𝗦𝗜𝗟𝗘𝗡𝗧 • lee suhyeok

O3

NUEVAMENTE SUS PIERNAS quemaban y sus pulmones gritaban por aire mientras que ambos intentaban alcanzar al grupo que ya se había adelantado bastante. El agudo grito de Na-yeon hizo que Su-hyeok aumentara la velocidad y soltara a Sun-I para lanzarse contra todos los zombies que se estaban acercando en la esquina mientras que nadie más podía reaccionar.

Luego de lo que para todos pareció durar una eternidad, los chicos comenzaron a quitar las ventanas de sus marcos y a utilizarlas como escudo para empujar a todos los infectados hasta que Dae-su se dirigió hasta ellos con una de las puertas de aquella aula. Como impulso, Sun-I corrió hasta donde estaban y en un intento de ayuda, comenzó a empujar con todas sus fuerzas para lograr avanzar. El resto finalmente reacciónó y se acercó para empujar también, y al parecer la fuerza de todos logró dejarlos avanzar hasta las escaleras entre gritos y pisotones.

— ¡Corran arriba!— les gritó Woo-jin y ninguna decidió esperar ni un segundo más para hacerlo. Sintiendo como Na-yeon la empujaba para que ella fuera primero, Sun-I corrió escaleras arriba hasta la siguiente planta cuando se cruzó con una docena más de infectados.

Con todas sus fuerzas dio una patada hacia el que se estaba por abalanzar a ellas y si no fuera porque Nam-ra la sostuvo en el momento adecuado, se hubiera caído por el impulso. Entre Woo-jin y Gyeong-su que llegaron en el momento adecuado, ambos lograron detenerlos por unos momentos más en los que el resto pudo seguir subiendo los escalones a toda velocidad. Ninguno sabía con exactitud a dónde mierda se suponía que se dirigían, sin embargo sus opciones se vieron limitadas cuando se encontraron rodeados por ambos lados del pasillo.

— ¡Avancen!— gritó On-jo en dirección a Dae-su, Sun-I y su mejor amiga, que se encontraban empujando la puerta. La chica tenía una idea para lograr entrar al laboratorio de ciencias que se encontraba bajo candado y cuando el pequeño grupo logró avanzar un poco, On-jo tomó la manguera de emergencia y con la parte metálica comenzó a golpear el candado hasta lograr abrirlo.

De a uno comenzaron a pasar al interior mientras intentaban que ninguna de esas cosas se colaran en el aula, hasta que por fin Dae-su logró cerrar la puerta no sin antes romper accidentalmente una de las ventanas.

— Mierda— murmuró el chico una vez que se sentó en el suelo agotado y suspirando mientras intentaba recuperar el aire, pero sus palabras se vieron interrumpidas cuando una mano manchada de sangre tocó su cara y comenzó a tirarle del cabello— ¡Mierda!

Joon-yeong rápidamente tomó un extintor y comenzó a golpear al zombie, pero en el intento terminó por romper otra ventana más. El chico comenzó a alejarse de la escena cuando se dio cuenta de lo que había hecho, momento en el que Cheong-san volvió a tomar control de la situación y arrastró una de las mesas hasta chocar contra la pared.

— ¡Apilen las mesas!— indicó el chico mientras algunos comenzaban a ayudarlo y otros, tan solo a armar más drama.

— ¡¿Como pudiste perderlo?!— gritó Na-yeon en dirección a On-jo antes de empujarla del enojo.

— ¡Esto es más urgente, debemos tapar las ventanas!— se quejó Gyeong-su para que Na-yeon dejara de gritar, lo que resultó contraproducente ya que la chica se giró enojada hacia él.

— ¿Y tú que te metes? Es todo tu culpa después de todo, no sujetaste bien la puerta y por eso el profesor pudo entrar— despotricó ella ante la mirada incrédula del chico.

— Entonces deberías haberla sujeto tú— contestó mientras intentaba seguir con su trabajo, más ese no sería el final de aquella discusión.

Quizás las quejas de Na-yeon no serían tan molestas si es que estuviera ayudando a hacer algo, si al menos intentara mover un dedo en vez de exigir que el resto hiciera cosas para mantenerse a sí misma a salvo. Nuevamente Sun-I ignoró la conversación, muy en contra de lo que en verdad quería, y siguió moviendo algunas de las sillas del aula mientras repentinamente sentía como si algo allí faltara.