|Prólogo: Zeta (ζ)|

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⚠️ DISCLAIMER ⚠️

Este fic tocará temas que pueden herir la sensibilidad de algunas personas, (mención y/o descripción de tortura, depresión, suicidio, asesinatos, abuso sexual, físico, etc) si continúas leyendo lo haces bajo tu responsabilidad.









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¿Qué son los Zetas?

Los Zetas (ζ), son conocidos por ser quienes pueden configurarse física y genéticamente, para ser un Alfa y Omega a su antojo o dependiendo de sus parejas. Los zetas son verdaderamente neutrales. No sueltan feromonas en su estado neutral así que siempre son confundidos con Betas.

Fueron considerados genéticamente defectuosos hasta finales del siglo XX y se dice que los zetas están exentos de jerarquía.

Los Zetas son extremadamente raros, son considerados como una leyenda urbana incluso, no hay mucha información sobre ellos.  Lo poco que se sabe es que sólo nacen si hay un Zeta como progenitor (lo cual pocas veces ocurre ya que no son muy fértiles) o como resultado de una extraña mutación.

Debido a estos factores, las probabilidades de que un Zeta y otro Zeta se encuentran son muy escasas y muy mínimas.













































[...]

Los copos de nieve caían, los ojos azules observaban ensimismados aquella simple acción.

Sus manos enfudadas en guantes negros de pronto se alzaron de manera mecánica, en su palma cayó un copo el cual en un fugaz segundo se derritió. Por más tonto que suene se sintió triste por no poder conservar algún recuerdo de la nieve, el invierno le gustaba no era su estación favorita pero amaba hacer muñecos de nieve, beber chocolate caliente a los pies de una chimenea y ver una película mientras se acurrucaba en su sofá con las mantas más pesadas posibles.

Se acomodó mejor la bufanda, tapando su rojiza naríz. Al instante se sintió más cómodo, últimamente estaba haciendo más frío a pesar de que técnicamente el cambio de estación estaba a la vuelta de la esquina, aunque según las noticias que vió está mañana la próxima semana las temperaturas empezarían a elevarse de manera gradual.

Takemichi dejó de pensar en eso pues la luz dió rojo, cruzó la línea designada para los transeúntes. Aunque hiciera tanto frío las calles estaban atiborradas de gente, la marea de personas y olores era algo abrumador a veces.

Miró el reloj de imitación en su muñeca, las manecillas indicaban que eran las siete en punto él entraba a trabajar en media hora. Siguió su ruta habitual, siempre era la misma rutina desde que empezó a trabajar como policía hace ya unos años.

Una cuadra antes de la estación había una cafetería, en la cual entró como cada mañana, pidió doce cafés con diferentes ingredientes (para sus superiores) junto a una caja de rosquillas con diferentes tipos de glaseados (las cuales él se comería junto a su compañero.)

Lo único que odiaba de ser policía no eran las largas jornadas ni las horas extras que no le pagaban sino que a pesar de ser un detective su jefe lo seguía tratando como un recién graduado.

Mientras esperaba su orden, vió que un tipo entraba al local. Un ligero pero potente aroma a menta le hizo saber que era un Alfa. Ajustó su bufanda lo malo de tener los sentidos tan desarrollados era que las feromonas de los Alfas a veces le daban dolor de cabeza.

Detective Hanagaki |MiTake/TakeMikey| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora