Detective Hanagaki |MiTake/TakeMikey|

|Capítulo Final|

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— Mami — habló Takemichi de no más de cinco años con una voz baja, su madre quien se hallaba limpiando sus heridas hizo un sonido, demostrando que tenía su atención — ... ¿Por qué los otros niños me odian?

La mujer se congeló en su lugar, un reflejo de culpa y tristeza inundó sus ojos azules, con cuidado posó su mano en la mejilla de su cachorro.

— Cariño — su voz suave arrullo al pequeño Takemichi — Verás... A veces las personas hacen cosas malas y crueles por miedo o por ignorancia, tú, tú y papi son muy especiales — musitó con una sonrisa dulce — Y es natural que la gente tenga miedo y reaccionen así... — Takemichi hizo un puchero.

— No es justo — se quejó, sus ojitos se llenaron de lágrimas y pronto desbordaron — ¿P-Por qué no puedo ser como todos? N-No quiero ser especial — su vocecita se quebró, con sus pequeñas manos se limpio sus lágrimas pero era inútil pues no podía dejar de llorar.

A la señora Hanagaki se le quebró el corazón al ver a su pequeño hijo de esa manera, dejó de lado los antisépticos y abrazo a Takemichi, de manera afectuosa pero cuidadosa.

— Sé que es duro, amor — dijo con un tono triste y comprensivo — Pero... Sé que un día vas a encontrar gente buena, gente que a pesar de que seas diferente va a quererte así como papi y yo te queremos.

—... ¿De verdad? — la mujer asintió.

— Te aseguro de que a pesar de que las cosas parecen que jamás van a mejorar, lo harán, créeme, lo harán, lo harán.

Takemichi notó el tono tan sincero en la voz de su madre, así que decidió creerle. Una vez que se calmó su madre lo cargo en sus brazos y le canto una nana hasta que se quedó dormido.

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T

akemichi tenía muy pocos recuerdos con su madre, debido a que era muy pequeño cuando ella murió pero los pocos momentos que pasó a lado de su progenitora los atesoraba con todo su corazón, en especial aquel recuerdo. Su madre le transmitía mucha calma, amor y confort, además sus consejos lo habían ayudado a lo largo de su vida.

Su madre era bastante sabia e inteligente, sin duda si la hubiera tenido en su adolescencia no hubiera cometido tantos errores.

"A veces las personas hacen cosas malas y crueles por miedo o por ignorancia"

"Todo va a mejorar"

Vaya que tuvo razón.

Sinceramente quería convertirse en alguien como ella. Un ser humano bondadoso y una madre amorosa y noble.

Y si no... Al menos deseaba poder ser la mitad de bueno para su cachorro.

Su cachorro...

¿ S u   c a c h o r r o?

D e b i a   p r o t e g e r l o.

A l m e n o s d e b i a i n t e n t a r l o.

...

No supo con exactitud cuanto tiempo pasó desde que cayó inconsciente, pero la droga en su sistema empezó poco a poco a perder efecto y despertó.

Lo primero que vió cuando abrió los ojos, fue un pulcro piso de madera y una alfombra de color blanco. La droga seguía en su sistema, impidiendo que pudiera moverse o siquiera hilar sus pensamientos, así que le costó unos minutos notar que estaba en una casa desconocida, más en específico en una sala de estar. Dedujo aquello al ver todas las decoraciones del lugar, parecía ser una ¿Cabaña? O al menos un lugar antiguo reformado.