Ha pasado un mes desde los acontecimientos de la casi pérdida de la magia del clan Madrigal y ahora hay paz en Encanto y la familia es más unida que nunca, sin embargo no todos los Madrigal están felices.
Camilo Madrigal empieza a cuestionar su luga...
Creo ya todos me conocen, pero volveré a presentarme, soy uno de los miembros de la familia Madrigal. Mi nombre es Camilo y soy el Madrigal que tiene el mejor don de todos, la transformación, si, puedo transformarme en cualquier persona viva que conozca.
Pero transformarme en los demás no es mi único don, soy un galán rompecorazones, a mis cortos 15 años ya he tenido seis novias, pero últimamente las chicas me han aburrido, siempre es la misma cosa, solo les digo un par de cosas lindas y caen enamoradas, no es nada divertido.
Se que no soy feo, digo mi piel clara, mis ojos cafés casi verde son bastante llamativos, mi personalidad divertida y energética son mis mayores atributos, pero sé que todas las chicas y algunos chicos están interesados en mí solo por mi apellido.
Me gustaría que alguien se fijará en mi por lo que soy y no por mi apellido.
Salgo de mis pensamientos cuando mi hermana Dolores llama a mi puerta.
Dolores: Camilo baja, el desayuno está listo.
Camilo: ya voy dije con pereza.
Dolores: apresúrate, la abuela tiene un anuncio para la familia.
Dicho esto, se fue
Me estiré con pereza en mi cama y me apresuré a vestirme, no por el anuncio de la abuela sino por el desayuno. Eso si es importante, si no como mi ración diaria estaré con hambre todo el día.
Salí de mi habitación con mi energía al 100% como siempre y llegué a la mesa, en donde mi tía Julieta me dio un plato lleno de comida para luego besar mi mejilla.
Julieta: aquí tienes mijo, buen provecho
Camilo: gracias tía Julieta
Justo en ese momento llegó la abuela con su característico semblante relajado.
Alma: buenos días familia, a comer todos.
Cuando ella dijo eso empecé a comer todo lo que había en mi plato, disfrutaba mi desayuno cuando la abuela volvió a hablar.
Alma: antes de seguir con el desayuno tengo un anuncio que dar.
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Escuché sin ganas a la abuela, la verdad es que cada vez que teníamos visitas era viejos amigos de mi abuela que venían a verla, y esta vez no parece ser la excepción.
Alma: hoy vendrá una vieja amiga mía con su familia a pasar una temporada con nosotros y espero que sean hospitalarios con ellos, son unas personas muy importantes para mí.
Bufé por lo bajo al saber que solo vendrían personas mayores, la verdad es que desde hace un par de semanas para acá he estado con un humor terrible y nada me contentaba, mi papá piensa que es la edad, pero algo me dice que no es así.
Mi abuela se dio cuenta de mi cambio de humor por lo que me sonrió amablemente antes de seguir hablando.
Alma: sabes Camilo creo que la visita de mi amiga te alegrará mucho, y no solamente a ti sino también a Isabela, Luisa y a Mirabel.
