Capítulo 8.

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[Todos los dibujos usados en multimedia son de mi propiedad, a menos que sea una imagen random]

(...)

-No sabe tan mal como piensas, tampoco tan bien... -. Bebió de aquella vieja botella de vino que habia descubierto apenas esa noche.

Arquee una ceja mirando algo extrañado a mi hermano. Después siguio una mueca de asco al momento en el qué el aroma del alcohol llego a mi nariz.

-¿Entonces porque sigues bebiendo? Si no es tan bueno... David...-. Coloque una de mis manos sobre mi rostro, intentando de alguna manera hacer desaparecer ese hedor.

No lo soporto en lo absoluto. Al menos eso disminuye las posibilidades de volverme un alcohólico como siempre e temido.

David se echo a reír, golpeando con "cuidado" la botella contra la mesa del comedor. Lo regañe con la mirada por eso.

-Ni yo tengo idea, querido hermanito.

Y siguio bebiendo.

-No bebas tanto, que tienes hijos, idiota -. La voz del hermano mayor de la familia sono a un lado mio, al mismo tiempo que veia como dejaban un plato con comida en la mesa.

¿Esos son...?

¡Tacos con crema philadelphia! ¡Dios, como los extrañaba! Es mi comida favorita e irónicamente los comemos una o dos veces al año. Mi madre es algo cruel conmigo al respecto.

Estaba apunto de acercarme a ellos pero Dereck me lo impidió, dandome un golpe en la mano con una de las cucharas de madera que tenia en la mano.

-Todavia no, Ale.

-Aguafiestas...

Escuche como Dereck reía y arrastraba una de las sillas para sentarse con nosotros, dejando los utensilios y otras cosas encima de la mesa.

-Todavia falta que preparen lo demas. Excepto el pollo, no te torturaremos asi, eso tarda una vida...

No pude evitar reir, aun asi deje caer la cabeza en la mesa con decepción.

-No nos culpes, por lo menos convencimos a mamá de que te prepara eso -. Dijo David, dandome golpesitos en la cabeza mientras reía.

-Exacto -. Le dio la razón, Dereck.

-No sirve de nada si no podemos probar ni un poco.

El sonido de una puerta abriendose interrumpió nuestra conversación, mostrando del otro lado a una Andrea aún con sus grandes audifonos (o "cascos" como ella les dice) "gamer" puestos y su control en mano. Tenia una expresión de fastidió en su rostro.

-¡David! ¡Tu bendito hijo no me deja en paz!

El mencionado suspiró y grito como siempre hacia (ejem... con intenciones de dejarte sordo) :

-¡Daniel! ¡Ven aca y deja en paz a tu tía!.

Porque obviamente gritar eso y quedarte sentado bien comodo en tu lugar, hara que tu hijo malcriado de cinco o seis años te obedezca.

Pues mira, a comparacion de otras veces en esta llego a tener suerte, ya que el pequeño obedeció sin dejar de quejarse en el camino. Al menos lo hizo.

Andrea suspiro aliviada.

-¿Ya esta la comida? -Pregunto después de unos segundos, viendose decepcionada al obtener una respuesta negativa-. ¿Porqué? ¡Espera, ahi hay comida!.

Se acerco a la mesa y el mayor no tardo en reaccionar.

-¡Qué todavía no!-. Grito Dereck alejando aquel plato que habia traido.

In Love With You. (Primera Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora