No sabía en ese momento que responder, mi cerebro intentaba argumentar palabras, pensar en una defensa de una acusación que se encontraba implícita en sus palabras, seguía tan sorprendida que mis ojos solo pudieron bajar y mirar nuevamente las fotografías para intentar procesar el hecho de que las fotos confirmaban que había sido Olexander el hombre de esa noche.
- Yo... Yo no sabia...- Alcance a decir en un susurro mas para mi que para el incluso, tartamudeaba, mis manos temblaban. Estaba petrificada, mis nervios, mi angustia, el huracán de preguntas sin respuesta ¿Tan mal había estado?, ¿Me despediría?, ¿Realmente mi primera vez había sido con el?...
- Sta. Capri, estoy esperando una respuesta coherente y creíble de su parte... - Dijo este aun mirándome amenazadoramente, su acento se sentía mas marcado y su voz cada vez era mas profunda, mis ojos se posaron en su rostro no veía ni un poco de compasión o siquiera un hilo de confianza en lo que yo le decía.
Intente recomponerme por todos los medios, hasta que vi sobre el escritorio una pequeña nota que recordaba perfectamente de esa noche << "Espero tus labios tengan mejor sabor" O.L >> las fresas de esa noche, recordé.
Dios mío!, como fui tan idiota y no me di cuenta...
Suspire sin mas y me arme de todo el valor que carecía en ese momento para por fin dar la cara por lo de esa noche, yo podía perder mi virginidad con quien yo quisiera, en el momento que yo quisiera, tenemos 1 mes trabajando juntos, ¿solo se atreve a culparme a mi?.
- Sr. Olexander... - Dije inflando mi pecho, mi tía Margot siempre me dijo que para pelear en lo que creemos y queremos hay que hacerlo con la frente en alto y con toda la convicción aun cuando no crean en nosotros, mis ojos hicieron contacto con los suyos y mis puños se cerraron a mi costado, solo necesitaba un poco de valor entre tanto caos. - en primer lugar yo no sabia que se trataba de usted, sí leí la nota, pero eso no me hace mas culpable... - Dije mostrando la nota que aun sostenía en mi mano. - Segundo, no fue del todo culpa mía, llevo un mes laborando con usted casi en la misma oficina, es decir que usted sabia que era yo entonces... - Fui interrumpida completamente en mi defensa.
Él comenzó a darle la vuelta al escritorio para enfrentarme, su mirada y su cuerpo seguían siendo amenazantes y mientras se acercaba la valentía iba abandonado mi cuerpo.
- Srta. Capri, no intente voltear las cosas... - Dijo frente a mi, su jefe de seguridad seguía en silencio observando nuestra discusión. - Usted se veía muy diferente a como viene a trabajar.. - Dijo mientras me miraba de pie a cabeza y recogía una foto donde me veía completamente en el atuendo de ese día, mi cabello estaba suelto, el vestido se ceñía completamente a mi figura y mi escote dejaba perfectamente ver la silueta de mis pechos. - Entonces, Cuales fueron sus malditas intenciones. - Dijo susurrando muy molesto, mientra sus ojos no se despegaban de los míos.
- Ya le dije que no tengo ningunas intenciones... - Dije comenzando a molestarme y eso era malo, porque tenia el pequeño defecto de que comenzaba a no tener filtros. - No sabia que era usted, simplemente vi un hombre que me gusto, desde hace mucho tiempo conservaba la fantasía de perder mi virginidad con un desconocido... - Decía mientras mi voz se hacia mas fuerte y mis manos comenzaron a tener vida propia y gesticulaban dramáticamente la situación. - Pensé que había tenido una noche maravillosa con un desconocido y ahora usted lo ha arruinado... - Me detuve abruptamente; me di cuenta que me había acercado mucho, estaba señalando y gritando a mi jefe.
Además recordaba las palabras que había dicho, y el rubor no se hizo esperar en mi rostro, la vergüenza que me embargo y fue peor cuando mire al jefe de seguridad, quien alzo la comisura de sus labios tratando de no sonreír y con una leve "Disculpa" salió de la oficina dejándonos completamente solos. Justo allí me sentí morir, necesitaba salir de aquí, mire a Olexander quien me miraba aun como si no confiara en mis palabras y su ceño fruncido.

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Sabor a Desastre
RomansaSoy la típica amiga de la chica a la que todo le sale de película, Celine se fue hace un año a vivir su sueño millonario, ahora mismo trabajo como recepcionista en LACROIX FERRAD COMPANY, una multinacional que tiene muchas dependencias desde empresa...