¡No estoy enamorado de ti! (Law × Luffy)

011; Cupido.

Muy a menudo el menor se sentía desconcertado por el chico de los tatuajes. Todo había ido como de costumbre, peleaban unas cuantas veces por algunas cuantas cosas tontas, pero después lo arreglaban de una u otra manera; pues aunque llevaran una buena relación la mayor parte de las veces, era innegable que ambos no coincidían mentalmente en muchas cosas y más por el mero hecho de que ninguno de los dos cedía para algo, ninguno quería seguir las ordenes del otro, la situación había comenzado a tornarse mas compleja y las peleas habían pasado de ser simples berrinches por alguno de los dos, a una competencia sobre quien dominaba sobre quien, se ponía a prueba la fuerza, la inteligencia, virtudes sobre valoradas como los conocimientos ó infravaloradas como el instinto. La mayor parte del tiempo Luffy sentía una sensación de derrota, pues el mayor le ganaba por más de 5 años, y según Law, Luffy debería seguir sus ordenes y ser sumiso ante el por el simple hecho de ser menor, lo cual claramente era una tontería.

El viaje hasta Florence aún parecía perdurar en un inmenso reloj de arena, desembarcaban de isla en isla buscando en estas mismas, alguna aventura que pudieran vivir por un corto tiempo, como los adolescentes rebeldes -en su mayoría- que en realidad eran. Justamente, en una de estas ya nombradas islas, una isla bastante civilizada que contaba incluso con miles de apartamentos y hoteles de alto rango, una isla bastante diferente a todas las demás y la cual, no sabían como habían logrado encontrar, comenzaría a desenlazarse la próxima aventura que pronto pasaría a ser parte de la historia misma. El día en que, los muguiwara junto a Law y su tripulación cayeron en las manos de cupido.

En la ciudad más cercana al punto de desembarco -como ya fue antes mencionado, la isla era tan avanzada que ya era un mismo país, con sus respectivas divisiones- los muguiwara junto a la tripulación de Law -quienes se habían encontrado en esta isla, según lo acordado entre ellos- habían puesto como primer destino una reservación en un hotel, pues se encontraban lo suficientemente cansados ya por el clima tan cambiante con el que lidiaron mas de 3 días seguidos, que ni siquiera tenían ganas -algunos- de mirar la ciudad por ahora.
Otros como Luffy, Sanji, Zoro, Chopper y Robin, se desviaron del camino en pequeños grupos para su propio beneficio.

Luffy, Zoro y Chopper van juntos, caminando por una calle estrecha llena de puestos de madera que venden accesorios de tela y cosas típicas de ese pais. Ninguno de ellos entendía mucho la clase de cultura que manejaban, pues hasta ahora, habían podido notar que los residentes de estas tierras veneraban a la muerte, en cierta isla, todo era tan alegre, la gente era fuego puro en todo el sentido de la palabra, tenían un acento marcado, su voz, en cualquier persona, reflejaba emoción y aventura, cosa que emocionaba de una manera sin igual a Luffy.

Zoro también pudo notar que las personas aquí eran más propensas a caer en peleas, pues ya antes se había impactado con un par de chicos por accidente y estos -en su mayoría- estuvieron a punto de golopearlo. ¡Vaya país!

-- Este país... -. Menciono Luffy para Chopper y Zoro entre todo el ruido y la gente. -- Es salvaje y atrevido --. Su cara reflejaba la mera entrada a la vagancia. -- Me encanta.

Chopper no podía dejar de sentirse tan admirado de toda la cultura que reflejaba cierto país a cualquier lugar a donde veías. Generalmente, los países son visualmente agradables, pero muchos de ellos o su mayoria son caracterizados por el alto avance en la tecnología, cosa que opaca la verdadera cultura del país. Este país era tecnológico, poseía metros subterráneos y sistemas electrónicos, pero la gente, todo allí era tan maravilloso.

-- Disculpe, señor --. Chopper se posicionó frente a un cualquiera que se le cruzo por enfrente. Un señor de camisa de polo blanca con un pantalón de mezclilla, bastante común para los residentes, pero demasiado admirable para los extranjeros.

-- Me gusta su estilo --. Menciono Luffy mirandolo de arriba a abajo admirado con la sencillez y originalidad de su atuendo, cosa que hizo que Zoro le mirara de la misma manera.