032; My Only One.

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Cuando tu alma está demasiado lastimada ¿A donde vas? ¿Donde es tu sitio? ¿Para que naciste?
Es decir, ¿Es válido que todos tus sueños y esperanzas se hayan destrozado debido a una persona? ¿Lo merece realmente?
¿Como le haces entender a tu cabeza que todo lo que un día fuiste ya no será más? Esas esperanzas, esos sueños, esa felicidad, todo fue destruido por una persona, de eso no queda ni el polvo.
¿Como le haces a alguien entender que ya no volverá a ser? ¿Que esa versión pasada de ti murió y que ahora no sabes ni siquiera para que naciste ni de que estas hecho? ¿Que probablemente te costará recuperarte unos 5, 10, 20 años ¿¡Quien podría saberlo!?

De esta manera se sentía Luffy, destruido, y odiaba a Law por eso, por arrebatarle todas las cosas que él un día fue, pero aún así, jamás se olvidara de cómo se sintió estar a su lado, recostados viendo las estrellas y a un costado el sonido del mar, de las olas golpeando la madera de aquel barco que hoy día tienen guardado cerca del farol, bien vigilado.
¿Aún esta enamorado? O... ¿Simplemente aceptar que esa persona te hizo sentir cosas especiales acaso es ser maduro? ¿Como podría saberlo? En este momento no sabía nada, ni siquiera si algún día podría volver a tener sueños, o de si algún día volvería a la cubierta y se lanzaría a la aventura, como solía hacerlo, ese Luffy de hace un año esta totalmente enterrado.

- Ojalá pudiera darte una razón, Law -. Con su raspyvoice característica, recargado en aquel balcón directo a su habitación, con los ojos vidriosos y aquel aire llevándose el líquido corriendo por sus mejillas, soltó el castaño, mirando hacia la nada. - Me siento tan roto, y ya me he rendido -. Hablaba con su fantasma, pues aunque quisiera, Law no se encontraba allí, es como si hubiese muerto y le estuviese hablando al cielo.

- Aquí voy... -. Menciono con voz airosa, seguido de un profundo suspiro.- Ojalá pudieras... ojalá de alguna forma pudiera hacértelo saber -. Miro hacia abajo mientras apretaba sus ojos y pasaba una mano por su nariz para limpiar el líquido que corría por ella. Había hecho una pequeña pausa para llorar desconsoladamente.- He intentado llegar a tí -. Su voz se rompía en cada palabra cuanto más avanzaba.- He puesto mi mejor esfuerzo en llegar a ti, porque tú eres mi único -. En la última palabra, no pudo soportarlo más y se sujeto del cemento de aquel balcón para no caer al suelo, sentía que el dolor paralizaba mucho más que su pecho.

- Te dejo ir, aunque... aunque simplemente no hay nadie que me entienda como tú -. Lloraba desconsoladamente mientras negaba con la cabeza, su piel se había tornado roja de tanto esfuerzo, su voz era poco presente, y pronto se encontraba en el suelo con las rodillas en el pecho y las manos alrededor de su cabeza.- Eres mi único Law, mi único, ojalá lo hubieses entendido... Y no puedo Law, no puedo levantarme después de que te has ido...

Jamás iba a entender como la mejor persona que pudo existir a sus ojos, como la persona que más llegó a amar a tal punto de sentir que tocaba el cielo cada que sus labios se rozaban, lo había lastimado de tal forma.
Porque, él estaba seguro que aunque también cometió sus errores y seguramente le decepcionó, no había sido a tal magnitud, él tenía culpa, Law también había sido víctima, pero tenía bien presente que él sí era quien más sufría, sabía que Law se levantaba y continuaba con su vida.
Incluso escucho los rumores de que Law al fin se había dignado a salir públicamente con una chica de melena rubia, y solo Dios sabe la verdad, y aunque eso lo destruyó, lo hacia feliz que Law haya podido salir adelante, que a su lado se encuentre una persona que pueda darle todo lo que él jamás pudo darle, porque siendo honestos, ni siquiera llegaron a segunda base, ellos jamás fueron algo.

Si encontráramos la manera de darle definición a la nada, todos podríamos poner el ejemplo de lo que Law y Luffy algún día fueron, porque eso fueron, la nada.

- Lo siento amigo, no quería interrumpir -. Aquella rasposa voz característica del peliverde se hizo presente.- No es mi intención molestar, solo... solo... aquí en tu mesita de noche dejaré... dejaré algo que te llego por correo -. Le miro, preocupado.- Si necesitas algo, cualquier cosa, solo dime -. Su mirada reflejaba al mismo tiempo, tristeza y agonía, ojalá pudiera estar en su lugar para librar del dolor a su tan querido y respetado capitán.
Sin más, salió de la habitación.

Aunque su intención en primera instancia no era levantarse a ver lo que Zoro había dejado en su mesita de noche, le sorprendió que le haya llegado correo, es decir el no pedía nada, tampoco tenía vida social, ¿que demonios era eso?

Quejumbroso y débil, se levantó del suelo y de forma turbulenta camino hacia aquel sitio, miró un sobre de primer momento, tenía una especie de bordado que jamás en su vida había visto y el papel tenía una textura casi de algodón ¿Que podría ser eso?
No le importo mucho y lo abrió sin más, dejando al descubierto una hoja del mismo material dentro de el.
Se saltó muchas cosas, ya que no le interesaba, solo quería ir al grano para poder regresar a llorar o a dormir, lo que fuera sonaba de maravilla.

Desconcertado, se sentó en su cama, con sus ojos entrecerrados y sus cejas encarnadas, no entendía lo que estaba leyendo... Solo hasta que leyó la palabra boda junto al nombre de Law, el dichoso título de invitación a... una boda. Tenía que ser mentira, o una broma ¿No es cierto? ¡Tenía que serlo! ¿Como Law iba a casarse? Vamos ¿Acaso estamos locos? Law no podía casarse, ¿no es cierto? ¿Como iba a hacerlo? y sobre todo... ¿Por qué le haría llegar una invitación? ¿Que clase de tortura era esta? ¿Que demonios quería lograr Law con esto?

Bajo las escaleras cual rayo, con el papel en la mano y los ojos cristalizados, la garganta echa vil mierda y el corazón destrozado. - Díganme que esto es una broma -. Soltó frente a algunos de sus nakamas que yacían frente a un sofá disfrutando de lo que él servicio televisivo podía ofrecer.- Dígame que soy demasiado estúpido y leí mal, o que es una broma, lo que sea... -. Su voz se quebró, y cayó al suelo de rodillas, las lágrimas corrían cual río por sus mejillas, era una escena devastadora.

Sus nakamas corrieron hasta él y una vez papel en mano, se miraron unos a otros, atónitos, sin saber que decir, o tan siquiera de que forma actuar. Jamás habían visto así a su capitán, parecía que su alma no formaba más parte de su cuerpo, ya no sólo lloraba, se quejaba de dolor, no sólo era dolor emocional, podía notarse que físicamente tampoco la estaba pasando bien.

Lo depositaron sobre el sofá, le explicaron que al parecer el papel era real, que él había leído bien, que no se trataba de una mentira o una broma, al menos no de parte de ellos, que ellos también estaban igual de sorprendidos que él.
Intentaron tranquilizarlo sin éxito alguno, solo se dedicaron a sentarse alrededor de él, algunos como Nami, Chopper, Brook, Franky, lo abrazaban, los demás se delimitaban a estar junto a él, planeando entre miradas la coartada perfecta para descuartizar a Law y comérselo en la cena.
Por ahora lo único que sabían, es que sería una noche larga.

¡No estoy enamorado de ti! (Law × Luffy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora