Naruto DxD: World Together

Capítulo 6

Ya no estamos en el Infierno, el Cielo, Mundo Humano, nos encontramos en la tierra de los muertos del Mundo Shinobi, en los momentos en que se desarrolla esto, el Naruto original tenía 13 años, hace poco se había graduado de la academia y había sido asignado al Equipo 7 junto a sus compañeros, Sasuke Uchiha, Sakura Haruno y como maestro a Kakashi Hatake.

Desde el paraíso lo veían sus padres, sintiendo la tremenda tristeza de no estar con su muchacho, de felicitarlo y aconsejarlo, entrenarlo o el simple hecho de cenar junto a él.

Pero podían sentían el orgullo y felicidad de su hijo y lo compartían, dándole su máximo apoyo y ovaciones. Su momento fue interrumpido cuando alguien los llamo por sus nombres, cuando voltearon a ver se vieron cara a cara con un hombre de cabello blanco, tenía una barba de chivo, piel gris que parecía cargar varios años, pero lo que más destacaba eran unos cuernos en su frente, sus ojos de un violeta metálico y con 6 anillos que rodeaban su pupila, una marca roja en medio de la frente, esta era redonda con un anillo dentro y lo que parecía representar una pupila; lo que lo representaba también era esa larga túnica blanca con seis magatamas, además del hecho que estuviese flotando sobre 6 esferas negras.

El hombre se presentó como Rikudō Sennin, el de los cuentos que habían escuchado, sorprendidos por la revelación de estar frente a una de las más grandes leyendas de los Shinobi le preguntaron por qué los vino a ver, su respuesta fue casi inmediata.

Les contó cómo se formó el mundo, como antes el Caos reino sobre este y como una colisión partió al Caos en dos partes totalmente iguales, la luz y la oscuridad, la oscuridad eligió un avatar en que encarnarse y este era un monstruo de diez colas que era y será el bijū original, Jūbi, el Dios de la Destrucción. Y por otro lado estaba la luz, esta es curiosa, bondadosa y misericordiosa, ya que no eligió a un solo representante, los eligió a todos, todos y cada uno de los seres de este nuevo mundo se volvieron seres de la luz, que eran todos seres pacíficos de fuertes voluntades.

Pero el Caos siempre se abre paso mientras existan las dos fuerzas, ya que de la luz y la oscuridad nacieron los humanos, seres que de ellos dependía elegir ser monstruos como el Jūbi o ser seres de la Luz Creadora, y eso nos lleva al ahora ya que el cataclismo que había ocurrido en los principios de la existencia era inminente que volviera a ocurrir y debía detenerse, durante su juventud un sapo alguna vez le presagio el nacimiento del Niño Salvador, pero junto a este hubo otro presagio, uno terrible que decía que el cataclismo del albor de los tiempos volvería a ocurrir en un milenio.

Pues de ese milenio ya habían pasado exactamente 780 años, quedando 220 años solamente, y ahí es donde ellos y Naruto entraban, ya que la nueva colisión puede ser impedida, pero no desde este mundo, ya que por la primera profecía del sapo el salvador ya estaba en el mundo y todo apuntaba a que era Naruto y se encargaría de detener la segunda venida del Jūbi, pero desde el otro mundo y según había visto, no había sido predicho nada acerca de un salvador ni parecía había nadie que estuviese enterado del Avatar de la Oscuridad allí. Así que vio a la Luz Creadora del mundo, esta estaba muy débil por el gran poder del Avatar Oscuro allí, le pidió ayuda al sabio, la Luz sabía acerca del choque de los mundos y lo importante que era evitarlo.

Rikudō allí le hablo de las profecías de su mundo e interesada por el Niño Salvador, la Luz le pidió que, cuando ese niño haya completado su profecía y muera, envíe una reencarnación de él a su mundo; él había aceptado enviar la conciencia del chico al mundo, pero la reencarnación debía efectuarse por la Luz.

Pero él pensó que el chico solo no podría, así que se le ocurrió enviarlos antes a ellos, así tienen una vida allí para poder criarlo y verlo crecer como tanto habían querido, además de educarlo en las peleas y en el control de la energía de ese mundo.