𝗜𝗡𝗧𝗥𝗢𝗗𝗨𝗖𝗖𝗜Ó𝗡

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SWEET DREAMS estaba sonando en aquel momento a través de sus auriculares y en lo único que podía pensar Sun-I era que sería genial poder ser igual de rápida que Quicksilver. Una vez más agradeció que soñar era gratis y que por suerte nadie podía escuchar sus pensamientos mientras tomaba su almuerzo en la cafetería.

Las horas que ya habían pasado del día habían sido una mierda como ya era costumbre, una nueva llegada tarde que iría a parar a su expediente, junto con las cientas de anotaciones que ya había tenido en el año; una clase medianamente pasable de inglés, solo que esa materia nunca había sido de su agrado y, por último, su comida fría por haber llegado tarde a la cafetería. Sin contar el pequeño susto que se llevó cuando su compañera Kim Hyeon-ju llegó en medio de la clase y comenzó a decir cosas sobre el profesor Lee antes de desmayarse allí mismo.

Sun-I siempre había sido del tipo callada pero observadora y ese día estaba haciendo lo de siempre, observar al resto. Quizá porque su vida no era lo suficientemente interesante como para sacarla del constante aburrimiento en el que vivía, o quizá solo porque darse cuenta de los detalles que otros no, la ayudaba a enfocarse en algo y dejar por un momento de pensar en que con suerte acabaría la secundaria.

Como Gwi-nam había encontrado una nueva víctima para fastidiar o como Dae-su molestaba a Woo-jin con, muy probablemente, su hermana. Sí, no hacía falta escucharlo para saber que se trataba de eso. Cientos de estudiantes formando un griterío como los adolescentes idiotas que eran, Na-yeon despotricando contra Gyeong-su o el cabello de Su-hyeok que ese día se encontraba más peinado que de costumbre.

Desde hacía bastante que él le gustaba, más Sun-I tenía muy presente que de todas formas no había posibilidad de que él se enterara de sus sentimientos hacia su persona cuando, con mucha suerte, habían intercambiado unas diez palabras en todo el tiempo que llevaban siendo compañeros de clase -y eso era prácticamente desde niños, lo que no lo hacía mejor-. Sun-I se limitó a seguir con su comida mientras pensaba en la razón por la que había desarrollado sentimientos hacia él. Quizá porque él parecía todo lo contrario a ella, extrovertido y amable con el resto, o por su muy destacable apariencia física. Finalmente llegó a la conclusión de que en realidad eran las dos cosas y que no hacían más que potenciarse la una a la otra.

Él parecía estar escuchando algo muy gracioso de parte de Woo-jin porque la manera en que estaba sonriendo en aquel momento no era de sus típicas sonrisitas amables, era una sonrisa genuina que generalmente solo podía ver cuando estaba rodeado de sus amigos o cuando aprobaba algún examen de milagro. Sacándola de sus pensamientos, Cheong-san enarcó una ceja en su dirección y le dirigió una pequeña sonrisita, como si la hubiese atrapado con las manos en la masa. Él la saludó con la mano disimuladamente para que su amigo no se diera cuenta y Sun-I tan solo asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa a modo de saludo. A los ojos de otra persona esa pequeña respuesta se hubiera visto un poco grosera, más así eran las cosas entre ambos. Era su único amigo, él le daba pollo frito y ella le pasaba la tarea de biología a cambio, no necesitaban más que eso para llevarse bien.

Sun-I se dispuso a dejar la bandeja que utilizó junto a la pila que ya se había acumulado desde que inició el almuerzo, más a mitad de camino su plan se vio interrumpido por una avalancha de estudiantes que comenzó a entrar por la puerta que daba al patio, unos cayéndose sobre otros mientras intentaban desesperadamente correr de lo que fuese que estuviera afuera. Pero eso no fue suficiente, los que no lograban pasar por la puerta se amontonaban contra las ventanas de vidrio y las golpeaban frenéticamente, como si quisieran buscar la manera de entrar al interior de la cafetería a como diera lugar.

No sólo ella sino también el resto de gente que estaba allí, dirigió su mirada sorprendida a lo que estaba sucediendo, sin entender siquiera qué se suponía que estaba pasando. Tirando de sus auriculares para intentar escuchar si alguien sabía algo más que ella, rápidamente el ruido de los desesperados golpes contra las puertas llegó a sus oídos y le recorrió la espina dorsal, poniéndole los pelos de punta.

Fueron cuestión de unos pocos segundos para que la presión hiciera añicos el vidrio y diera paso a todos los estudiantes que estaban afuera. Ya no eran más golpes, ahora eran gritos y más gritos, desgarradores y cargados de pánico que resonaban en toda la sala mientras que algunos parecían tirarse sobre los que se habían quedado más atrás. Era un buen momento para comenzar a alejarse de todo ello pero parecía que el cerebro y sus piernas no conectaban en ese momento. Quizá fuera una broma, aunque se veía como algo poco probable. Aunque también era poco probable el hecho de que todo eso estuviera sucediendo.

No fue hasta que un estudiante se lanzó sobre un chico que estaba cerca de ella y comenzó a morderle el cuello, cuando recién pudo reaccionar. Las ganas que tuvo de vomitar y un nudo en la garganta dieron paso a que todo su cuerpo comenzara a temblar del pánico. Tenía ganas de gritar pero ningún ruido pareció salir por su boca.

Entonces, recién en aquel momento, deseó que sus sueños realmente se hicieran realidad y en verdad pudiera ser igual de rápida que Quicksilver, porque de lo contrario terminaría igual que el chico que tenía en frente.


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itsmartinac | 2O22

𝗦𝗜𝗟𝗘𝗡𝗧 • lee suhyeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora