CAPITULO III

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Ya llevaba 1 mes como su secretaria, hasta el momento nada se había salido de control, ahora la admiración era mucho mayor, este tiempo trabajando a su lado solo había hecho que mi respeto y admiración fuera mucho más. Sus negocios los manejaba con tanta entereza y dedicación, era un hombre muy puntual, muy correcto, le gustaba repasar agenda, no cancelaba ninguna reunión pautada, así como no me hacía agendar sino estaba seguro de poder atender a la persona, es muy perfeccionista, tanto que no me quedaba duda de que es un hombre perfecto.

8:00am
Momento justo para que suene el ascensor y como todos los días, allí viene entrando con su traje a medida, denotando su perfeccionismo, su actitud imponente y como siempre su seriedad infinita.

- Buenos Días... - Dice pasando a mi lado, lo que yo contesto en apenas un susurro y asintiendo a su saludo, ya sabia que seguía, como todos los días el olor de  su fragancia de millones, un perfume que se hacia notar a kilómetros de distancia inundaba la oficina, lo veía posicionarse detrás del escritorio denotando poder, sus manos moviéndose ágilmente al inicio de su computador, manos fuertes, bien cuidadas y muy grandes.

Lo se, se preguntaran por la descripción de sus manos, tengo una loca obsesión por las manos de los hombres, siempre he pensado que las manos de un hombre hablan mas de lo que dicen sus palabras, un hombre con unas manos fuertes, cuidadas y mas en un hombre como Olexander denota poder, inteligencia. las manos sucias, callosas, me hace referencia a algunos trabajos duros, un hombre trabajador, que lleva el sustento, y unas manos casi de niña solo me hacen referencia a un hombre que le gusta la vida fácil. Rio internamente de mis locos pensamientos, no es que me guste eso de leer las manos, pero es una fascinación que tengo de los hombres.

- Buenos Días Señor...- Digo abriendo la agenda, gracias a un mes de tortura junto a este hombre, ya había aprendido a controlar mis sentimientos, mis nervios y a ser mas profesional, repitiendo toda las noches mi mantra "Entre nosotros, no puede pasar nada" aunque me encantaría la idea. - Para el día de hoy tiene reunión con los Cliente de Tiger Club a las 8:30am, a las 9:30am tiene reunión con Inversionistas de Australia, a las 10:30am Reunión con la junta directiva y como usted solicito a las 11:30am tiene reunión con el departamento de finanzas. - Digo leyendo su agenda del dia de hoy, pero como siempre lo que no me gustaba manejar de su agenda, era la agenda familiar, me ponía incomoda. 

No porque su familia me tratara mal, su hermana Devora es un amor y Julios era un egocéntrico que cree todas caerán a sus pies, el Sr. Lacroix padre se comunica a la linea directa con la oficina de Olexander, obviamente a excepción de su madre, siempre que llamaba era la mujer mas déspota y ofensiva que podía haber conocido. Además la situación mas incomoda es tener que negarle todo el tiempo la comunicación, no la conozco en persona y Dios, espero no hacerlo pronto. 

-Sr. Disculpe, se que es un tema que debo manejar... -Digo haciéndole saber, que obviamente tengo claro que no debo mencionar siquiera a su madre, puesto que fue la primera orden que me dio después de firmar el acuerdo de confidencialidad y entregar la agenda familiar. - Su madre, llamo todo el día de ayer exigiendo un almuerzo con usted... - Dije a lo que el me interrumpió enseguida, deteniendo su mirada en mi y dejando de teclear en su computador. 

- No, no admito ningún tipo de cita con mi madre...- Dice en un tono totalmente severo y apoyando sus codos en el escritorio. - Es un tema que ya se hablo, aun cuando mi madre ruegue, grite, llore, no quiero discutir mas este tema Alessia. - Dice dejándome mas que claro, que jamas debo volver a tocar ese tema. 

- Si señor. - Dije mas avergonzada que nunca, para luego asentir y retirarme de su oficina. "Dios no puedo con mi estupidez, es una desgracia China" pensé antes de posicionarme en mi escritorio y continuar con mi día. El día paso super tranquilo, esta noche saldría con Helen, llevábamos semanas ahorrando para conocer uno de los Clubes mas caros de Lacroix.  

Sabor a DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora