoco demostrándole tus habilidades y cuando estés preparado, díselo. Entendido?

-si!

Después de aquella conversación ambos se despidieron y hanabi se dirigió a su casa, ya que el cielo poco a poco se estaba aclarando, lo que indicaba que amanecería pronto. Ya en su habitación, se vistió para recostarse pero no sin antes mirarse al espejo, notando así una figura detrás suyo. cuando se volteó, no había nadie y cuando volvió a ver el espejo la figura estaba hay, en el espejo, mirándola fijamente. El dolor de cabeza se hizo presente y la vista de hanabi se hizo borrosa para finalmente caer inconsciente al suelo.

¡HAROSHI!


Lo que arraiga en su corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora