Una chica que se fue del pueblo cuando apenas tenía 10 años regresa con un título como doctora pero se encuentra totalmente sola al dejar a sus amigos atrás....pero su destino cambia al conocer al chico que pondrá su mundo de cabeza con solo conocer...
Mi nombre es T/N,soy una chica bastante normal,no suelo resaltar mucho o eso creo,mi vida empezó en el pueblo del milagro pero luego de mi cumpleaños número 10 se decidió en mi familia que lo mejor para mi seria que me fuera a estudiar fuera del pueblo ya que estaba comenzando a mostrar una inteligencia diferente al resto de niños de mi edad.
La realidad que viví fuera del pueblo no fue tan mala pero se me hizo difícil tener amigos por mi carácter algo directo,muchas personas se alejaron de mi dolidos por comentarios que no terminaba de pensar antes de soltarlos.
A pesar de esto logré mantener a 3 amigos los cuales me acompañaron en mi infancia y me ayudaron a madurar sin tener que cambiar lo que era para agradarle al resto pero lamentablemente todo lo que empieza por casualidad termina abruptamente y mi historia a su lado debía terminar dos semanas luego de haber recibido mi título como doctora general a mis 25 años....
Nara T/N:
Era una mañana tranquila,abrí mis ojos al sentir el sol entrando por mi ventana,me senté en la cama con el corazón a mil por la emoción que tenía al saber que regresaría con mi familia a el hermoso pueblo que había amado de pequeña,me levanté con rapidez y luego de una pequeña ducha me vestí con ropa cómoda pero lista para salir en cualquier momento aunque sabía que aún faltaba un rato para irme.
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(Vas así vestida pero el pelo y los ojos son de color negro)
Luego de vestirme me acerque a mi tocador comenzando a peinarme lo cual se me complicó un poco debido a que aunque mi pelo es lacio se enreda con suma facilidad cuando hago grandes movimientos,ya totalmente lista baje hasta la cocina pensando en que podría hacerme de desayunar.
No tarde ni 5 minutos en saber que quería comer,sin mucho apuro comencé a preparar unos ricos wafles con crema y unas rodajas de frutilla encima acompañado de un jugo natural para tener una mañana saludable.
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Coloque todo sobre la mesa de mi sala estando mientras miraba la hora,eran las 8:30 y sabía que mi padre vendría a buscarme a las 10:00 así que no me preocupe demasiado por el horario pensando que podía comer algo lento pero ese pensamiento fue interrumpido por un fuerte golpe en la puerta principal que me hizo correr hasta la entrada algo preocupada.
