Capítulo Nueve

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Capítulo Final

– Lamento no haber contestado– digo apenas respondo a la llamada de Sun Oh. 

– No te disculpes– dice comprensivo– Solo quería asegurarme que estés bien. 

– Lo estoy– sonrío leve– No soy yo a quien están atendiendo. 

–¿Qué dijo el doctor?

Camino por el pasillo del hospital, viendo a algunas enfermeras ir y venir mientras revisan papeles, llamando la atención de algunas y sonriendo amable hasta encontrar un lugar más tranquilo para hablar.

– Fue una pequeña fractura de tobillo. No es muy grave, pero necesita usar el yeso por algunas semanas.

– ¿Y cómo sucedió?

– Creo que intentaba arreglar una de las luces del set y se cayó de la escalera– le explico a Sun Oh sobre el pequeño accidente que tuvo mi padre. 

– ¿Cuánto tiempo te quedarás? 

Ya veía venir esa pregunta.

– Supongo que una o dos semanas. 

Escucho que murmura algo que no logro entender y puedo imaginarme que una pequeña mueca se ha dibujado en su rostro, lo cual me hace soltar una pequeña risa. 

– ¿Puedes sobrevivir ese tiempo sin mí?

– Haré lo mejor que pueda– responde riendo– Tengo que colgar, mi madre acaba de llegar. Saluda a tus padres de mi parte– dice Sun Oh a través del teléfono.

– Lo haré, saluda a tu madre por mí. Hablemos después. 

– Estaré esperando tu llamada– dice haciéndome reír. 

Ambos colgamos y me dirijo nuevamente a la habitación de mi padre. Al llegar, veo que mi madre habla con un doctor un poco alejados de la cama, por lo que decido hablar con mi padre, quien intenta ponerse el zapato derecho.  

– Déjame ayudarte con eso– me arrodillo y tomo su zapato.

– Gracias, cariño– me sonríe– Lamento haberte preocupado y hacerte venir cuando tienes asuntos con la nueva tienda. 

– No digas eso, papá– me siento a su lado en la cama– Tú siempre serás más importante.

– Pidamos algo para comer en casa– dice mi madre acercándose. 

– Podríamos ordenar algo del restaurante favorito de Yuk Jo– responde mi padre tomando suavemente mi mano– para celebrar la apertura de la tienda. 

Asiento con la cabeza, aceptando la idea. Después de terminar de tramitar algunos papeles para mi padre, los tres salimos del hospital y nos dirigimos a casa mientras ordenamos la comida por internet. Al llegar, subo rápidamente a mi antigua habitación para ponerme algo más cómodo y mentalizarme la charla que sé que mis padres y yo debemos tener sobre Sun Oh y yo, lo cual me pone nerviosa respecto a qué es lo que dirán. Bajo a la sala sintiendo mis manos sudar levemente y suelto un suspiro antes de ingresar a la habitación y regañar a mi padre por intentar caminar de un sofá a otro sin ayuda.  

Al cabo de unos minutos, nuestra comida llega y comenzamos a comer. Decido esperar a que comamos la mitad de nuestra comida antes de hablar.

– Probablemente ya vieron algo al respecto, pero hace algunas semanas me encontré con Sun Oh– veo que mis padres dejan de comer– Hemos estado saliendo desde entonces. 

– Vimos las fotos de la apertura de la tienda– dice mi madre con una pequeña sonrisa de labios cerrados.

– Y los vimos juntos en el estreno de una película– responde mi padre con un tono de voz que no logro decifrar. 

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